No es algo casual: en el vestuario del Camp Nou, el dorsal número '4' aún no tiene dueño. Está aguardando en la taquilla la llegada de Cesc Fàbregas para que sea él quien se enfunde una camiseta y un dígito que simboliza el inicio de un estilo que le ha dado al Barça los mejores años de su existencia. Mientras la negociación con el Arsenal continúa su largo y sinuoso curso, Cesc ya sabe cuánta importancia tendrá en este proyecto que él vendrá a perpetuar. Para ello, nada como los gestos. Y es todo un gesto que vaya a heredar el '4' que lució hasta el cambio de siglo el que en estos últimos tres años se ha convertido en el mejor entrenador de la historia del club, Pep Guardiola.
Él fue el gran ídolo de la infancia de Cesc. Y el '4' es el número que identifica al Pep futbolista, como guía de una manera de entender este juego. El gran Xavi Hernández, por respeto reverencial a quien en sus inicios fue su veterano compañero de equipo, rehusó heredar el '4' cuando aún estaba fresca la marcha de Guardiola a Italia, así que hizo su propia historia con el '6'. Sí se lo puso el sueco Patrick Anderson, nada asustado gracias a "haber llevado antes el '5' de Beckenbauer en el Bayern". El último portador del '4' fue Rafa Márquez. Con Cesc, el '4' volverá a sus orígenes: un jefe de operaciones que futbolísticamente nació -aunque no creció- en La Masia.
"Tú serás el '4' del Barça"
Fàbregas se siente cómodo con el '4'. Casi le parece una segunda piel. Tanto es así que no se lo pensó dos veces en heredarlo en el Arsenal de un mito 'gunner', Parick Vieira. Lo hará con idéntica ilusión cuando el '4' sea azul y grana. Así cumplirá con la profecía de Guardiola, quien en su última temporada como jugador del Barça tuvo un detalle inolvidable con un Cesc en edad adolescente. Fàbregas jugaba en el cadete azulgrana cuando sus padres se separaron. Su entrenador, Rodolfo Borrell, tuvo la brillantísima idea de ir un día a ver a Guardiola y explicarle el difícil momento del chaval. "Tengo un regalo para ti", le dijo. Cesc abrió la bolsa que le dio su técnico y vio la camiseta del FC Barcelona con un autógrafo y una dedicatoria: "Algún día llegarás a ser el '4' del Barça"". Llevaba la firma de Pep Guardiola, capitán del primer equipo. Cesc recibió la camiseta firmada cuando estaba en Inglaterra, jugando para el Barça... ante el Arsenal.
Todo esto esta muy bien pero hasta que no se gasten los cuartos solo es fuego de artificio