*Depor, Hércules y Almería se lo preguntan - *El Zaragoza protagonizó dos ascensos exprés en los últimos años - *Al Sporting le costó una década retornar a Primera - *Real Oviedo, Alavés y Tenerife, con pasado europeo, iniciarán la temporada en Segunda B.
El fútbol muestra sus dos caras en periodos cortos de tiempo. De los paseos gloriosos por Europa a las catacumbas de la Segunda división sólo hay un paso. Sin embargo, el retorno a la élite puede convertirse en un auténtico vía crucis para aquellos que subestimen la complejidad del laberinto de la categoría de plata.
Deportivo, Almería y Hércules confían en recuperar en un año el sillón perdido entre los 20 gobernadores del fútbol patrio. Pero los precedentes no son halagüeños. Equipos con solera y que gozaban de participaciones europeas se vieron en su misma situación y el ansiado retorno tardó años en llegar. Eso los que tuvieron la fortuna de volver. Otros se perdieron en el camino de vuelta a casa.
El Valencia había coqueteado con el descenso en la campaña 82/83, pero un salvador gol de Tendillo en la última jornada contra el Madrid lo evitó. Años después, en la 86/87 cayó en las redes del infierno. La temporada siguiente ascendió, arreglando con premura el descalabro.
El Sevilla de Caparrós lo emuló en la 2000/2001 subiendo en un año, quizás ayudado por la mala experiencia a finales de los 90, donde los de Nervión acamparon dos temporadas en la división de plata. Y con el Real Zaragoza terminan los casos de éxito de entre los ídolos caídos, realizando dos ascensos exprés en la década de los 2000.
Infiernos de más de 365 días
El Atlético de Madrid dobló su penitencia en el infierno, de un año a dos, teniendo que recurrir a uno de sus profetas, Luis Aragonés, para ejercer de guía en la travesía del desierto. El Betis subió a la segunda con Pepe Mel, tras una primera intentona donde Antonio Tapia y Víctor Fernández no pudieron encauzar la nave de Heliópolis.
En su última experiencia por el calvario de plata, el Málaga se tomó dos temporadas. Por su parte, la Real Sociedad vivió un trienio de angustias en Segunda. Peor les fueron las cosas a Mallorca y Osasuna, con 5 y 6 años respectivamente de paseo por el pozo, antes de volver a su lugar natural en los últimos tiempos. Al Sporting le costó la friolera de una década recuperar su gloria pretérita.
Caídas libres
El Racing de Santander fue el pionero de los equipos con participación europea en iniciar una caída libre en los últimos años. En la 86/87 bajó a segunda y tres años más tarde fue a parar a Segunda B. Tardaría otro tanto en reponerse, firmando una agonía de seis años, que no se olvida fácilmente en Cantabria. En su último descenso en la 2000/2001 tomó buena nota, regresando en el año sucesivo.
Real Oviedo, Rayo Vallecano, Alavés, Las Palmas y, más recientemente, Tenerife también cambiaron sus viajes por Europa por el césped artificial de algunos campos de Segunda B. De todos ellos sólo se pudo reponer el equipo vallecano, después de ocho temporadas luchando contra los elementos.
Ejemplos más cercanos
Los recientes equipos descendidos no necesitan irse muy lejos para encontrar ejemplos de la enorme dificultad del retorno a la primera. El segundo año del Valladolid, el quinto proyecto del Celta o el sexto de la Unión Deportiva Las Palmas, explican por sí mismos la faena.
Todos ellos pasearon alguna vez su nombre por el viejo continente, especialmente el club vigués que encandiló a Europa con su fútbol. Como lo hizo el Deportivo, cuyo nombre se sabían de memoria en las cuatro esquinas del mundo. Pero de nada vale el pedigrí. Los caminos de la Segunda división son inexcrutables. En la encrucijada asoman tres nuevos inquilinos. En sus respectivas ciudades, una misma pregunta: ¿Cuánto duran "los infiernos"?. (fuente: marca.com)
Deportivo, Almería y Hércules confían en recuperar en un año el sillón perdido entre los 20 gobernadores del fútbol patrio. Pero los precedentes no son halagüeños. Equipos con solera y que gozaban de participaciones europeas se vieron en su misma situación y el ansiado retorno tardó años en llegar. Eso los que tuvieron la fortuna de volver. Otros se perdieron en el camino de vuelta a casa.
El Valencia había coqueteado con el descenso en la campaña 82/83, pero un salvador gol de Tendillo en la última jornada contra el Madrid lo evitó. Años después, en la 86/87 cayó en las redes del infierno. La temporada siguiente ascendió, arreglando con premura el descalabro.
El Sevilla de Caparrós lo emuló en la 2000/2001 subiendo en un año, quizás ayudado por la mala experiencia a finales de los 90, donde los de Nervión acamparon dos temporadas en la división de plata. Y con el Real Zaragoza terminan los casos de éxito de entre los ídolos caídos, realizando dos ascensos exprés en la década de los 2000.
Infiernos de más de 365 días
El Atlético de Madrid dobló su penitencia en el infierno, de un año a dos, teniendo que recurrir a uno de sus profetas, Luis Aragonés, para ejercer de guía en la travesía del desierto. El Betis subió a la segunda con Pepe Mel, tras una primera intentona donde Antonio Tapia y Víctor Fernández no pudieron encauzar la nave de Heliópolis.
En su última experiencia por el calvario de plata, el Málaga se tomó dos temporadas. Por su parte, la Real Sociedad vivió un trienio de angustias en Segunda. Peor les fueron las cosas a Mallorca y Osasuna, con 5 y 6 años respectivamente de paseo por el pozo, antes de volver a su lugar natural en los últimos tiempos. Al Sporting le costó la friolera de una década recuperar su gloria pretérita.
Caídas libres
El Racing de Santander fue el pionero de los equipos con participación europea en iniciar una caída libre en los últimos años. En la 86/87 bajó a segunda y tres años más tarde fue a parar a Segunda B. Tardaría otro tanto en reponerse, firmando una agonía de seis años, que no se olvida fácilmente en Cantabria. En su último descenso en la 2000/2001 tomó buena nota, regresando en el año sucesivo.
Real Oviedo, Rayo Vallecano, Alavés, Las Palmas y, más recientemente, Tenerife también cambiaron sus viajes por Europa por el césped artificial de algunos campos de Segunda B. De todos ellos sólo se pudo reponer el equipo vallecano, después de ocho temporadas luchando contra los elementos.
Ejemplos más cercanos
Los recientes equipos descendidos no necesitan irse muy lejos para encontrar ejemplos de la enorme dificultad del retorno a la primera. El segundo año del Valladolid, el quinto proyecto del Celta o el sexto de la Unión Deportiva Las Palmas, explican por sí mismos la faena.
Todos ellos pasearon alguna vez su nombre por el viejo continente, especialmente el club vigués que encandiló a Europa con su fútbol. Como lo hizo el Deportivo, cuyo nombre se sabían de memoria en las cuatro esquinas del mundo. Pero de nada vale el pedigrí. Los caminos de la Segunda división son inexcrutables. En la encrucijada asoman tres nuevos inquilinos. En sus respectivas ciudades, una misma pregunta: ¿Cuánto duran "los infiernos"?. (fuente: marca.com)
PD.: Pues que voy a decir yo, que llevamos desde la temporada 71-72, sin estar en primera, esto mas que un infierno es un purgatorio sin vistas de llegar a su final, jejejejeej, pero como dice nuestro nuevo presidente y propietario: en tres años estamos en primera, ojala, pero ya lo he oído tantas veces.
Por el resto, ya saben, pueden estar unos años en el infierno o abonarse al purgatorio, jejejeje, que tengan suerte, pero creo que para los proximos años ya nos toca a nosotros, jajajaja. Un saludo
Por el resto, ya saben, pueden estar unos años en el infierno o abonarse al purgatorio, jejejeje, que tengan suerte, pero creo que para los proximos años ya nos toca a nosotros, jajajaja. Un saludo