Juan Carlos Navarro, capitán de la selección española y autor de 19 puntos en los primeros veinte minutos, lideró una soberana paliza a Bulgaria (96-59), un equipo muy inferior, en el tercer partido de preparación para el Eurobasket de Lituania.
Bulgaria duró apenas dos minutos, los dos iniciales, en los que dominó el marcador por 5-7. A partir de ahí surgió Navarro con tres triples casi seguidos que casi sentenciaron el partido. La selección firmó un parcial de 17-0 en cinco minutos y con 22-7 en el marcador el resultado pasó a un segundo plano.
La superioridad bajo los aros se vio que era abismal desde antes de comenzar el partido y Bulgaria se vio desarbolada durante casi todo el encuentro.
Jugar un partido serio cuando la diferencia con el rival es tan grande es muy complicado, pero los jugadores de Sergio Scariolo lo intentaron.
El 27-10 del primer periodo es bastante explicativo. En los segundos diez minutos, los búlgaros salieron picados en su orgullo y de alguna manera lo salvaron con un 0-7 en el minuto inicial. De nuevo fue flor de un instante y el equipo español sin ningún esfuerzo volvió a dominar con claridad hasta firmar un parcial de 28-17.
Muchos puntos, demasiados, pero conseguidos con una defensa rival floja y desmoralizada ante la avalancha que se les vino encima.
Scariolo intentó ensayar una presión y diversos quintetos con tres bajos, pero la falta de tensión por la claridad en el marcador y por la baja enjundia del rival, hizo que las pruebas fueran poco importantes y los resultados nada fiables.
Navarro, como ocurre siempre, fue ajeno a cualquier circunstancia y se dedicó a lo suyo, a anotar. Esta vez fueron 19 puntos en los primeros veinte minutos, con 5 de 7 triples convertidos. Toda una prueba de lo bien afinada que está su puntería.
En el inicio de la segunda parte hubo minutos para que los Gasol jugaran juntos y atisbar los desajustes defensivos que ello ocasiona, para estabilizar la diferencia en torno a los treinta puntos y para poco más. El marcador, 72-43 al término del tercer periodo.
En los últimos diez minutos, algún tapón de Ibaka, algún contraataque finalizado en ''alley-hoop'' por Llull y algún triple, dos de Carlos Suárez, sirvieron para sacar del tedio a los espectadores.
Bulgaria no dio para más y recibió una señora paliza de treinta y siete puntos de diferencia, 96-59.
Partido de Tramite de los Nuestros esta Selección cada dia que pasa me gusta Más,esto huele a Medalla de Oro,pero primero hay que ir Paso a Paso.Pero la Cosa Pinta Muy Bien.
Bulgaria duró apenas dos minutos, los dos iniciales, en los que dominó el marcador por 5-7. A partir de ahí surgió Navarro con tres triples casi seguidos que casi sentenciaron el partido. La selección firmó un parcial de 17-0 en cinco minutos y con 22-7 en el marcador el resultado pasó a un segundo plano.
La superioridad bajo los aros se vio que era abismal desde antes de comenzar el partido y Bulgaria se vio desarbolada durante casi todo el encuentro.
Jugar un partido serio cuando la diferencia con el rival es tan grande es muy complicado, pero los jugadores de Sergio Scariolo lo intentaron.
El 27-10 del primer periodo es bastante explicativo. En los segundos diez minutos, los búlgaros salieron picados en su orgullo y de alguna manera lo salvaron con un 0-7 en el minuto inicial. De nuevo fue flor de un instante y el equipo español sin ningún esfuerzo volvió a dominar con claridad hasta firmar un parcial de 28-17.
Muchos puntos, demasiados, pero conseguidos con una defensa rival floja y desmoralizada ante la avalancha que se les vino encima.
Scariolo intentó ensayar una presión y diversos quintetos con tres bajos, pero la falta de tensión por la claridad en el marcador y por la baja enjundia del rival, hizo que las pruebas fueran poco importantes y los resultados nada fiables.
Navarro, como ocurre siempre, fue ajeno a cualquier circunstancia y se dedicó a lo suyo, a anotar. Esta vez fueron 19 puntos en los primeros veinte minutos, con 5 de 7 triples convertidos. Toda una prueba de lo bien afinada que está su puntería.
En el inicio de la segunda parte hubo minutos para que los Gasol jugaran juntos y atisbar los desajustes defensivos que ello ocasiona, para estabilizar la diferencia en torno a los treinta puntos y para poco más. El marcador, 72-43 al término del tercer periodo.
En los últimos diez minutos, algún tapón de Ibaka, algún contraataque finalizado en ''alley-hoop'' por Llull y algún triple, dos de Carlos Suárez, sirvieron para sacar del tedio a los espectadores.
Bulgaria no dio para más y recibió una señora paliza de treinta y siete puntos de diferencia, 96-59.
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