Parecía salir revolucionado el Osasuna en los inicios del partido, pero sólo cinco minutos bastaron para que el Barça diese el pistoletazo de salida a una goleada con la que se rebelan ante todas las críticas sufridas en esta última semana.
Las
críticas que han suscitado el juego del Barça y sobretodo los dos
últimos resultados propiciaban una serie de cambios en el equipo de
Guardiola en búsqueda de la “ansiada” victoria que espera la afición.
Así
pues volvía al equipo inicial el Capitán Carles Puyol en detrimento de
Sergio Busquets, de regreso a su posición natural en el medio centro
junto a Xavi y Thiago. La punta de ataque sería de nuevo para Cesc Fàbregas entre Messi y Villa.
Tras
un inicio algo confuso en donde el Osasuna ofreció atisbos de
engrandecimiento, poco a poco cada equipo fue tomando el rol esperado en
este tipo de partido. Los navarros comenzaron a perder la cabeza ante un Barça que conseguía el control del balón.
Control
del balón y efectividad ya que no habían pasado cinco minutos cuando
Sergio Busquets se marca un jugadón abriendo a la derecha para Alves que
cabecea en pase de la muerte para Messi que llega casi volando al
remate. Con este ya son veinte pases de gol en competición oficial los que ha servido el brasileño a Leo Messi.
El
Barça comenzaba a callar bocas bien temprano y la cosa no acababa ahí.
El equipo de Guardiola estaba en marcha y había que aprovechar. ¿Y que hay mejor que marcar un gol temprano? Marcar dos.
Solamente
pasaban ocho minutos del primer tanto cuando se iniciaba la jugada del
segundo. Minuto trece y Leo Messi se saca un pase maravilloso de
vaselina que sobrevuela la defensa para que Cesc Fàbregas remate sin que el balón caiga al suelo.
El
Osasuna sin quererlo estaba pagando los platos rotos de los culés que
comenzaban a pagar todas las críticas recibidas a lo largo de la semana
con los navarros. Al borde de la media hora los culés vuelve a tenerla
por partida triple. La primera con Cesc fallando ante un afortunado
Andrés Fernández, la segunda con el cabezazo al larguero de Abidal y la
tercera de nuevo al palo izquierdo un testarazo de Messi.
Lo
de Osasuna empezaba a dar pena. Pena representada por un dato revelador
en posesión con un 85% para el Barça y un 15% para los rojillos. Una
pena en todos los sentidos. Y es que la primera parte terminaría con
tres goles más encajados por Osasuna. En el 33 Abidal habilita a Villa
para que defina fácilmente ante Andrés Fernández consiguiendo el tercero para su equipo.
El
Osasuna parece resignado y si no tenían bastante con el huracán de la
delantera culé, sus defensas también se encargaban de meter gol. Tanto en propia puerta de Roversio que ponía el cuarto en el luminoso.
Los
rojillos se deshacían sin remedio y no esperan ni dos minutos para
recibir un nuevo gol, como si en el patio del colegio se tratase es
Messi de nuevo el que marca a placer, llegando al final de la primera
parte.
El segundo periodo vivió una historia similar. Con el
ritmo algo más calmado pero con goles por doquier por parte del Barça.
Tan solo comenzar es Leo Messi el que mandaba de nuevo un balón al palo
como antesala del sexto del Barça pocos minutos después. Esta vez el
protagonismo sería para Xavi Hernández que con golazo de vaselina batía por sexta vez al portero de Osasuna, que no tuvo su mejor día indudablemente.
Un
pequeño despertar de Osasuna provocaba sin embargo que Nino marcase uno
para los navarros poco antes del séptimo gol del Barça. Gol que
finalmente sería anulado por fuera de juego del ex del Tenerife.
El partido del Barça convirtió finalmente a los osasunistas en meros espectadores que veían como de nuevo en el 76 como Cesc manda un regalito a su compañero Villa en forma de pase para que reviente por séptima vez la portería de Andrés.
El
partido “finalizaría” a diez minutos de los noventa con el último gol
del Barça obra de Leo Messi. Tercer gol del argentino que conformaba así
su Hat Trick para rematar un ocho a cero al equipo de Mendilíbar que
cuenta por derrotas sus enfrentamientos con Pep Guardiola, aunque sin
duda esta ha sido la más abultada.
Un paseo para el Barça.
Las
críticas que han suscitado el juego del Barça y sobretodo los dos
últimos resultados propiciaban una serie de cambios en el equipo de
Guardiola en búsqueda de la “ansiada” victoria que espera la afición.
Así
pues volvía al equipo inicial el Capitán Carles Puyol en detrimento de
Sergio Busquets, de regreso a su posición natural en el medio centro
junto a Xavi y Thiago. La punta de ataque sería de nuevo para Cesc Fàbregas entre Messi y Villa.
Tras
un inicio algo confuso en donde el Osasuna ofreció atisbos de
engrandecimiento, poco a poco cada equipo fue tomando el rol esperado en
este tipo de partido. Los navarros comenzaron a perder la cabeza ante un Barça que conseguía el control del balón.
Control
del balón y efectividad ya que no habían pasado cinco minutos cuando
Sergio Busquets se marca un jugadón abriendo a la derecha para Alves que
cabecea en pase de la muerte para Messi que llega casi volando al
remate. Con este ya son veinte pases de gol en competición oficial los que ha servido el brasileño a Leo Messi.
El
Barça comenzaba a callar bocas bien temprano y la cosa no acababa ahí.
El equipo de Guardiola estaba en marcha y había que aprovechar. ¿Y que hay mejor que marcar un gol temprano? Marcar dos.
Solamente
pasaban ocho minutos del primer tanto cuando se iniciaba la jugada del
segundo. Minuto trece y Leo Messi se saca un pase maravilloso de
vaselina que sobrevuela la defensa para que Cesc Fàbregas remate sin que el balón caiga al suelo.
El
Osasuna sin quererlo estaba pagando los platos rotos de los culés que
comenzaban a pagar todas las críticas recibidas a lo largo de la semana
con los navarros. Al borde de la media hora los culés vuelve a tenerla
por partida triple. La primera con Cesc fallando ante un afortunado
Andrés Fernández, la segunda con el cabezazo al larguero de Abidal y la
tercera de nuevo al palo izquierdo un testarazo de Messi.
Lo
de Osasuna empezaba a dar pena. Pena representada por un dato revelador
en posesión con un 85% para el Barça y un 15% para los rojillos. Una
pena en todos los sentidos. Y es que la primera parte terminaría con
tres goles más encajados por Osasuna. En el 33 Abidal habilita a Villa
para que defina fácilmente ante Andrés Fernández consiguiendo el tercero para su equipo.
El
Osasuna parece resignado y si no tenían bastante con el huracán de la
delantera culé, sus defensas también se encargaban de meter gol. Tanto en propia puerta de Roversio que ponía el cuarto en el luminoso.
Los
rojillos se deshacían sin remedio y no esperan ni dos minutos para
recibir un nuevo gol, como si en el patio del colegio se tratase es
Messi de nuevo el que marca a placer, llegando al final de la primera
parte.
El segundo periodo vivió una historia similar. Con el
ritmo algo más calmado pero con goles por doquier por parte del Barça.
Tan solo comenzar es Leo Messi el que mandaba de nuevo un balón al palo
como antesala del sexto del Barça pocos minutos después. Esta vez el
protagonismo sería para Xavi Hernández que con golazo de vaselina batía por sexta vez al portero de Osasuna, que no tuvo su mejor día indudablemente.
Un
pequeño despertar de Osasuna provocaba sin embargo que Nino marcase uno
para los navarros poco antes del séptimo gol del Barça. Gol que
finalmente sería anulado por fuera de juego del ex del Tenerife.
El partido del Barça convirtió finalmente a los osasunistas en meros espectadores que veían como de nuevo en el 76 como Cesc manda un regalito a su compañero Villa en forma de pase para que reviente por séptima vez la portería de Andrés.
El
partido “finalizaría” a diez minutos de los noventa con el último gol
del Barça obra de Leo Messi. Tercer gol del argentino que conformaba así
su Hat Trick para rematar un ocho a cero al equipo de Mendilíbar que
cuenta por derrotas sus enfrentamientos con Pep Guardiola, aunque sin
duda esta ha sido la más abultada.
Un paseo para el Barça.