Salieron más
ambiciosos y metidos en el encuentro los guipuzcoanos aunque las dos
primeras aproximaciones a la meta contraria fueran de los anfitriones. A
partir del minuto 9 se fue fraguando el primer gol txuri urdin ya que
los de Montanier se habían hecho dueños del esférico y las embestidas de
Xabi Prieto por su banda eran de enorme peligro. Por esa banda pero a
pase de Carlos Martínez, llego, en el 14’, el golazo de Agirretxe, quien
se aprovechó de la ausencia de Chico, que era atendido en la banda,
para deleitarnos con una preciosa y precisa vaselina y poner el 0 a 1 en
el luminoso.
Se revolvieron los bermellones, resurgieron de sus
cenizas y empezaron a demostrar que les corre sangre por las venas hasta
que en el minuto 19, tras un buen contraataque armado por Alfaro,
conducido por Nsue y rematado, tras revolverse, por el algaidí Víctor
Casadesús, las tablas volvían al marcador.
Se rehicieron los
vascos al tiempo que el partido se ensuciaba con constantes faltas, los
blanquiazules volvían a manejar el balón y el encuentro, no con la misma
peligrosidad del principio pero controlando el tempo. Los problemas se
multiplicaban para los de Laudrup al caer lesionado Cáceres, entrando en
su lugar Tejera (37’) y situándose como lateral izquierdo el capitán
Pep Lluis Martí, que volvía tras una lesión y que enfrente tenía, ni más
ni menos, al incisivo y siempre peligroso Xabi Prieto.
Pero lo
que son las cosas, los últimos 5 minutos fueron de total ofensiva
insular, con una extraña ocasión protagonizada por el Chory Castro, un
disparo de Víctor que dio en un defensa y una buena internada de
Zuiverloon que por poco no finalizó en gol.
Tras la reanudación,
salieron dormidos los bermellones dejando avanzar sin apenas oposición a
Agirretxe para terminar la jugada en falta que lanzó Vela para que
Aouate se exhibiese espectacularmente y el inmediato rechace, a cargo de
Xabi Prieto, se estrellara en el palo. Volvían a avisar los easonenses.
Pero
hoy tocaba victoria local y tras un córner botado por la izquierda,
Pina cedió el esférico atrás para que el Chory Castro lanzase un
espectacular trallazo al que no pudo responder el meta Bravo (min. 50,
2-1).
De nuevo se repetía la historia y el equipo de Montanier,
ante el repliegue balear, tomaba la iniciativa; entraron Griezmann,
Pereira e Ifrán por Vela, Gonzalo Castro y Mariga y nada cambió a
excepción de algún contraataque mallorquín que, una vez más, demostraba
que es capaz de tocar bien el esférico pero que nadie está dispuesto a
conducirlo y que el miedo les atenaza.
La suerte se alió por
enésima vez con los Anfitriones cuando en el min. 82 y con la
inexplicable colaboración de Ramis, Agirretxe volvió a estrellar el
balón en el palo y el rechace de Griezmann salió excesivamente cruzado.
Los
mallorquines estaban embotellados y se mostraban impotentes; los
últimos minutos se dedicaron a despejar balones sin ton ni son aunque a
punto estuvieron de logar el tercer tanto.
Respira la afición
bermellona, no creemos que lo haga Michael Laudrup, centro de las iras
de Serra Ferrer y sus adláteres periodistas; no obstante, tienen que
mejorar mucho y creerse de lo que son capaces. La Real Sociedad fue un
digno rival que mereció más por su dominio y claridad de ideas aunque
hoy sólo afinaran la puntería con las maderas.
El colegiado Ayza
Gámez no usó la misma vara de medir en las faltas, sobretodo en los
saltos; por lo demás bien, un aprobado “pelado”.
Uff partido con ocasiones y gano el que acerto, mucha suerte tuvo el Mallorca ya que la Real tuvo bastantes oportunidades para marcar pero o el palo o por la actuacion del portero se salvaron.
ambiciosos y metidos en el encuentro los guipuzcoanos aunque las dos
primeras aproximaciones a la meta contraria fueran de los anfitriones. A
partir del minuto 9 se fue fraguando el primer gol txuri urdin ya que
los de Montanier se habían hecho dueños del esférico y las embestidas de
Xabi Prieto por su banda eran de enorme peligro. Por esa banda pero a
pase de Carlos Martínez, llego, en el 14’, el golazo de Agirretxe, quien
se aprovechó de la ausencia de Chico, que era atendido en la banda,
para deleitarnos con una preciosa y precisa vaselina y poner el 0 a 1 en
el luminoso.
Se revolvieron los bermellones, resurgieron de sus
cenizas y empezaron a demostrar que les corre sangre por las venas hasta
que en el minuto 19, tras un buen contraataque armado por Alfaro,
conducido por Nsue y rematado, tras revolverse, por el algaidí Víctor
Casadesús, las tablas volvían al marcador.
Se rehicieron los
vascos al tiempo que el partido se ensuciaba con constantes faltas, los
blanquiazules volvían a manejar el balón y el encuentro, no con la misma
peligrosidad del principio pero controlando el tempo. Los problemas se
multiplicaban para los de Laudrup al caer lesionado Cáceres, entrando en
su lugar Tejera (37’) y situándose como lateral izquierdo el capitán
Pep Lluis Martí, que volvía tras una lesión y que enfrente tenía, ni más
ni menos, al incisivo y siempre peligroso Xabi Prieto.
Pero lo
que son las cosas, los últimos 5 minutos fueron de total ofensiva
insular, con una extraña ocasión protagonizada por el Chory Castro, un
disparo de Víctor que dio en un defensa y una buena internada de
Zuiverloon que por poco no finalizó en gol.
Tras la reanudación,
salieron dormidos los bermellones dejando avanzar sin apenas oposición a
Agirretxe para terminar la jugada en falta que lanzó Vela para que
Aouate se exhibiese espectacularmente y el inmediato rechace, a cargo de
Xabi Prieto, se estrellara en el palo. Volvían a avisar los easonenses.
Pero
hoy tocaba victoria local y tras un córner botado por la izquierda,
Pina cedió el esférico atrás para que el Chory Castro lanzase un
espectacular trallazo al que no pudo responder el meta Bravo (min. 50,
2-1).
De nuevo se repetía la historia y el equipo de Montanier,
ante el repliegue balear, tomaba la iniciativa; entraron Griezmann,
Pereira e Ifrán por Vela, Gonzalo Castro y Mariga y nada cambió a
excepción de algún contraataque mallorquín que, una vez más, demostraba
que es capaz de tocar bien el esférico pero que nadie está dispuesto a
conducirlo y que el miedo les atenaza.
La suerte se alió por
enésima vez con los Anfitriones cuando en el min. 82 y con la
inexplicable colaboración de Ramis, Agirretxe volvió a estrellar el
balón en el palo y el rechace de Griezmann salió excesivamente cruzado.
Los
mallorquines estaban embotellados y se mostraban impotentes; los
últimos minutos se dedicaron a despejar balones sin ton ni son aunque a
punto estuvieron de logar el tercer tanto.
Respira la afición
bermellona, no creemos que lo haga Michael Laudrup, centro de las iras
de Serra Ferrer y sus adláteres periodistas; no obstante, tienen que
mejorar mucho y creerse de lo que son capaces. La Real Sociedad fue un
digno rival que mereció más por su dominio y claridad de ideas aunque
hoy sólo afinaran la puntería con las maderas.
El colegiado Ayza
Gámez no usó la misma vara de medir en las faltas, sobretodo en los
saltos; por lo demás bien, un aprobado “pelado”.
Uff partido con ocasiones y gano el que acerto, mucha suerte tuvo el Mallorca ya que la Real tuvo bastantes oportunidades para marcar pero o el palo o por la actuacion del portero se salvaron.