Getafe y Villarreal asumirán en el encuentro que enfrentará a ambos conjuntos
en el Coliseum Alfonso Pérez el desafío de comenzar a remontar el vuelo
después de un arranque de temporada dubitativo en el que la imagen que
se había conseguido proyectar durante el periodo estival ha sufrido un
decrecimiento considerable.
El Getafe llega rozando los puestos
de descenso después de seis partidos disputados y con una trayectoria
que no invita precisamente al optimismo. Los hombres de Luis García Plaza consiguieron una victoria ante el Betis
que ha conseguido evitar que se disparen las alarmas, pero cuatro
derrotas en los últimos cinco encuentros son un bagaje muy pobre para un
equipo que soñaba con pelear por Europa.
Mientras, las crisis
del Villarreal se ha acrecentado aún más por la Champions. La máxima
competición continental pasa factura cuando no tienes suficiente fondo
de armario, y el Submarino Amarillo tiene pocos visos de aquel equipo con juego alegre y veloz que competía como la alternativa del buen juego frente a Barcelona y Real Madrid.
Los últimos resultados del equipo castellonense han provocado incluso que parte de la afición del Madrigal haya dirigido sus ojos hacia Juan Carlos Garrido,
y algunos piensan que una derrota en el Coliseum podría marcar el resto
de su trayectoria en el club dentro de un futuro no tan lejano.
Tras
la semana de parón internacional, varios jugadores han estado fuera
disputando partidos con sus selecciones: mientras que en el bando azulón Miku, Abdel y Lacen se marcharon, a pesar de que este último no podrá jugar por sanción, en el Villarreal también echaron de menos a Rossi, Cristian Zapata y Hernán Pérez.
El que por supuesto no estará en el Coliseum será Nilmar, después de que el delantero brasileño fuera operado la pasada semana de un quiste meniscal externo
que lo tendrá apartado de la competición durante varias semanas, toda
una baja de relumbrón para un equipo que necesita a todos sus efectivos
en horas bajas.
En el Getafe tampoco tienen la enfermería vacía: mientras que Gavilán sigue con un proceso de recuperación que se alarga ya
mucho más de lo que se esperaba, el Getafe tiene algunas dudas debido a
las molestias físicas que han padecido jugadores como Pedro León o
Moyá, que ya se perdió el anterior encuentro en La Rosaleda.
Sin
embargo, en el plano estadístico los madrileños afrontan este partido
con confianza: si hace dos temporadas el Getafe logró una cómoda
victoria por 3-0, el año pasado los azulones completaron uno de los mejores encuentros del último año con Míchel en el banquillo resistiendo durante noventa minutos con un jugador menos y fútbol de quilates.
Choque, por tanto, entre dos equipos condenados a ir creciendo partido a partido que buscarán un resultado positivo muy exigidos por las prisas para no caer en el agobio y la presión... ¿Qué conjunto será capaz de cambiar su dinámica?
en principio el Getafe juega en casa y parece que tiene ventaja pero veremos en el campo.
en el Coliseum Alfonso Pérez el desafío de comenzar a remontar el vuelo
después de un arranque de temporada dubitativo en el que la imagen que
se había conseguido proyectar durante el periodo estival ha sufrido un
decrecimiento considerable.
El Getafe llega rozando los puestos
de descenso después de seis partidos disputados y con una trayectoria
que no invita precisamente al optimismo. Los hombres de Luis García Plaza consiguieron una victoria ante el Betis
que ha conseguido evitar que se disparen las alarmas, pero cuatro
derrotas en los últimos cinco encuentros son un bagaje muy pobre para un
equipo que soñaba con pelear por Europa.
Mientras, las crisis
del Villarreal se ha acrecentado aún más por la Champions. La máxima
competición continental pasa factura cuando no tienes suficiente fondo
de armario, y el Submarino Amarillo tiene pocos visos de aquel equipo con juego alegre y veloz que competía como la alternativa del buen juego frente a Barcelona y Real Madrid.
Los últimos resultados del equipo castellonense han provocado incluso que parte de la afición del Madrigal haya dirigido sus ojos hacia Juan Carlos Garrido,
y algunos piensan que una derrota en el Coliseum podría marcar el resto
de su trayectoria en el club dentro de un futuro no tan lejano.
Tras
la semana de parón internacional, varios jugadores han estado fuera
disputando partidos con sus selecciones: mientras que en el bando azulón Miku, Abdel y Lacen se marcharon, a pesar de que este último no podrá jugar por sanción, en el Villarreal también echaron de menos a Rossi, Cristian Zapata y Hernán Pérez.
El que por supuesto no estará en el Coliseum será Nilmar, después de que el delantero brasileño fuera operado la pasada semana de un quiste meniscal externo
que lo tendrá apartado de la competición durante varias semanas, toda
una baja de relumbrón para un equipo que necesita a todos sus efectivos
en horas bajas.
En el Getafe tampoco tienen la enfermería vacía: mientras que Gavilán sigue con un proceso de recuperación que se alarga ya
mucho más de lo que se esperaba, el Getafe tiene algunas dudas debido a
las molestias físicas que han padecido jugadores como Pedro León o
Moyá, que ya se perdió el anterior encuentro en La Rosaleda.
Sin
embargo, en el plano estadístico los madrileños afrontan este partido
con confianza: si hace dos temporadas el Getafe logró una cómoda
victoria por 3-0, el año pasado los azulones completaron uno de los mejores encuentros del último año con Míchel en el banquillo resistiendo durante noventa minutos con un jugador menos y fútbol de quilates.
Choque, por tanto, entre dos equipos condenados a ir creciendo partido a partido que buscarán un resultado positivo muy exigidos por las prisas para no caer en el agobio y la presión... ¿Qué conjunto será capaz de cambiar su dinámica?
en principio el Getafe juega en casa y parece que tiene ventaja pero veremos en el campo.