El Racing de Santander aportó en su planteamiento por la presión cerca del área rival, por maniatar a un Espanyol valiente. Cúper se decidió por Stuani en ataque y por situar a Munitis como enganche. Por su parte, Mauricio Pochettino introdujo una novedad en el centro de la zaga. Raúl Rodríguez por Amat.
Arrancó el encuentro con mucha igualdad y respeto. Romaric tuvo la oportunidad de marcar a los tres minutos tras un pase de Álvaro, pero Toño desbarató la ocasión. El primer lanzamiento de los cántabros sobre la portería de Cristian Álvarez fue
en el minuto seis. Arana lo intentaba sin éxito desde fuera del área.
En el ocho probaron fortuna los visitantes con un lanzamiento directo de Verdú que golpeó en la barrera.
Se cumplía el cuarto de hora de encuentro y el Racing no estaba cómodo
sobre el terreno de juego. Los visitantes tenían el control de la
pelota y las ocasiones se sucedían. Sin embargo, los locales procuraban
recuperar el ritmo y crear mayor peligro. Le faltaba una mayor rapidez
en la circulación del esférico, quizás porque su juego era cada vez más
estático.
Transcurrían 23 minutos y el Racing iba acercándose a
la portería del Espanyol, principalmente con unas bandas muy activas y
vertiginosas. Los catalanes habían cedido terreno, lo que se tradujo en
una pérdida importante de la posesión. Los lanzamientos de córner se
sucedían para los de Cúper.
En el 28, Sergio García remataba de volea un rechace de la zaga cántabra dentro del área, pero se marchó por encima de la meta de Toño. La grada se empezaba a impacientar. Veía que al equipo le costaba adelantarse en el marcador. Incluso había pitos y gritos en contra del presidente del club, Francisco Pernía.
Superada la media hora, el duelo apenas tenía intensidad. Escaseaba la brillantez y la creatividad. En el treinta y cinco Dídac centraba desde la banda, pero la defensa santanderina despejaba el esférico. Después, Javi Márquez lo iba a intentar con un disparo lejano que volvía a atajar Toño. En el treinta y ocho, Diop sacaba una falta que terminó con un centro envenado que Cristian tuvo que despejar de puños. La afición estaba cada vez más nerviosa y los de Héctor Raúl Cuper no llegaban con claridad al área rival.
La
ocasión más evidente llegó cuando el senegalés volvió a disparar en el
cuarenta y dos, pero el guardameta del Espanyol estuvo atento para
evitar el primer gol del partido. Con los cántabros volcados, llegaba el
descanso.
Pochettino acertó con su planteamiento y el Espanyol hizo un muy buen partido
Comenzaba
la segunda parte con el mismo guión. Ambos conjuntos se desafiaban,
pero las ocasiones no eran lo suficientemente certeras. Munitis
seguía aligerando los contraataques de un Racing apresurado por el paso
de los minutos y la necesidad de conseguir los tres puntos. Había
cierta ansiedad, pero aún quedaba tiempo para intentar lograr una
victoria deseada y balsámica.
Las llegadas de uno y otro equipo
eran constantes, pero eran los santanderinos los que ponían más ímpetu
en los metros finales. En el cincuenta y tres Raúl Rodríguez cometía falta al borde del área, pero los locales no terminaban de afinar la puntería.
Poco después, Stuani remataba alto de cabeza tras un lanzamiento de falta de Diop. Fue entonces cuando Pochettino apostó por cambiar a Romaric y dar el relevo a Dátolo.
El Espanyol estaba contra las cuerdas. Ni siquiera le duraba el control
del balón, por lo que el Racing iba ganando tranquilidad y
atrevimiento. Pero en el 59, Sergio García marcaba el primer tanto del partido (0-1) tras un pase de Verdú. Su tercer gol de la temporada. Era un jarro de agua fría para los de Cúper.
Koné
salía al campo por Serrano en el sesenta y dos. El entrenador apostaba
por un delantero rápido con la intención de revolucionar el encuentro.
Motivo de la incertidumbre y las prisas, el Racing parecía tener miedo
de sumar una nueva derrota. Mientras, Nahuelpán salía por Stuani en el
sesenta y siete.
Los cántabros continuaban anestesiados tras el gol y el Espanyol aprovechaba los espacios para inquietar a Toño. Con Koné
en el campo, los balones en largo fueron un arma para los de Cúper.
Aunque no era suficiente ante tanta falta de creatividad. En el setenta y
cinco, Pochettino dio entrada a Pandiani. Se retiraba Álvaro. Cinco más tarde, Jairo sustituía a Arana.
Quedaba poco para el final del encuentro y en el ambiente se respiraba gran carga de tensión. En el ochenta y dos Ariel remataba de cabeza tras un centro de Cisma desde la banda. Se marchaba por encima de la portería de Cristian.
Cuatro después, Baena ocupaba el puesto de Javi Márquez
en el Espanyol. Los últimos minutos fueron un incesante intento de lo
locales por lograr la igualada, pero el encuentro moría y con él las
esperanzas de un Racing en caída libre.
Los santanderinos cierran la clasificación de la Liga con cuatro puntos. Cuatro empates y cinco derrotas. Los catalanes suman doce puntos y dan un paso de gigante hacia la cima de la competición.
Cuper puede tener las horas contadas.
Arrancó el encuentro con mucha igualdad y respeto. Romaric tuvo la oportunidad de marcar a los tres minutos tras un pase de Álvaro, pero Toño desbarató la ocasión. El primer lanzamiento de los cántabros sobre la portería de Cristian Álvarez fue
en el minuto seis. Arana lo intentaba sin éxito desde fuera del área.
En el ocho probaron fortuna los visitantes con un lanzamiento directo de Verdú que golpeó en la barrera.
Se cumplía el cuarto de hora de encuentro y el Racing no estaba cómodo
sobre el terreno de juego. Los visitantes tenían el control de la
pelota y las ocasiones se sucedían. Sin embargo, los locales procuraban
recuperar el ritmo y crear mayor peligro. Le faltaba una mayor rapidez
en la circulación del esférico, quizás porque su juego era cada vez más
estático.
Transcurrían 23 minutos y el Racing iba acercándose a
la portería del Espanyol, principalmente con unas bandas muy activas y
vertiginosas. Los catalanes habían cedido terreno, lo que se tradujo en
una pérdida importante de la posesión. Los lanzamientos de córner se
sucedían para los de Cúper.
En el 28, Sergio García remataba de volea un rechace de la zaga cántabra dentro del área, pero se marchó por encima de la meta de Toño. La grada se empezaba a impacientar. Veía que al equipo le costaba adelantarse en el marcador. Incluso había pitos y gritos en contra del presidente del club, Francisco Pernía.
Superada la media hora, el duelo apenas tenía intensidad. Escaseaba la brillantez y la creatividad. En el treinta y cinco Dídac centraba desde la banda, pero la defensa santanderina despejaba el esférico. Después, Javi Márquez lo iba a intentar con un disparo lejano que volvía a atajar Toño. En el treinta y ocho, Diop sacaba una falta que terminó con un centro envenado que Cristian tuvo que despejar de puños. La afición estaba cada vez más nerviosa y los de Héctor Raúl Cuper no llegaban con claridad al área rival.
La
ocasión más evidente llegó cuando el senegalés volvió a disparar en el
cuarenta y dos, pero el guardameta del Espanyol estuvo atento para
evitar el primer gol del partido. Con los cántabros volcados, llegaba el
descanso.
Pochettino acertó con su planteamiento y el Espanyol hizo un muy buen partido
Comenzaba
la segunda parte con el mismo guión. Ambos conjuntos se desafiaban,
pero las ocasiones no eran lo suficientemente certeras. Munitis
seguía aligerando los contraataques de un Racing apresurado por el paso
de los minutos y la necesidad de conseguir los tres puntos. Había
cierta ansiedad, pero aún quedaba tiempo para intentar lograr una
victoria deseada y balsámica.
Las llegadas de uno y otro equipo
eran constantes, pero eran los santanderinos los que ponían más ímpetu
en los metros finales. En el cincuenta y tres Raúl Rodríguez cometía falta al borde del área, pero los locales no terminaban de afinar la puntería.
Poco después, Stuani remataba alto de cabeza tras un lanzamiento de falta de Diop. Fue entonces cuando Pochettino apostó por cambiar a Romaric y dar el relevo a Dátolo.
El Espanyol estaba contra las cuerdas. Ni siquiera le duraba el control
del balón, por lo que el Racing iba ganando tranquilidad y
atrevimiento. Pero en el 59, Sergio García marcaba el primer tanto del partido (0-1) tras un pase de Verdú. Su tercer gol de la temporada. Era un jarro de agua fría para los de Cúper.
Koné
salía al campo por Serrano en el sesenta y dos. El entrenador apostaba
por un delantero rápido con la intención de revolucionar el encuentro.
Motivo de la incertidumbre y las prisas, el Racing parecía tener miedo
de sumar una nueva derrota. Mientras, Nahuelpán salía por Stuani en el
sesenta y siete.
Los cántabros continuaban anestesiados tras el gol y el Espanyol aprovechaba los espacios para inquietar a Toño. Con Koné
en el campo, los balones en largo fueron un arma para los de Cúper.
Aunque no era suficiente ante tanta falta de creatividad. En el setenta y
cinco, Pochettino dio entrada a Pandiani. Se retiraba Álvaro. Cinco más tarde, Jairo sustituía a Arana.
Quedaba poco para el final del encuentro y en el ambiente se respiraba gran carga de tensión. En el ochenta y dos Ariel remataba de cabeza tras un centro de Cisma desde la banda. Se marchaba por encima de la portería de Cristian.
Cuatro después, Baena ocupaba el puesto de Javi Márquez
en el Espanyol. Los últimos minutos fueron un incesante intento de lo
locales por lograr la igualada, pero el encuentro moría y con él las
esperanzas de un Racing en caída libre.
Los santanderinos cierran la clasificación de la Liga con cuatro puntos. Cuatro empates y cinco derrotas. Los catalanes suman doce puntos y dan un paso de gigante hacia la cima de la competición.
Cuper puede tener las horas contadas.