Alineación atrevida por la que apostó
Juanjo González en busca de los tres puntos. Agresividad en ataque con
Stuani, Acosta, Arana, Adrián y Munitis. Más de la habitual sin
descuidar el orden y la jerarquía. Por su parte, Unai Emery apostó por
Soldado, Piatti y Jonas. Los visitantes no se encontraron cómodos en el
terreno de juego, lo que se tradujo en un juego sin frescura, pasivo y
falto de ideas.
No hubo tiempo para acomodarse en la grada cuando Adrián adelantó al
Real Racing (1-0), en el minuto dos, aprovechando un pase de Pedro
Munitis. El arranque pilló frío a un Valencia que empezaba por detrás
del marcador demasiado pronto. A raíz del gol, los cántabros se
replegaron en defensa. Agazapado el conjunto santanderino, el equipo de
Unai Emery se hizo con el control del esférico. Con la posesión y la
iniciativa, los valencianos llevaron las riendas tratando de inquietar
la portería de Toño. Bien armados, los locales eran conscientes de que
no podían ceder tanto espacio al Valencia. La aportación de Pape Diop
volvía a ser fundamental en el centro del campo. En el minuto
diecisiete hubo una magnífica oportunidad para los cántabros.
El uruguayo Stuani remató de cabeza al palo tras un saque de falta de Cisma.
El ataque visitante era previsible. Mientras, el Real Racing mostraba
un gran equilibrio entre su zona defensiva y ofensiva. Valiente y con
criterio, los de Juanjo Álvarez ofrecían buenas sensaciones. Más
atentos y mejor ubicados. El Valencia estaba cometiendo imprecisiones y
daba la oportunidad a los locales a una segunda jugada con continuas
rechaces cerca de la meta de Diego Alves.
La primera aproximación clara de peligro de los visitantes fue en el
veintidós cuando Piatti estuvo a punto de lograr el empate, pero Toño
-atento- atajaba la pelota. Los de Emery tenían dudas, quizás porque no
terminaban de hacerse con el control del encuentro. La circulación del
balón no estaba siendo rápida, y en ocasiones, eso conllevaba la
conformidad en el ataque
de los santanderinos. Acostumbrado a ejercer la presión, Arana robó
la pelota a Jonas pero Acosta no estuvo acertado en los últimos metros.
Apenas inquietaba un Valencia despistado ante un Real Racing solidario y
atrevido. Idas y venidas de ambos conjuntos, pero sin demasiado acierto por ninguno de los dos.
Fluía el juego y una gran arrancada de Feghouli posibilitó que Jonas
rematara con su pierna izquierda en el treinta y cuatro. El partido
estaba más abierto, pero tácticamente los valencianistas no estaban
bien blindados en defensa. Más bien dubitativo; poco movimiento y mucha
distancia entre los jugadores.
Con tantos espacios, el Real Racing llevaba mucho peligro a la
contra con una gran movilidad de los hombres de ataque. En el treinta y
seis, Banega abandonaba el campo -por lesión- y Topal ingresaba en el
terreno de juego. Se renunciaba, en parte, al toque de balón pero se
ganaba en contundencia en el centro del campo. La verticalidad de Arana
hacía sufrir a Mathieu. A balón parado, los cántabros ocasionaban
muchos problemas a la zaga valencianista. La salida de balón seguía
siendo muy lenta en los visitantes. Abusaban del toque y
ralentizaban su juego. La primera parte estuvo marcada por el ímpetu de
los locales. Ese inconformismo contrastaba con un Valencia dormido, al que le faltaba ritmo e intensidad para despertar. Los de Juanjo González habían demostrado más ganas en un partido bastante completo de los suyos.
Entre líneas Feghouli era el que mejor entendía el rol de los
valencianistas. Tras el descanso seguía faltando lucidez. Más fe que
efectividad de cara a la portería de Toño. Los visitantes estaban
demasiado estáticos, sólo Jonas daba la sensación de movilidad en
ataque. Pocas fisuras en la defensa de un Real Racing al que le duraba
menos el esférico y continuaba saliendo a ráfagas hacia la portería de
Diego Alves. Cumplido el primer cuarto de hora de encuentro, los
locales ya no incomodaban tanto en ataque. Pero el Valencia no estaba
siendo un equipo vertical ni encontrando la creatividad necesaria. Por
el lado santanderino, Álvaro se retiraba por lesión y era Christian
quien lo sustituía. En los visitantes, Aduriz entraba por Jonas.
Fue el donostiarra quien lograba el gol del empate (1-1) tras un
saque de esquina y un desacierto defensivo. Era una de las pocas
ocasiones en las que los hombres de Juanjo González se habían
despistado en defensa. En el veintidós, Colsa sustituía a Acosta. Los
locales trataban de mantener su firmeza esperando siempre a encontrar
la oportunidad de atacar. Mientras, Unai Emery movía el banquillo y
Bernat salía por Piatti. Los visitantes parecían más enteros, más predispuestos a marcar el segundo gol. A los locales les costaba salir con rigor de su campo.
Superada la media hora de juego, Ricardo Costa disparaba un fuerte
disparo que Toño no logró interceptar y posibilitó que Aduriz diera la
vuelta al marcador (1-2). En el treinta y cinco un tremendo y
escalofriante choque entre Pape Diop y Topal detuvo el desarrollo del
partido. Afortunadamente todo quedó en un susto. El senegalés se
marchaba -por precaución- dejando su puesto a Jairo. El turco tuvo que
salir en camilla del terreno de juego. Con los tres cambios realizados,
el Valencia se quedaba con diez. Con el partido alocado y apurando los
últimos minutos, Bernardo marcaba el empate (2-2) tras una excelente
jugada y centro de Jairo, inspirado y participativo. El resultado
parecía justo.
Pedro Munitis y Ricardo Costa fueron expulsados tras una trifulca
que no conducía nada. Los locales quedan con diez, los de Emery con
nueve. Con siete minutos de descuento, restaba tiempo para que ambos
equipos pudieran llevarse el gato al agua. El encuentro estaba precipitado, y más cuando el afán por ganar acrecentaba el coraje de los dos equipos.
Fue Colsa quien tuvo en sus botas el gol de la victoria a un minuto
del final. Era la última oportunidad para el Real Racing y del partido.
Tras este reparto de puntos, el Real Racing Club suma veintiún
puntos y coquetea con el descenso. Los valencianistas se mantienen
terceros en la clasificación con treinta y seis.
otro tropezon del Valencia y van...
Juanjo González en busca de los tres puntos. Agresividad en ataque con
Stuani, Acosta, Arana, Adrián y Munitis. Más de la habitual sin
descuidar el orden y la jerarquía. Por su parte, Unai Emery apostó por
Soldado, Piatti y Jonas. Los visitantes no se encontraron cómodos en el
terreno de juego, lo que se tradujo en un juego sin frescura, pasivo y
falto de ideas.
No hubo tiempo para acomodarse en la grada cuando Adrián adelantó al
Real Racing (1-0), en el minuto dos, aprovechando un pase de Pedro
Munitis. El arranque pilló frío a un Valencia que empezaba por detrás
del marcador demasiado pronto. A raíz del gol, los cántabros se
replegaron en defensa. Agazapado el conjunto santanderino, el equipo de
Unai Emery se hizo con el control del esférico. Con la posesión y la
iniciativa, los valencianos llevaron las riendas tratando de inquietar
la portería de Toño. Bien armados, los locales eran conscientes de que
no podían ceder tanto espacio al Valencia. La aportación de Pape Diop
volvía a ser fundamental en el centro del campo. En el minuto
diecisiete hubo una magnífica oportunidad para los cántabros.
El uruguayo Stuani remató de cabeza al palo tras un saque de falta de Cisma.
El ataque visitante era previsible. Mientras, el Real Racing mostraba
un gran equilibrio entre su zona defensiva y ofensiva. Valiente y con
criterio, los de Juanjo Álvarez ofrecían buenas sensaciones. Más
atentos y mejor ubicados. El Valencia estaba cometiendo imprecisiones y
daba la oportunidad a los locales a una segunda jugada con continuas
rechaces cerca de la meta de Diego Alves.
La primera aproximación clara de peligro de los visitantes fue en el
veintidós cuando Piatti estuvo a punto de lograr el empate, pero Toño
-atento- atajaba la pelota. Los de Emery tenían dudas, quizás porque no
terminaban de hacerse con el control del encuentro. La circulación del
balón no estaba siendo rápida, y en ocasiones, eso conllevaba la
conformidad en el ataque
de los santanderinos. Acostumbrado a ejercer la presión, Arana robó
la pelota a Jonas pero Acosta no estuvo acertado en los últimos metros.
Apenas inquietaba un Valencia despistado ante un Real Racing solidario y
atrevido. Idas y venidas de ambos conjuntos, pero sin demasiado acierto por ninguno de los dos.
Fluía el juego y una gran arrancada de Feghouli posibilitó que Jonas
rematara con su pierna izquierda en el treinta y cuatro. El partido
estaba más abierto, pero tácticamente los valencianistas no estaban
bien blindados en defensa. Más bien dubitativo; poco movimiento y mucha
distancia entre los jugadores.
Con tantos espacios, el Real Racing llevaba mucho peligro a la
contra con una gran movilidad de los hombres de ataque. En el treinta y
seis, Banega abandonaba el campo -por lesión- y Topal ingresaba en el
terreno de juego. Se renunciaba, en parte, al toque de balón pero se
ganaba en contundencia en el centro del campo. La verticalidad de Arana
hacía sufrir a Mathieu. A balón parado, los cántabros ocasionaban
muchos problemas a la zaga valencianista. La salida de balón seguía
siendo muy lenta en los visitantes. Abusaban del toque y
ralentizaban su juego. La primera parte estuvo marcada por el ímpetu de
los locales. Ese inconformismo contrastaba con un Valencia dormido, al que le faltaba ritmo e intensidad para despertar. Los de Juanjo González habían demostrado más ganas en un partido bastante completo de los suyos.
Entre líneas Feghouli era el que mejor entendía el rol de los
valencianistas. Tras el descanso seguía faltando lucidez. Más fe que
efectividad de cara a la portería de Toño. Los visitantes estaban
demasiado estáticos, sólo Jonas daba la sensación de movilidad en
ataque. Pocas fisuras en la defensa de un Real Racing al que le duraba
menos el esférico y continuaba saliendo a ráfagas hacia la portería de
Diego Alves. Cumplido el primer cuarto de hora de encuentro, los
locales ya no incomodaban tanto en ataque. Pero el Valencia no estaba
siendo un equipo vertical ni encontrando la creatividad necesaria. Por
el lado santanderino, Álvaro se retiraba por lesión y era Christian
quien lo sustituía. En los visitantes, Aduriz entraba por Jonas.
Fue el donostiarra quien lograba el gol del empate (1-1) tras un
saque de esquina y un desacierto defensivo. Era una de las pocas
ocasiones en las que los hombres de Juanjo González se habían
despistado en defensa. En el veintidós, Colsa sustituía a Acosta. Los
locales trataban de mantener su firmeza esperando siempre a encontrar
la oportunidad de atacar. Mientras, Unai Emery movía el banquillo y
Bernat salía por Piatti. Los visitantes parecían más enteros, más predispuestos a marcar el segundo gol. A los locales les costaba salir con rigor de su campo.
Superada la media hora de juego, Ricardo Costa disparaba un fuerte
disparo que Toño no logró interceptar y posibilitó que Aduriz diera la
vuelta al marcador (1-2). En el treinta y cinco un tremendo y
escalofriante choque entre Pape Diop y Topal detuvo el desarrollo del
partido. Afortunadamente todo quedó en un susto. El senegalés se
marchaba -por precaución- dejando su puesto a Jairo. El turco tuvo que
salir en camilla del terreno de juego. Con los tres cambios realizados,
el Valencia se quedaba con diez. Con el partido alocado y apurando los
últimos minutos, Bernardo marcaba el empate (2-2) tras una excelente
jugada y centro de Jairo, inspirado y participativo. El resultado
parecía justo.
Pedro Munitis y Ricardo Costa fueron expulsados tras una trifulca
que no conducía nada. Los locales quedan con diez, los de Emery con
nueve. Con siete minutos de descuento, restaba tiempo para que ambos
equipos pudieran llevarse el gato al agua. El encuentro estaba precipitado, y más cuando el afán por ganar acrecentaba el coraje de los dos equipos.
Fue Colsa quien tuvo en sus botas el gol de la victoria a un minuto
del final. Era la última oportunidad para el Real Racing y del partido.
Tras este reparto de puntos, el Real Racing Club suma veintiún
puntos y coquetea con el descenso. Los valencianistas se mantienen
terceros en la clasificación con treinta y seis.
otro tropezon del Valencia y van...