Partido muy intenso el vivido en el
Sardinero. Los dos conjuntos eran conscientes de lo que se jugaban y
lucharon desde el principio por ello. Ya desde los compases iniciales se
vio a un Racing dominador, aunque no llegó muchas veces, cabe destacar
una de Adrián que para magníficamente Juan Pablo. Poco a poco los
asturianos se fueron animando, y así llegó el gol: en una falta a la
frontal del área, Rivera la toca y Barral la empalma de una manera
soberbia en la que poco pudo hacer Toño. Daba la campanada el equipo de
Clemente, con esto se llegó al descanso.
La segunda parte empezó
como la primera, con un Racing que se hacía con el control del encuentro
pero que no materializaba sus ocasiones, tan solo una de Stuani que se
marchó fuera por poco. El Sporting se cerró y acabó jugando con cinco
defensas.
Después llegó la jugada del gol: cae Stuani en una
jugada un tanto embarullada en la que Ayza Gámez concede la pena máxima.
Fue el propio uruguayo el que materializó el gol, que fue un mazazo
para los gijoneses. El técnico visitante apostó por el canterano Mendy,
quien rindió a bastante buen nivel. Las cosas hubieran sido muy
diferentes si Sangoy, en el minuto 90, hubiera empujado la pelota en
jugada muy clara que el argentino desperdició.
Al final, un
resultado que no satisface a ninguno y que hunde un poco más al conjunto
rojiblanco, que ven como sus opciones se van diluyendo con el paso de
las jornadas.
Resultado que no sirve a ninguno de los dos.
Sardinero. Los dos conjuntos eran conscientes de lo que se jugaban y
lucharon desde el principio por ello. Ya desde los compases iniciales se
vio a un Racing dominador, aunque no llegó muchas veces, cabe destacar
una de Adrián que para magníficamente Juan Pablo. Poco a poco los
asturianos se fueron animando, y así llegó el gol: en una falta a la
frontal del área, Rivera la toca y Barral la empalma de una manera
soberbia en la que poco pudo hacer Toño. Daba la campanada el equipo de
Clemente, con esto se llegó al descanso.
La segunda parte empezó
como la primera, con un Racing que se hacía con el control del encuentro
pero que no materializaba sus ocasiones, tan solo una de Stuani que se
marchó fuera por poco. El Sporting se cerró y acabó jugando con cinco
defensas.
Después llegó la jugada del gol: cae Stuani en una
jugada un tanto embarullada en la que Ayza Gámez concede la pena máxima.
Fue el propio uruguayo el que materializó el gol, que fue un mazazo
para los gijoneses. El técnico visitante apostó por el canterano Mendy,
quien rindió a bastante buen nivel. Las cosas hubieran sido muy
diferentes si Sangoy, en el minuto 90, hubiera empujado la pelota en
jugada muy clara que el argentino desperdició.
Al final, un
resultado que no satisface a ninguno y que hunde un poco más al conjunto
rojiblanco, que ven como sus opciones se van diluyendo con el paso de
las jornadas.
Resultado que no sirve a ninguno de los dos.