Después
de dos partidos en Liga con una ligera sequía goleadora, el Barça
sometía al Mallorca endosándole cuatro goles mediante lo goles de Isaac
Cuenca y Leo Messi que un Hat Trick resolvía dudas y fantasmas respecto
a su rendimiento en los últimos partidos.
Barça y Mallorca se lanzaban al Camp Nou con distinta actitud pero
mismo objetivo, Ganar. Unos por despejar las dudas de esa Mini Crisis
que se le atribuye, los otros intentar ganar para sacar un buen grado
de motivación además de la correspondiente mejoría en la tabla
clasificatoria.
Pep Guardiola decidía innovar de nuevo en su alineación inicial,
innovación lógica sin embargo dando descanso a Xavi Hernández y
confiando de nuevo en el joven Isaac Cuenca en el extremo derecho.
También confió el técnico blaugrana en la misma defensa que ante el
Granada.
Joaquín Caparrós también daba su toque de sorpresa al colocar en el
equipo inicial al joven delantero del filial Álvaro Giménez debutando
en primera división con 21 años. Muy atrevido el sevillano con su
planteamiento a pesar de que su equipo no tardó en meterse atrás nada
más comenzar el partido.
Una técnica que según se ha podido ver en los últimos partidos,
parece funcionar ante el Barça, bien aplicada y con rigor si se puede
aguantar como mínimo el 80% del partido. No fue el caso. El
planteamiento defensivo de Caparrós intentaba emular a buenas
actuaciones de Granada o Sevilla, pero el Mallorca no supo cerrar los
huecos.
Tanto fue así que en el minuto sucede lo que muy usualmente no le
ocurre al Barça en esta temporada. Penalti a favor, por mano de Nsue
dentro del área tras un centro fenomenal de Adriano Correia.
El encargado de lanzar la pena máxima fue Leo Messi claro con el
objetivo de despejar algunas dudas infundadas, sobre el bajón que había
podido sufrir tanto personalmente como todo el equipo en los últimos
partidos.
Esta vez no fallaba el argentino poniendo el primer tanto en el
marcador. A partir de ahí, el de Rosario se empeñó en demostrar que
quien le critica, debería saber que finalmente acabará tragándose sus
palabras.
Ultra-motivación de Messi, que se ponía el mono de trabajo y en el
minuto 21 ya estaba celebrando el segundo. Es Cuenca de nuevo el que
pone el balón al área para que tras un leve roce de Adriano, sea el
argentino el que solo tiene que empujarla hacia la red.
Lo que pasó en el Camp Nou a partir de ese momento se puede definir
con pocas palabras. Al borde de la media hora el balón, centrado por
Dani Alves, regresa de nuevo a los pies del mismo protagonista, que
pega de primeras y convierte su Hat Trick de la tarde.
Parecía que Messi jugara solo, únicamente rodeado que de gente que
le centraba, le pasaba o le cedía el balón para que lo metiese entre
los tres palos. Dudas despejadas con el argentino que sometía al
Mallorca que, por otro lado, no tuvo la intención de jugar en toda la
primera parte.
El segundo periodo comenzaba adormilado en el campo mallorquinista,
ídem que en la primera mitad. Se veía al equipo de Caparrós como
sopesando una solución que no llegaba, no obstante en parte porque el
Barça no le dejaba.
En estas, Leo Messi decidía que “no le apetecía” meter el cuarto y
le pasa el testigo al joven delantero del filial Isaac Cuenca que,
habilitado fabulosamente por un pase entrelineas de Thiago regatea a
Aoutate para dibujar el cuatro en el luminoso. Se demostraba así la
confianza de Guardiola en el jugador del filial.
Con la renta de cuatro goles, el Barça comenzaba la dosificación y
daba entrada a Puyol en el medio centro y a otro canterano, Deloufeu
sustituyendo a David Villa. Caparrós también quiso dar un punto de
frescura después del descanso colocando a Crespí en el lugar de Ramis y
Zuiverloon por Tissone, cosa que no consiguió no obstante.
Suele suceder con cuatro goles a favor, y el Barça bajaba el ritmo,
aunque el Mallorca no parecía aprovecharlo. Aun así las ocasiones
blaugranas se repetían por ninguna clara de los de Caparrós, que
estaban sufriendo un partido larguísimo en su visita a Barcelona.
Las pocas veces que el Mallorca pudo tener el balón o llegar al área
culé, fue como si le das la pelota a un cojo. Ni se vio ni se esperó a
los baleares que no supieron jugar ni a la ofensiva ni a la defensiva.
Con el tiempo ya cumplido, mismos papeles para ambos equipos, con un
Mallorca indefenso y que frenaba con una entrada demasiado agresiva a
Leo Messi con el partido casi acabado. No sabían que esa última falta
sería la culpable de que pocos segundos después, la Manita de cinco
goles se hiciese presente con un gol desde fuera del área de Dani Alves,
que daba así el punto y final al sufrimiento balear.
Alguen tenia que pagar la sequia de Messi, y mas si les das un penalty infantil por parte de un jugador del Mallorca y como cada jornada fallo en defensa y Messi solo no falla, y con ello un 2-0, hasta aqui lo que escuchado por la radio del resto me lo puedo imaginar.Esto no es nuestra liga, y sabiendo las bajas del Mallorca en defensa y 2 jovenes que hace 15 dias jugaban en 2b,como titulares, la suerte es que no cayeran mas.