El Racing vuelve a ser rival de sí mismo, de sus miedos, de sus dudas, de sus errores y de su destino. Y es así porque los cántabros llevan recorrido un camino pedregoso, repleto de obstáculos que, a veces, se convierten en serias barreras: como perder dos puntos ante el Sevilla en el descuento.
Los santanderinos quieren cambiar la realidad, pero les cuesta tanto que resulta una tarea que urge demasiada necesidad. Son más disgustos que alegrías, son más preocupaciones que alivios. La
afición quiere pensar que esto es sólo un mal sueño, una de esas
noches que duermes envuelto y divagando entre problemas y quieres
despertar para saber que no ha ocurrido. La verdadera pena es que el
Racing disfruta de pocas satisfacciones. Resulta que aprender de los
errores no basta para recuperar el orden y el equilibrio. Jugar ante el
Real Betis vuelve a antojarse como un desafío, como una verdadera
final. Sí una más y ya van varias. Y eso que los andaluces no
atraviesan por su mejor momento. Van en caída libre, aunque mejor
pensar que llevan frenos para evitar un golpe más serio.
Pepe Mel apostó ante el RCD Espanyol por un equipo menos ofensivo y
carente de valentía. Se le vio acongojado y con poca mordiente. Parece
necesario recuperar ese estilo que cautivó hace pocas jornadas, que
dejen de lado esa cobardía que le van incrustando las derrotas. Quizás
sea una mala racha, pero este Real Betis ha perdido la finura y el
desparpajo del principio de campaña. Cinco derrotas consecutivas que
han mermado, y mucho, la osadía demostrada. En El Sardinero se enfrentarán dos conjuntos heridos,
asfixiados por la obligación de quitarse del medio tanta presión. Son
dos equipos lastrados por sus deslices, necesitados de tres puntos que
den oxígeno y cierta cordura a una estabilidad perdida. Los sevillanos
parecen tener más margen, pero los cántabros deben olvidarse de estos
malos resultados si quieren huir de ese precipicio, de esa agónica
penúltima posición.
En Santander existen tantas contradicciones que muchas preguntas no
parecen tener respuesta. La gente no aguanta tantos sinsabores, pero tampoco quieren perder la más mínima esperanza de ver a su equipo respirar con victorias que no llegan.
La situación es más crítica aún tras la dimisión este viernes de los
miembros del Consejo de Administración del club, salvo la excepción de
Ahsan Ali Syed y la cúpula de la empresa WGA. Ha sido la gota que ha
colmado el vaso. La situación es límite y una derrota del Racing podría
suponer echar más leña al fuego. Héctor Raúl Cúper no podrá contar
para el choque con los lesionados Acosta y Kennedy. En el conjunto
andaluz son baja Roque Santa Cruz y Mario. Tampoco podrá jugar Chica,
que sufre una pequeña rotura de fibras en el semitendinoso. Ni Amaya,
que no ha superado los problemas en su tobillo y tampoco estará
disponible.
El Racing suma cinco puntos en Liga. Cinco empates y cuatro derrotas
en nueve partidos. En casa, sólo han conseguido tres puntos. Ante el Levante, Real Madrid y Rayo Vallecano. Los de Pepe Mel son décimos. Cuatro
victorias y cinco derrotas. Lejos del Benito Villamarín, los andaluces
han conseguido el triunfo ante el Granada y el Athletic. Hay mucho en
juego en El Sardinero.
A ver el Racing si puede con el Betis, a mi me huele a empate.
Los santanderinos quieren cambiar la realidad, pero les cuesta tanto que resulta una tarea que urge demasiada necesidad. Son más disgustos que alegrías, son más preocupaciones que alivios. La
afición quiere pensar que esto es sólo un mal sueño, una de esas
noches que duermes envuelto y divagando entre problemas y quieres
despertar para saber que no ha ocurrido. La verdadera pena es que el
Racing disfruta de pocas satisfacciones. Resulta que aprender de los
errores no basta para recuperar el orden y el equilibrio. Jugar ante el
Real Betis vuelve a antojarse como un desafío, como una verdadera
final. Sí una más y ya van varias. Y eso que los andaluces no
atraviesan por su mejor momento. Van en caída libre, aunque mejor
pensar que llevan frenos para evitar un golpe más serio.
Pepe Mel apostó ante el RCD Espanyol por un equipo menos ofensivo y
carente de valentía. Se le vio acongojado y con poca mordiente. Parece
necesario recuperar ese estilo que cautivó hace pocas jornadas, que
dejen de lado esa cobardía que le van incrustando las derrotas. Quizás
sea una mala racha, pero este Real Betis ha perdido la finura y el
desparpajo del principio de campaña. Cinco derrotas consecutivas que
han mermado, y mucho, la osadía demostrada. En El Sardinero se enfrentarán dos conjuntos heridos,
asfixiados por la obligación de quitarse del medio tanta presión. Son
dos equipos lastrados por sus deslices, necesitados de tres puntos que
den oxígeno y cierta cordura a una estabilidad perdida. Los sevillanos
parecen tener más margen, pero los cántabros deben olvidarse de estos
malos resultados si quieren huir de ese precipicio, de esa agónica
penúltima posición.
En Santander existen tantas contradicciones que muchas preguntas no
parecen tener respuesta. La gente no aguanta tantos sinsabores, pero tampoco quieren perder la más mínima esperanza de ver a su equipo respirar con victorias que no llegan.
La situación es más crítica aún tras la dimisión este viernes de los
miembros del Consejo de Administración del club, salvo la excepción de
Ahsan Ali Syed y la cúpula de la empresa WGA. Ha sido la gota que ha
colmado el vaso. La situación es límite y una derrota del Racing podría
suponer echar más leña al fuego. Héctor Raúl Cúper no podrá contar
para el choque con los lesionados Acosta y Kennedy. En el conjunto
andaluz son baja Roque Santa Cruz y Mario. Tampoco podrá jugar Chica,
que sufre una pequeña rotura de fibras en el semitendinoso. Ni Amaya,
que no ha superado los problemas en su tobillo y tampoco estará
disponible.
El Racing suma cinco puntos en Liga. Cinco empates y cuatro derrotas
en nueve partidos. En casa, sólo han conseguido tres puntos. Ante el Levante, Real Madrid y Rayo Vallecano. Los de Pepe Mel son décimos. Cuatro
victorias y cinco derrotas. Lejos del Benito Villamarín, los andaluces
han conseguido el triunfo ante el Granada y el Athletic. Hay mucho en
juego en El Sardinero.
A ver el Racing si puede con el Betis, a mi me huele a empate.