El sindicato de jugadores ha rechazado la última propuesta de la NBA para cerrar el lockout y ha decidido disolverse para emprender acciones legales por separado. Este paso atrás hace peligrar más que nunca la temporada 2011-2012.
Las peores sospechas se han hecho realidad y el sindicato de jugadores con Derek Fisher a la cabeza ha rechazado la última oferta presentada por la patronal, renunciando además a seguir representando a los jugadores. Ahora los jugadores pueden demandar a la NBA por violación de las leyes anti-monopolio, por lo que el proceso corre peligro de alargar el lockout y finiquitar una temporada que debía haber empezado este mismo mes.
La decisión ha sido tomada tras más de cuatro horas de reunión entre los dirigentes sindicales de los equipos y una representación de jugadores. Tras una votación a mano alzada se ha comunicado la decisión a la NBA por carta. Minutos más tarde, Billy Hunter y Derek Fisher comparecían ante los medios para comunicar que "las negociaciones están completamente rotas". Lo que antes era un conflicto laboral ahora se convierte en un conflicto legal, justificado por el ya extinto sindicato diciendo que "las cosas no iban a mejorar". El ultimátum de Stern no ha amilanado al sindicato, que ha dado la negativa de manera unánime: "Los jugadores sentían que habían dado suficiente, pero la NBA no estaba dispuesta a continuar con las negociaciones".
La respuesta de David Stern no ha tardado en llegar, que ha calificado la decisión de los jugadores como "irresponsable", valorando la disolución del sindicato como una simple estrategia para seguir presionando a la patronal. Especialmente beligerante con Billy Hunter y Jeffrey Kessler, director ejecutivo y abogado de la NBPA, respectivamente, el Comisionado ha llegado a referirse a las próximas fechas como "días de invierno nuclear", amenazando con un proceso judicial muy largo si los jugadores deciden utilizar esta vía.
Sobre la posibilidad de anunciar la cancelación de más partidos, David Stern ha manifestado que aún no hay nada decidido, recordando que una vez que se haya llegado a un acuerdo es necesario un mes antes de lanzar el balón al aire.
Este nuevo episodio en el lockout no implica ni mucho menos la suspensión definitiva de la temporada, sino que significa que ahora los jugadores pueden demandar a la NBA, aunque las demandas igual que se pueden poner también se pueden quitar. Este mismo proceso tuvo lugar durante el lockout de la NFL y la resolución fue satisfactoria. Pero al igual que al comienzo de este proceso, todo depende de la voluntad de unos y otros para ceder y llegar a un acuerdo.
La posición de la NBA es muy incómoda, pero también la de los jugadores, que tienen ante sí una temporada en el aire ante un año de Juegos Olímpicos, por lo que no es de extrañar que algunos de los más importantes busquen una salida para entrar en competición. De ahí que rumores como el que situaban a Durant en la Liga Endesa cobren mayor sentido hoy. Del mismo modo, hay clubes que se frotan las manos ante la perspectiva de la cancelación de toda la temporada en la NBA, pudiendo disfrutar la afición madridista o alicantina de jugadores como Rudy Fernández o Kyle Singler.
Mal me Huele esto,como Sigan a Si,Sin llegar a un Acuerdo,nos quedamos Sin NBA,Pero yo creo que al Final entre unos y otros No es Más que un Tira Y Afloja y Ambas Partes se Reconciliarán.
Las peores sospechas se han hecho realidad y el sindicato de jugadores con Derek Fisher a la cabeza ha rechazado la última oferta presentada por la patronal, renunciando además a seguir representando a los jugadores. Ahora los jugadores pueden demandar a la NBA por violación de las leyes anti-monopolio, por lo que el proceso corre peligro de alargar el lockout y finiquitar una temporada que debía haber empezado este mismo mes.
La decisión ha sido tomada tras más de cuatro horas de reunión entre los dirigentes sindicales de los equipos y una representación de jugadores. Tras una votación a mano alzada se ha comunicado la decisión a la NBA por carta. Minutos más tarde, Billy Hunter y Derek Fisher comparecían ante los medios para comunicar que "las negociaciones están completamente rotas". Lo que antes era un conflicto laboral ahora se convierte en un conflicto legal, justificado por el ya extinto sindicato diciendo que "las cosas no iban a mejorar". El ultimátum de Stern no ha amilanado al sindicato, que ha dado la negativa de manera unánime: "Los jugadores sentían que habían dado suficiente, pero la NBA no estaba dispuesta a continuar con las negociaciones".
La respuesta de David Stern no ha tardado en llegar, que ha calificado la decisión de los jugadores como "irresponsable", valorando la disolución del sindicato como una simple estrategia para seguir presionando a la patronal. Especialmente beligerante con Billy Hunter y Jeffrey Kessler, director ejecutivo y abogado de la NBPA, respectivamente, el Comisionado ha llegado a referirse a las próximas fechas como "días de invierno nuclear", amenazando con un proceso judicial muy largo si los jugadores deciden utilizar esta vía.
Sobre la posibilidad de anunciar la cancelación de más partidos, David Stern ha manifestado que aún no hay nada decidido, recordando que una vez que se haya llegado a un acuerdo es necesario un mes antes de lanzar el balón al aire.
Este nuevo episodio en el lockout no implica ni mucho menos la suspensión definitiva de la temporada, sino que significa que ahora los jugadores pueden demandar a la NBA, aunque las demandas igual que se pueden poner también se pueden quitar. Este mismo proceso tuvo lugar durante el lockout de la NFL y la resolución fue satisfactoria. Pero al igual que al comienzo de este proceso, todo depende de la voluntad de unos y otros para ceder y llegar a un acuerdo.
La posición de la NBA es muy incómoda, pero también la de los jugadores, que tienen ante sí una temporada en el aire ante un año de Juegos Olímpicos, por lo que no es de extrañar que algunos de los más importantes busquen una salida para entrar en competición. De ahí que rumores como el que situaban a Durant en la Liga Endesa cobren mayor sentido hoy. Del mismo modo, hay clubes que se frotan las manos ante la perspectiva de la cancelación de toda la temporada en la NBA, pudiendo disfrutar la afición madridista o alicantina de jugadores como Rudy Fernández o Kyle Singler.
Mal me Huele esto,como Sigan a Si,Sin llegar a un Acuerdo,nos quedamos Sin NBA,Pero yo creo que al Final entre unos y otros No es Más que un Tira Y Afloja y Ambas Partes se Reconciliarán.