Muhammad Ali quiso demostrar que siempre sintió admiración por Joe Frazier
El legendario Joe Frazier fue el primer boxeador que tumbó a Muhammad Ali en el considerado "Combate del Siglo". Su terrible gancho de izquierda hizo posible que Ali se fuese a la lona en el decimoquinto asalto de la pelea que ambos disputaron en el legendario Madison Square Garden, de Nueva York, en 1971. Pese a la rivalidad eran amigos.
Ali, pese a la enfermedad de Parkinson que padece, decidió viajar hasta Filadelfia con su familia para estar presente en la ceremonia religiosa de despedida de Frazier, que falleció la pasada semana a la edad de 67 años.
El mejor boxeador de todos los tiempos observó en silencio el féretro blanco con el cuerpo de Frazier en su interior y encima colocado el cinturón de campeón y un par de guantes de boxeo.
Hasta que el reverendo Jesse Jackson, también presente entre las 4.000 personas que acudieron al funeral en Filadelfia para darle el último adiós a Frazier, pidió que se aplaudiese en honor del hombre que siempre manifestó su gran amor por los demás y mostró su alegría permanente.
Ali, a pesar de su estado frágil y tembloroso, se levantó de su asiento y aplaudió con fuerza a 'Smokin Joe', el púgil que quitó el invicto en su espectacular carrera boxística.
Muhammad Ali ya había dicho al conocer el fallecimiento de Frazier, que murió de cáncer de hígado, que el mundo había perdido a un gran campeón y a extraordinaria persona.
Sin embargo, quiso demostrarle a "Smokin" Joe que, a pesar de los insultos que le dedicaba antes de cada pelea, siempre sintió admiración por él y estuvo al lado de sus amigos como el promotor Don King y los ex campeones George Foreman y Larry Holmes.
Frazier esta vez había conseguido la última y más importante victoria de su vida, que Ali le diese todo el respeto que se merecía como persona y le demostrase que también había sido su amigo en silencio.
Gran homenaje del gran campeón a Joe "Smokin" Frazier. Como no podía ser de otra manera el mejor pugil de todos los tiempos se despidió de su gran rival presentandole sus respetos. Atrás quedaron aquellos combates al limite y aquellas ruedas de prensa que marcaron una época.
El legendario Joe Frazier fue el primer boxeador que tumbó a Muhammad Ali en el considerado "Combate del Siglo". Su terrible gancho de izquierda hizo posible que Ali se fuese a la lona en el decimoquinto asalto de la pelea que ambos disputaron en el legendario Madison Square Garden, de Nueva York, en 1971. Pese a la rivalidad eran amigos.
Ali, pese a la enfermedad de Parkinson que padece, decidió viajar hasta Filadelfia con su familia para estar presente en la ceremonia religiosa de despedida de Frazier, que falleció la pasada semana a la edad de 67 años.
El mejor boxeador de todos los tiempos observó en silencio el féretro blanco con el cuerpo de Frazier en su interior y encima colocado el cinturón de campeón y un par de guantes de boxeo.
Hasta que el reverendo Jesse Jackson, también presente entre las 4.000 personas que acudieron al funeral en Filadelfia para darle el último adiós a Frazier, pidió que se aplaudiese en honor del hombre que siempre manifestó su gran amor por los demás y mostró su alegría permanente.
Ali, a pesar de su estado frágil y tembloroso, se levantó de su asiento y aplaudió con fuerza a 'Smokin Joe', el púgil que quitó el invicto en su espectacular carrera boxística.
Muhammad Ali ya había dicho al conocer el fallecimiento de Frazier, que murió de cáncer de hígado, que el mundo había perdido a un gran campeón y a extraordinaria persona.
Sin embargo, quiso demostrarle a "Smokin" Joe que, a pesar de los insultos que le dedicaba antes de cada pelea, siempre sintió admiración por él y estuvo al lado de sus amigos como el promotor Don King y los ex campeones George Foreman y Larry Holmes.
Frazier esta vez había conseguido la última y más importante victoria de su vida, que Ali le diese todo el respeto que se merecía como persona y le demostrase que también había sido su amigo en silencio.
Gran homenaje del gran campeón a Joe "Smokin" Frazier. Como no podía ser de otra manera el mejor pugil de todos los tiempos se despidió de su gran rival presentandole sus respetos. Atrás quedaron aquellos combates al limite y aquellas ruedas de prensa que marcaron una época.