El Athletic Club ha conseguido poner fin a 18 años sin ganar con el
1-2 (Iraola, Navas y De Marcos) en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla
más bien timorato y que ha ido todo el rato a remolque ante el ritmo y
el juego desplegado por los pupilos de Marcelo Bielsa.
El partido ha empezado intenso, merced a las intenciones de unos
leones que este año salen a ganar en todos los campos. Gracias a esto,
Iraola anotaba en el minuto seis el 0-1 tras recoger un rechace a la
salida de un córner y ajustar el esférico a la cepa del poste izquierdo
de Varas. El Sevilla a partir de entonces ha ido a empatar el partido
con más corazón que claridad de ideas y, a pesar de ello, ha logrado
igualar el encuentro al cuarto de hora por medio de Navas, que
aprovechaba una peinada de Kanouté, para colocar el balón en el segundo
palo lejos del alcance de Iraizoz.
El hecho de colocar el técnico de Rosario a Muniain por el lado de
Fernando Navarro y Perotti y a Susaeta en el de Cáceres y Navas ha
hecho el efecto deseado: por un lado ha evitado que el lateral catalán
subiera hasta el lateral del área y ha tenido al extremo argentino más
pendiente de correr hacia atrás que hacia delante, y por otro lado,
Navas no ha tenido en casi ningún momento opción de mano a mano con el
lateral vasco. También era novedad en el once la presencia de Íñigo
Pérez (novedad por no haber ocurrido en toda la liga pero era fácil de
prever viendo los últimos entrenamientos en Lezama).
Si la primera parte ha sido una dura disputa en la que los
visitantes se han logrado imponer ligeramente, en la segunda parte el
ritmo y el control, exceptuando algunas fases, sobre todo al final del
partido, lo han puesto los leones, que ha tenido más de una ocasión de
lograr un marcador más abultado. Y más aún tras anotar el 1-2 De Marcos
en un balón que él mismo ha robado al presionar la salida de balón
sevillista y que al caer en la botas de Muniain, éste le ha colocado el
balón en profundidad al lateral rojiblanco y de rebote en el mano con
Varas ha tenido que empujar el balón al fondo de las mallas sin
oposición alguna.
Desde el 1-2 hasta el final, ha habido momentos en los que el
Athletic ha dominado el cuero con tiranía, haciendo del control del
juego y del esférico su principio defensivo, y ha habido otros en los
que se encontraban más encerrados y han salido a la contra con mucho
peligro pudiendo haber aumentado la diferencia en el luminoso.
Como estan los leones la verdad que pinta muy bien este equipo.
1-2 (Iraola, Navas y De Marcos) en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla
más bien timorato y que ha ido todo el rato a remolque ante el ritmo y
el juego desplegado por los pupilos de Marcelo Bielsa.
El partido ha empezado intenso, merced a las intenciones de unos
leones que este año salen a ganar en todos los campos. Gracias a esto,
Iraola anotaba en el minuto seis el 0-1 tras recoger un rechace a la
salida de un córner y ajustar el esférico a la cepa del poste izquierdo
de Varas. El Sevilla a partir de entonces ha ido a empatar el partido
con más corazón que claridad de ideas y, a pesar de ello, ha logrado
igualar el encuentro al cuarto de hora por medio de Navas, que
aprovechaba una peinada de Kanouté, para colocar el balón en el segundo
palo lejos del alcance de Iraizoz.
El hecho de colocar el técnico de Rosario a Muniain por el lado de
Fernando Navarro y Perotti y a Susaeta en el de Cáceres y Navas ha
hecho el efecto deseado: por un lado ha evitado que el lateral catalán
subiera hasta el lateral del área y ha tenido al extremo argentino más
pendiente de correr hacia atrás que hacia delante, y por otro lado,
Navas no ha tenido en casi ningún momento opción de mano a mano con el
lateral vasco. También era novedad en el once la presencia de Íñigo
Pérez (novedad por no haber ocurrido en toda la liga pero era fácil de
prever viendo los últimos entrenamientos en Lezama).
Si la primera parte ha sido una dura disputa en la que los
visitantes se han logrado imponer ligeramente, en la segunda parte el
ritmo y el control, exceptuando algunas fases, sobre todo al final del
partido, lo han puesto los leones, que ha tenido más de una ocasión de
lograr un marcador más abultado. Y más aún tras anotar el 1-2 De Marcos
en un balón que él mismo ha robado al presionar la salida de balón
sevillista y que al caer en la botas de Muniain, éste le ha colocado el
balón en profundidad al lateral rojiblanco y de rebote en el mano con
Varas ha tenido que empujar el balón al fondo de las mallas sin
oposición alguna.
Desde el 1-2 hasta el final, ha habido momentos en los que el
Athletic ha dominado el cuero con tiranía, haciendo del control del
juego y del esférico su principio defensivo, y ha habido otros en los
que se encontraban más encerrados y han salido a la contra con mucho
peligro pudiendo haber aumentado la diferencia en el luminoso.
Como estan los leones la verdad que pinta muy bien este equipo.