Sólo tres veces había podido ganar el Racing en las once ocasiones que el Villarreal visitó El Sardinero en primera División. Y no ganaban a este rival desde hacía casi cinco años. Pero ese no era el único muro que debía escalar el Gigante Montañés para salir adelante este sábado. Empezaba una nueva historia, con nuevo técnico en el banquillo. Y había mucha incertidumbre por ello, claro.
Pero las sensaciones habían sido buenas entre semana, porque Juanjo González, técnico joven pero muy identificado con el Racing, conocía bien la casa. Por ello, hizo apenas unos pocos retoques en su once para el debut, aunque confirmó a Colsa y Munitis como sus dos principales bastiones. Y apostó por Cristian Stuani en punta.
Estas decisiones le traerían buenas noticias al Racing, ante un Villarreal que llegaba aturdido a El Sardinero. De inicio, sorprendió no ver a Nilmar en el once, sabiendo que el brasileño estaba disponible, y sí a Cani. Marco Ruben fue el único punta, con el paraguayo Hernán Pérez un poco más atrás.
No fue bueno el primer tiempo. Al menos no en cuanto a grandes emociones, porque no las hubo. El mérito del Racing, en cualquier caso, fue cortar el circuito creativo del Villarreal, ahogando a Valero y a Cani. Ninguno de los dos hizo prácticamente nada, especialmente el aragonés, tragado por Bernardo en el lateral diestro y por los apoyos de Diop y Colsa.
El Racing, en tanto, se fue creciendo con el paso de los minutos, aunque sin poder llegar con claridad hasta el área de Diego López. Jugó bien Arana por la derecha, y también Munitis en la banda opuesta, pero faltaba la última puntada para que la bola llegase clara a Stuani.
Pero llegó. Una tenía que ser, al menos, y vaya si sabría aprovecharlo el Racing. A los 27 minutos, el primer remate franco de todo el partido acabó en gol, con una gran acción del Racing. Colsa luchó, recuperó y abrió rápido a Arana. El extremo sacó un centro precioso y Stuani remató con todo, de cabeza, el 1-0.
El charrúa, que había anotado su único gol en esta Liga en una victoria (la única hasta aquí, 1-0 frente al Betis), demostró todo su oportunismo, y confirmó en la red lo que se merecían los cántabros. El Villarreal se fue al descanso sin rematar una sola vez a puerta. Lamentable producción.
JC Garrido, que ya estaba contra las cuerdas antes de este partido, se la jugó y sacó para el segundo tiempo a Nilmar y De Guzmán, por Cani y Ángel, inadvertidos en Santander. Los cambios surtieron efecto, de inmediato, y el brasileño casi anota el 1-1 rematando con apenas dos minutos en el campo. Atrapó Toño, pero ya intervenía el meta local.
Reapareció Nilmar, y jugó bien. Pero el Villarreal está aturtido y sigue perdiendo
Poco después, fue justamente De Guzmán el que remató desde media distancia, pero demasiado alto, y el Racing comenzaba a sufrir. Afortunadamente, su técnico, González, vio muy bien por dónde pasaban las necesidades del equipo: mandó al campo a Lautaro Acosta, y el argentino, que reaparecía tras casi tres meses, jugó un gran segundo tiempo.
El trabajo del Laucha Acosta fue importante para fijar la defensa del Villarreal, para pillar espacios a la contra y, cómo no, para rascar faltas que hicieran pasar el tiempo. Y que trajeran más y más nerviosismo al equipo rival, que es lo que ocurrió.
Ya no habría más ocasiones claras en el segundo tiempo. Fue mérito del Racing y su gran trabajo defensivo -muy bien Torrejón y Álvaro, y perfecto el colombiano Bernardo en las coberturas en la derecha-; y fue también, cómo no, una clamorosa evidencia negativa en el Villarreal.
Este equipo, que estaba hecho para avanzar en Champions y quedarse en Zona Europea en Liga, está cada vez peor, sumando este sábado su sexta derrota en Liga.
Uyy que sorpresa este Villarreal esta medio muerto