El CSKA de Moscú vence al Inter y pasa a octavos.
El equipo rudo remonta en San Siro a un Inter que no se jugaba nada y se clasifica como segundo de grupo. Berezoutski, héroe de los de Moscú al marcar en el 86'.
El equipo rudo remonta en San Siro a un Inter que no se jugaba nada y se clasifica como segundo de grupo. Berezoutski, héroe de los de Moscú al marcar en el 86'.
El CSKA de Moscú se impuso hoy al Inter de Milán por 1 gol a 2 en la fase de grupos de la Liga de Campeones y se aseguró plaza en los octavos de final de la competición, que el conjunto italiano ya había logrado tiempo atrás.
El CSKA, farolillo rojo del grupo B, peleó en todo momento por la victoria, y creyó más que el Inter en ella, quizás porque para el conjunto italiano el encuentro era más un trámite molesto que tenía que quitarse de en medio cuanto antes.
Fieles a este espíritu antitético, ambos conjuntos se metieron en sus respectivos papeles.
El CSKA achicando, con un fútbol perseverante, de hormiguita, fue encontrando huecos en la desganada zaga interista hasta adelantarse en el marcador por mediación del marfileño Seydou Doumbia, un portento físico que lograba su quinto gol en cinco partidos europeos este año.
El Inter se encomendó demasiado a las individualidades de su plantel, lleno de nombres de relumbrón pero demasiado poco fiable en los últimos tiempos, como demuestra su errático paso por la competición nacional, en la que no consigue ni despegar ni hacerse con la identidad que anhela su entrenador Claudio Ranieri.
Aún así, logró empatar sesenta segundos después del primer gol del CSKA en una jugada iniciada tras un saque de esquina y que remató, sin oposición, el centrocampista argentino Esteban Cambiasso.
El delantero Diego Milito, el mejor del Inter y el único que no se dio por enterado de la apatía que parecían sufrir sus compañeros, se marchó a las duchas con el sabor agridulce de no haber podido celebrar sus 100 partidos con la camiseta neroazzurra y sin gol, que además, habría sido el número 200 de la historia de su equipo en Europa.
Cuando parecía que el partido ya estaba visto para sentencia, y se iba a morir sin grandes titulares, una nueva jugada colectiva del CSKA que remató el defensa Vasili Berezutski hizo plena justicia a lo vivido en el terreno de juego y premió las dosis de esfuerzo desplegadas por cada uno de los contendientes.
El CSKA estará en la siguiente ronda en compañía de un Inter, que aún tendrá que someterse a más sesiones de diván para explicar lo que le pasa.
sorpresa de la derrota del inter, pero de todas maneras se clasifica para octavos