El Betis se
convierte en protagonista en la mañana de Madrid al ganar por (0-2). La
primera mitad fue para el Atlético que manejo el balón y la posesión.
Los sevillanos vieron a un gran equipo enfrente y no desplegaron su
mejor futbol en parte por culpa de los madrileños y Casto salvó las
ocasiones de Falcao y compañía. La segunda mitad fue totalmente del
Betis que despertó y sentenció a Manzano y al club.
El Atlético
salía con la vitola de ser mejor en casa que fuera y los primeros
minutos reafirmaban la teoría, Manzano sacó a su mejor ataque con la
única baja considerable de Reyes.
Los colchoneros mostraban mejor
cara y los jugadores mostraban alternativas y sobre todo una idea: la
posesión. Diego empezó muy vigilado por los centrocampistas pero aun así
su equipo supo reaccionar y manejó las bandas como alternativa, desde
ahí llegaron las mejores ocasiones para los locales que fueron repelidas
por Casto. A medida que pasaban los minutos el Betis no despertaba y
solo abarcaba la posibilidad de salir al contragolpe. Beñat e Iriney
dieron el equilibrio necesario para que los visitantes no se fueran de
la primera parte perdiendo y R. Castro no estaba cómodo en la delantera,
en resumen un buen partido de los rojiblancos que fueron superiores
pero que no supieron materializarlo en el resultado.
La segunda
mitad fue el contrario de la primera. En vez de reafirmar la
superioridad con goles, el Atlético salió como si el objetivo estuviese
cumplido y el Betis salía como si el partido hubiese que remontarlo y
esas intenciones se plasmaron sobre el campo. El Betis empezó a tener el
balón, equilibró la balanza y el partido entraba en una dinámica en la
que ningún equipo era el dueño y quizás en ese equilibrio el Betis tenia
mas ideas futbolísticas que el Atlético que empezaba a naufragar en
tierra de nadie.
Los rojiblancos se acercaron a la portería de
Casto pero sin mucho peligro mientras que el Betis por medio de Pozuelo y
con ayuda de la defensa, otra vez, del Atlético aprovechó la ocasión de
marcar y no la desaprovecho en el min 54.(0-1) y el Calderón empezaba a
impacientarse, otra vez la misma película de siempre. A partir del gol
los colchoneros se desinflaron y perdieron fe y equilibrio solo
recuperado con la expulsión de Pozuelo por doble amarilla y que dejaba
al Betis con 10.
Carrusel de cambios en los dos equipos en el que
Manzano salió perdiendo y daba entrada a Reyes por Diego en una
decisión muy discutida por la grada. Quizás el cambió terminó de quitar
ideas a su equipo que se lanzó a la portería contraria pero echó en
falta la pausa necesaria para actuar con superioridad numérica. Y
mientras el Atlético dudaba Santa Cruz aprovechó otro error en un
despeje para sentenciar en el min 90 al equipo, al entrenador y a la
directiva. La grada despidió a su equipo con una pitada monumental y la
eterna duda en un Manzanares que ejemplifica una muy mala época.
Quizás
el entrenador tenga la culpa porque a la hora de decidir lo hizo mal.
El equipo no supo mantener la calma y se precipitó en momentos clave. La
defensa hecha añicos en confianza cada partido se muestra más insegura y
dubitativa. La directiva apenas escucha las peticiones y decide sin
criterio y sólo con la mirada puesta en nombres pero no en proyecto. Es
necesario un cambio, pero evitando sufrimiento a la grada y a Manzano y
con un objetivo claro: transmitir confianza desde la directiva hasta la
defensa.
Era de esperar Manzano no es entrenador de equipos UEFA ni menos champions y ahora se agarrara a su contrato para cobrarlo todo ese es el Manzano real.
convierte en protagonista en la mañana de Madrid al ganar por (0-2). La
primera mitad fue para el Atlético que manejo el balón y la posesión.
Los sevillanos vieron a un gran equipo enfrente y no desplegaron su
mejor futbol en parte por culpa de los madrileños y Casto salvó las
ocasiones de Falcao y compañía. La segunda mitad fue totalmente del
Betis que despertó y sentenció a Manzano y al club.
El Atlético
salía con la vitola de ser mejor en casa que fuera y los primeros
minutos reafirmaban la teoría, Manzano sacó a su mejor ataque con la
única baja considerable de Reyes.
Los colchoneros mostraban mejor
cara y los jugadores mostraban alternativas y sobre todo una idea: la
posesión. Diego empezó muy vigilado por los centrocampistas pero aun así
su equipo supo reaccionar y manejó las bandas como alternativa, desde
ahí llegaron las mejores ocasiones para los locales que fueron repelidas
por Casto. A medida que pasaban los minutos el Betis no despertaba y
solo abarcaba la posibilidad de salir al contragolpe. Beñat e Iriney
dieron el equilibrio necesario para que los visitantes no se fueran de
la primera parte perdiendo y R. Castro no estaba cómodo en la delantera,
en resumen un buen partido de los rojiblancos que fueron superiores
pero que no supieron materializarlo en el resultado.
La segunda
mitad fue el contrario de la primera. En vez de reafirmar la
superioridad con goles, el Atlético salió como si el objetivo estuviese
cumplido y el Betis salía como si el partido hubiese que remontarlo y
esas intenciones se plasmaron sobre el campo. El Betis empezó a tener el
balón, equilibró la balanza y el partido entraba en una dinámica en la
que ningún equipo era el dueño y quizás en ese equilibrio el Betis tenia
mas ideas futbolísticas que el Atlético que empezaba a naufragar en
tierra de nadie.
Los rojiblancos se acercaron a la portería de
Casto pero sin mucho peligro mientras que el Betis por medio de Pozuelo y
con ayuda de la defensa, otra vez, del Atlético aprovechó la ocasión de
marcar y no la desaprovecho en el min 54.(0-1) y el Calderón empezaba a
impacientarse, otra vez la misma película de siempre. A partir del gol
los colchoneros se desinflaron y perdieron fe y equilibrio solo
recuperado con la expulsión de Pozuelo por doble amarilla y que dejaba
al Betis con 10.
Carrusel de cambios en los dos equipos en el que
Manzano salió perdiendo y daba entrada a Reyes por Diego en una
decisión muy discutida por la grada. Quizás el cambió terminó de quitar
ideas a su equipo que se lanzó a la portería contraria pero echó en
falta la pausa necesaria para actuar con superioridad numérica. Y
mientras el Atlético dudaba Santa Cruz aprovechó otro error en un
despeje para sentenciar en el min 90 al equipo, al entrenador y a la
directiva. La grada despidió a su equipo con una pitada monumental y la
eterna duda en un Manzanares que ejemplifica una muy mala época.
Quizás
el entrenador tenga la culpa porque a la hora de decidir lo hizo mal.
El equipo no supo mantener la calma y se precipitó en momentos clave. La
defensa hecha añicos en confianza cada partido se muestra más insegura y
dubitativa. La directiva apenas escucha las peticiones y decide sin
criterio y sólo con la mirada puesta en nombres pero no en proyecto. Es
necesario un cambio, pero evitando sufrimiento a la grada y a Manzano y
con un objetivo claro: transmitir confianza desde la directiva hasta la
defensa.
Era de esperar Manzano no es entrenador de equipos UEFA ni menos champions y ahora se agarrara a su contrato para cobrarlo todo ese es el Manzano real.