Ya no hay más paciencia, ni día después para el Atlético de Madrid, en cuanto a la Liga BBVA se refiere. La grada no aguanta más que el equipo colchonero deambule sin alma por la competición que da de comer, y así lo hará saber este sábado, una vez más, cuando el equipo afronte una especie de match-ball frente al Betis.
Desde luego que lo es para Gregorio Manzano, al menos, por mucho que el míster declare que no se puede hablar "de cosas malas" cuando el equipo viene de lograr una victoria. El tema es que ha ganado en Europa League, pero en Liga ha perdido en cuatro de sus últimos siete encuentros. Y hasta ha perdido con un Segunda, el Albacete, en Copa del Rey.
También será un match-ball en el sentimiento de la grada, que mira la clasificación de la Liga BBVA y ve ésto: un Atlético que es el décimo en la tabla, a dieciocho puntos del liderato y diez abajo del Levante, que ahora mismo ocupa la última plaza de Champions. Está claro que no se pueden seguir perdiendo más puntos de los a priori ganables. Aunque con el Atleti, pues ya sabes, nunca digas esta boca es mía...
Goyo Manzano, bajo intensa presión. La grada pide su salida. ¿Será ésa la solución?
En cuanto a lo estrictamente futbolístico, hay dos detalles que pueden entusiasmar al Atlético. Uno, que el equipo en casa no ha fallado demasiado (ganó 18 puntos de los 24 posibles); y luego, que el ejército de ataque
colchonero está viendo puerta con frecuencia. Falcao y Adrián no es que
estén con la pólvora mojada, precisamente (suman juntos 14 goles en Liga), pero sí que se espera más de Diego y Turan en ese torneo. El turco y el brasileño han mostrado lo mejor de sí sólo en Europa. Y eso tiene que cambiar.
Lo que no debería cambiar demasiado es el once que tiene en mente Manzano, donde, por enésima vez, es muy probable que falte el colgado José Reyes. Sí estarán, en cambio, Falcao y Adrián tirando del ataque, y se espera que Turan y Diego puedan coincidir -y conectar- al fin en Liga.
El Betis, por su parte, llega al Calderón con un nuevo mar de fondo. La victoria liguera ante el Valencia no aparcó del todo la mini-crisis, pues al siguiente partido el equipo de Pepe Mel encajó una inquietante derrota ante un equipo de menor categoría, el Córdoba, en Copa del Rey. Hay jaleo con la situación de Roque Santa Cruz,
señalado por Mel después de haberle defendido una y mil veces cuando
menos confiaba en él la afición. Parece que algo se ha roto, y puede que
definitivamente, entre el míster y el que debía ser su fichaje estrella.
Mel defendió a Santa Cruz hasta que no aguantó más. Ahora, ¿quién le salva en punta?
Pero no es precisamente el ataque el principal problema del Betis. El equipo verdiblanco ha encajado goles en doce de sus últimos trece encuentros ligeros -sólo no logró anotarles el Málaga durante esa racha-, con lo cual está claro que la defensa hace aguas y que los constantes cambios de piezas tampoco han ayudado a detener esa hemorragia. Tampoco ayuda que Ustaritz acabase tocado el partido en Córdoba, pues Mel espera situarle de titular el domingo.
Por lo demás, el posible once bético es una incógnita. No se sabe si jugadores como Jonathan Pereira darán un paso adelante para ser revulsivo, si habrá reválida o no para Jorge Molina, y si Rubén Castro volverá a mostrar al menos algo del gran nivel que tuvo a comienzos de temporada. Se espera, también, que reaparezca el Beñat de las primeras semanas de Liga, y quizá que Juanma sea la sorpresa de inicio, tras su gran aparición ante el Valencia.
Para aferrarse a la ilusión, el Betis tirará además de estadística. De esa que dice que el Atlético sólo le ha ganado tres veces en las últimas trece visitas de los heliopolitanos al Calderón. En la última de ellas, eso sí, la victoria fue colchonera (2-0), en la campaña que marcaría el descenso de los andaluces al Averno de Segunda (2008/2009). Ahora, la situación es otra.
Dos entrenadores con problemas y que les peligra el sitio a ver quien puede comer el turron en su club.