Coge tanto aire que se coloca a tres puntos de Europa
No estuvo cómodo hasta que encarriló el partido, pero lo importante es que los tres puntos viajan hacia Sevilla. El Betis, que lo pasó mal sobre todo en los minutos iniciales, supo irse al descanso con ventaja gracias a un gol de Rubén Castro, que vuelve a estar fino de cara a la portería rival. No mejoró mucho el juego en la segunda mitad, pero con el paso de los minutos se fue adueñando del balón y marcó el segundo, otra vez gracias al delantero canario. Desde entonces apenas pasó apuros y se sintió muy cómodo, pudiendo incluso ampliar la diferencia en el marcador. No lo hizo, pero los dos tantos de Rubén le sirven para mirar al descenso de reojo, porque lo cierto es que ahora está más cerca de Europa (a tres puntos) que de los puestos que obligan a bajar a Segunda (a seis puntos). Nunca le han sentado bien los halagos a este equipo, por lo que lo mejor es que se centre en seguir aumentando el colchón con los de abajo, que ya habrá tiempo de centrarse en los de arriba.La intensidad fue lo que más destacó de los primeros minutos del Betis ante el Athletic de Bilbao. Los verdiblancos salieron muy enchufados al encuentro y desde el inicio se convirtieron en los dominadores del esférico. Eso le sirvió para marcar los tiempos del partido y jugar con tranquilidad e iniciativa, algo que se echaba de menos desde hacía mucho tiempo. Los de Mel supieron aguantar así durante los 90 minutos, llegando la victoria al borde del pitido final. Hoy, ante el Zaragoza, se le pedía lo mismo al Betis, que no fue capaz de llevarlo a capo. El conjunto maño, agobiado por su clasificación en la tabla, fue el que llevó la manija desde el inicio, mientras el cuadro bético se limitó a parar las acometidas locales. No se debió a falta de actitud como en los partidos con el Mallorca o el Granada, sino que los hombres de Pepe Mel se vieron superados. Y lo pasaron mal, porque hasta Dorado sacó un balón que ya se colaba en la redes de Fabricio. Pero los heliopolitanos aguantaron la portería a cero y cuando llegaba el descanso materializaron la segunda ocasión de las que dispusieron. La primera, la erró Jorge Molina en el primer palo, pero en el minuto 40 no falló Rubén Castro, precisamente a pase del alcoyano. Se fue, por tanto, el Betis con ventaja al vestuario, aunque las sensaciones no fueron del todo buenas.
En la segunda parte cambiaron poco las cosas, aunque es cierto que la intensidad del Zaragoza bajó y que el Betis no pasó tantos apuros. De hecho, con el transcurrir de los minutos, los verdiblancos se fueron encontrando más cómodos y, aunque nunca les duró mucho el esférico, si pudieron triangular con mayor comodidad. Y eso tuvo su repercusión muy pronto, con dos ocasiones en apenas cinco minutos. Primero, en una doble oportunidad, en la que ni Rubén ni Salva Sevilla acertaron de cara a portería. Y luego, con otra ocasión de Rubén Castro que desbarató la defensa maña. Pero a la tercera fue la vencida. Jorge Molina falló ante la salida de Roberto, pero el canario no perdonó a portería vacía, poniendo el 0-2 en el marcador y haciendo que el Betis pudiera jugar mucho más tranquilo. El partido había cambiado minutos antes, pero el segundo gol bético terminó por matarlo. El Zaragoza no se dio por vencido y siguió intentándolo, pero lo hizo más con el corazón que con la cabeza. El Betis, por entonces, ya se había hecho con el centro del campo y se encontró muy cómodo en la recta final, en la que los locales fueron bajando los brazos poco a poco. Las ocasiones béticas se sucedieron hasta el final, pero ninguno estuvo acertado para hacer el tercero, por lo que la victoria verdiblanca fue por 0-2. Tres puntos que sirven para dejar el descenso a seis y mirar, por lo menos de reojo, hacia arriba.
No estuvo cómodo hasta que encarriló el partido, pero lo importante es que los tres puntos viajan hacia Sevilla. El Betis, que lo pasó mal sobre todo en los minutos iniciales, supo irse al descanso con ventaja gracias a un gol de Rubén Castro, que vuelve a estar fino de cara a la portería rival. No mejoró mucho el juego en la segunda mitad, pero con el paso de los minutos se fue adueñando del balón y marcó el segundo, otra vez gracias al delantero canario. Desde entonces apenas pasó apuros y se sintió muy cómodo, pudiendo incluso ampliar la diferencia en el marcador. No lo hizo, pero los dos tantos de Rubén le sirven para mirar al descenso de reojo, porque lo cierto es que ahora está más cerca de Europa (a tres puntos) que de los puestos que obligan a bajar a Segunda (a seis puntos). Nunca le han sentado bien los halagos a este equipo, por lo que lo mejor es que se centre en seguir aumentando el colchón con los de abajo, que ya habrá tiempo de centrarse en los de arriba.La intensidad fue lo que más destacó de los primeros minutos del Betis ante el Athletic de Bilbao. Los verdiblancos salieron muy enchufados al encuentro y desde el inicio se convirtieron en los dominadores del esférico. Eso le sirvió para marcar los tiempos del partido y jugar con tranquilidad e iniciativa, algo que se echaba de menos desde hacía mucho tiempo. Los de Mel supieron aguantar así durante los 90 minutos, llegando la victoria al borde del pitido final. Hoy, ante el Zaragoza, se le pedía lo mismo al Betis, que no fue capaz de llevarlo a capo. El conjunto maño, agobiado por su clasificación en la tabla, fue el que llevó la manija desde el inicio, mientras el cuadro bético se limitó a parar las acometidas locales. No se debió a falta de actitud como en los partidos con el Mallorca o el Granada, sino que los hombres de Pepe Mel se vieron superados. Y lo pasaron mal, porque hasta Dorado sacó un balón que ya se colaba en la redes de Fabricio. Pero los heliopolitanos aguantaron la portería a cero y cuando llegaba el descanso materializaron la segunda ocasión de las que dispusieron. La primera, la erró Jorge Molina en el primer palo, pero en el minuto 40 no falló Rubén Castro, precisamente a pase del alcoyano. Se fue, por tanto, el Betis con ventaja al vestuario, aunque las sensaciones no fueron del todo buenas.
En la segunda parte cambiaron poco las cosas, aunque es cierto que la intensidad del Zaragoza bajó y que el Betis no pasó tantos apuros. De hecho, con el transcurrir de los minutos, los verdiblancos se fueron encontrando más cómodos y, aunque nunca les duró mucho el esférico, si pudieron triangular con mayor comodidad. Y eso tuvo su repercusión muy pronto, con dos ocasiones en apenas cinco minutos. Primero, en una doble oportunidad, en la que ni Rubén ni Salva Sevilla acertaron de cara a portería. Y luego, con otra ocasión de Rubén Castro que desbarató la defensa maña. Pero a la tercera fue la vencida. Jorge Molina falló ante la salida de Roberto, pero el canario no perdonó a portería vacía, poniendo el 0-2 en el marcador y haciendo que el Betis pudiera jugar mucho más tranquilo. El partido había cambiado minutos antes, pero el segundo gol bético terminó por matarlo. El Zaragoza no se dio por vencido y siguió intentándolo, pero lo hizo más con el corazón que con la cabeza. El Betis, por entonces, ya se había hecho con el centro del campo y se encontró muy cómodo en la recta final, en la que los locales fueron bajando los brazos poco a poco. Las ocasiones béticas se sucedieron hasta el final, pero ninguno estuvo acertado para hacer el tercero, por lo que la victoria verdiblanca fue por 0-2. Tres puntos que sirven para dejar el descenso a seis y mirar, por lo menos de reojo, hacia arriba.
ABC de Sevilla.es
Los periodistas tienen que escribir sus columnnas, pero la realidad es que el Betis viene de segunda y tiene que pensar en salvar la categoria, si se logra ese objetivo y se puede entrar luego eso es otra cosa pero esta temporada la mision es mantener la categoria.