Mereció la pena el extremo sufrimiento del Athletic, que se metió en octavos gracias a un gol de Muniain, pillo en un córner botado por Iñigo Pérez que prolongó Llorente. Los leones consiguieron el gol que necesitaban en el 62', cuando llevaban dos con uno menos por la expulsión de Amorebieta. En ese saque de esquina, de los de toda la vida en San Mamés, el Athletic encontró la rendija que tanto escondió el Lokomotiv, un equipo de hielo que exigió al Athletic hasta el infinito.
En octavos, salvo sorpresa, espera el Manchester United, un equipo del que disfrutará el Athletic, aunque el sentimiento será mutuo. Los leones jugarán contra los 'red devils', aunque éstos ya tienen un diablo en el equipo, Muniain. El chaval es un futbolista caliente, de los que no respira. No descansó hasta marcar el único tanto del partido y fue con toda la fe del mundo a ese balón que llevaba fuego.
El Lokomotiv se marchó a Rusia pidiendo explicaciones, sin cometer demasiado errores. Metió al Athletic en su juego, pero no controló esa jugada a balón parado que decidió el destino de un partido y una eliminatoria competidísima. La garra del león dejó huella.
El Athletic se sintió extraño hasta el descanso. Estaba jugando en casa, pero no lo parecía. De Marcos fue el lateral izquierdo y Toquero acompañó en ataque a Llorente. El Lokomotiv controló la situación y jugó con el tiempo, que manejó por cortesía del polaco Pawel Gill, polaco con un silbato en La Catedral.
El partido se puso feo y el Athletic se fue a vestuarios sin probar a Guilherme, guardameta brasileño de los rusos. El Lokomotiv no sufrió demasiado y puso en apuros a los rojiblancos atrás, que tuvieron que estar con los ojos bien abiertos.
Sufrir para vivir
Tras el descanso, Bielsa recuperó su sistema habitual con la entrada de San José e Iñigo Pérez. Toquero se abrió a la derecha y De Marcos, como Javi Martínez, adelantó posiciones. El equipo lo agradeció, tanto como la zurda de Iñigo, una delicia. De su pierna salieron todas las ocasiones locales en esa segunda mitad. El Athletic encontró una mina a balón parado.
Avisó con sutileza Iñigo y lo clavó en el córner que valió un gol que no tiene precio. El Athletic ya estaba con uno menos por la expulsión de Amorebieta por doble amarilla, pero a nadie le importó. Muniain apareció de la nada para cargarse a los rusos.
El Athletic acabó embotellado pidiendo oxígeno. Aguantó las embestidas del ferrocarril ruso, ayudado del aliento de San Mamés, y celebró su presencia en octavos de final.
sufriendo mas de lo esperado tirando de epica y garra han pasado, ahora a por los diablos rojos!!!
enhorabuena a los athleticzales
En octavos, salvo sorpresa, espera el Manchester United, un equipo del que disfrutará el Athletic, aunque el sentimiento será mutuo. Los leones jugarán contra los 'red devils', aunque éstos ya tienen un diablo en el equipo, Muniain. El chaval es un futbolista caliente, de los que no respira. No descansó hasta marcar el único tanto del partido y fue con toda la fe del mundo a ese balón que llevaba fuego.
El Lokomotiv se marchó a Rusia pidiendo explicaciones, sin cometer demasiado errores. Metió al Athletic en su juego, pero no controló esa jugada a balón parado que decidió el destino de un partido y una eliminatoria competidísima. La garra del león dejó huella.
El Athletic se sintió extraño hasta el descanso. Estaba jugando en casa, pero no lo parecía. De Marcos fue el lateral izquierdo y Toquero acompañó en ataque a Llorente. El Lokomotiv controló la situación y jugó con el tiempo, que manejó por cortesía del polaco Pawel Gill, polaco con un silbato en La Catedral.
El partido se puso feo y el Athletic se fue a vestuarios sin probar a Guilherme, guardameta brasileño de los rusos. El Lokomotiv no sufrió demasiado y puso en apuros a los rojiblancos atrás, que tuvieron que estar con los ojos bien abiertos.
Sufrir para vivir
Tras el descanso, Bielsa recuperó su sistema habitual con la entrada de San José e Iñigo Pérez. Toquero se abrió a la derecha y De Marcos, como Javi Martínez, adelantó posiciones. El equipo lo agradeció, tanto como la zurda de Iñigo, una delicia. De su pierna salieron todas las ocasiones locales en esa segunda mitad. El Athletic encontró una mina a balón parado.
Avisó con sutileza Iñigo y lo clavó en el córner que valió un gol que no tiene precio. El Athletic ya estaba con uno menos por la expulsión de Amorebieta por doble amarilla, pero a nadie le importó. Muniain apareció de la nada para cargarse a los rusos.
El Athletic acabó embotellado pidiendo oxígeno. Aguantó las embestidas del ferrocarril ruso, ayudado del aliento de San Mamés, y celebró su presencia en octavos de final.
sufriendo mas de lo esperado tirando de epica y garra han pasado, ahora a por los diablos rojos!!!
enhorabuena a los athleticzales