Romaric - Espanyol
Pochettino apostó de inicio por un doble pivote con Forlín y Cristian
Gómez dejando a Verdú como enganche. Arriba, Weiss y Coutinho en bandas
y Álvaro como referente. La idea fue buena, la ejecución no tanto.
El Espanyol tocaba bien y tocaba rápido pero se encallaban en la
frontal de la defensa levantina, muy poblada por cierto. Por el
contrario la idea del Levante era clara: defender con todo y cazar algo
en alguna contra.
Durante los ataques locales, todo el equipo excepto Koné se replegaba
impidiendo cualquier penetración blanquiazul. La jugada les salió bien.
Pasados los veinte minutos, Valdo (ex del Espanyol) lograba adelantar a
los visitantes tras un contra de libro en la que el jugador levantino
batió sin escrúpulos a Kiko Casilla.
Merecido o no, lo cierto es que el Espanyol iba perdiendo y tenía que
reaccionar. Intercambiaron posiciones Weiss( sobreexcitado por la
dureza de las entradas de Jaunfran y Barkero) y Coutinho ( en ocasiones
brillante y en otras exasperante). Verdú se descolgaba más aún buscando
el rombo en ataque pero la defensa visitante no dejaba pasar una.
Tras el descanso Pochettino decidió ir a por la remontada y tras diez
minutos viendo que las cosas no cambiaban, dio entrada a Uche en
sustitución de Cristian Gómez. Así, Verdú bajaba al doble pivote para
dar mayor rapidez al juego blanquiazul.
El Levante seguía cerrado atrás, con diez hombres en su área mientras
el Espanyol se volcaba en ataque sin éxito. Poco a poco la defensa
levantina se fue desgastando debido al alyo ritmo impuesto por los
locales y llegó el empate. Uche conectó un gran cabezazao tras pase de
Verdú en una falta lateral. El primer gol del camerunés con el
Espanyol.
La paciencia y la consistencia local daba sus frutos. El levante
pagaba su racanería a la hora de jugar. Parecí que el empate sería el
resultado final,pero ya se sabe que la justicia no existe en el fútbol.
Cuando faltaban un minuto para el final Rubén lograba el segundo del
Levante tras un disparo de falta que tocó en un jugador blanquiazul y
acabó en el fondo de las mallas de Casilla. Jarro de agua fría para los
de Pochettino que se alejan de los puestos de Champions.
Se puede catalogar de sorpresa este resultado ya que el espanyol estaba muy fuerte en casa.
Pochettino apostó de inicio por un doble pivote con Forlín y Cristian
Gómez dejando a Verdú como enganche. Arriba, Weiss y Coutinho en bandas
y Álvaro como referente. La idea fue buena, la ejecución no tanto.
El Espanyol tocaba bien y tocaba rápido pero se encallaban en la
frontal de la defensa levantina, muy poblada por cierto. Por el
contrario la idea del Levante era clara: defender con todo y cazar algo
en alguna contra.
Durante los ataques locales, todo el equipo excepto Koné se replegaba
impidiendo cualquier penetración blanquiazul. La jugada les salió bien.
Pasados los veinte minutos, Valdo (ex del Espanyol) lograba adelantar a
los visitantes tras un contra de libro en la que el jugador levantino
batió sin escrúpulos a Kiko Casilla.
Merecido o no, lo cierto es que el Espanyol iba perdiendo y tenía que
reaccionar. Intercambiaron posiciones Weiss( sobreexcitado por la
dureza de las entradas de Jaunfran y Barkero) y Coutinho ( en ocasiones
brillante y en otras exasperante). Verdú se descolgaba más aún buscando
el rombo en ataque pero la defensa visitante no dejaba pasar una.
Tras el descanso Pochettino decidió ir a por la remontada y tras diez
minutos viendo que las cosas no cambiaban, dio entrada a Uche en
sustitución de Cristian Gómez. Así, Verdú bajaba al doble pivote para
dar mayor rapidez al juego blanquiazul.
El Levante seguía cerrado atrás, con diez hombres en su área mientras
el Espanyol se volcaba en ataque sin éxito. Poco a poco la defensa
levantina se fue desgastando debido al alyo ritmo impuesto por los
locales y llegó el empate. Uche conectó un gran cabezazao tras pase de
Verdú en una falta lateral. El primer gol del camerunés con el
Espanyol.
La paciencia y la consistencia local daba sus frutos. El levante
pagaba su racanería a la hora de jugar. Parecí que el empate sería el
resultado final,pero ya se sabe que la justicia no existe en el fútbol.
Cuando faltaban un minuto para el final Rubén lograba el segundo del
Levante tras un disparo de falta que tocó en un jugador blanquiazul y
acabó en el fondo de las mallas de Casilla. Jarro de agua fría para los
de Pochettino que se alejan de los puestos de Champions.
Se puede catalogar de sorpresa este resultado ya que el espanyol estaba muy fuerte en casa.