Un magnifico Iniesta autor del primero gol, comanda a un Barça sufridor,
que fue de menos a más y que al final conseguía sobreponerse al empate
de Barral con dos joyas de Keita y Xavi casi al término del partido.
La
alineación inicial lo decía todo. Con Mascherano en el puesto de
central sería Seydou Keita el que ocuparía la plaza Busquets. La
delantera con Cuenca, Pedro y Cesc en busca del gol tranquilizador. Por
lo visto Alexis llegaba en más cansado de la cuenta, de los compromisos
internacionales. El Sporting por su parte con todo. Todo pero sin
Barral, para dar paso Mandi, seguramente por tener un revulsivo
reservado según opciones.
Presiones anticipadas de los asturianos
que, a pesar del bien trazado control de balón culé, proponían un juego
atrevido en busca de un gol que destrozase la ambición culé. Aun así,
el Barça avisaba pronto, con un gol bien anulado que resolvía Pedro en
posición adelantada.
Un Barça espabilado que no quería
desperdiciar la ocasión de seguir la estela del Real Madrid y que
llegaba en bandada al área sportinguista, obligando a los asturianos a
defender como nunca lo habían hecho. Tanto defendían que incluso
provocaban un penalti claro sobre Dani Alves, ya rebasado el cuarto de
hora. Penalti que por otro lado, no pitaba Velasco Carballo.
Un
partido dominado por el Barça, pero que como en tantas otras veces,
sobretodo en los últimos tiempos, donde el Sporting sabía agenciarse
sobretodo a base de defensa y encierre extremo en su propia área. Los
culés no sacaban nada en claro a la media hora a pesar del claro
dominio.
Aun así, el freno propuesto por el Sporting terminaba
con las pilas. Llegando al término de la primera parte, en el minuto 41
el aviso de Iniesta a través de una falta desde la frontal, anticipaba
lo que sería el gol al minuto siguiente.
Tras la falta, una jugada
exquisita terminaría en el primer gol encajado por los asturianos. Toque
resabiado para que a falta de delanteros, fueran dos defensas los que
organizaran el primer tanto del FC Barcelona.
Keita habilita a
Adriano dentro del área para que este recule y la deje a placer para el
manchego de oro que no tiene piedad de Juan Pablo. Una primer parte
extraña y controvertida pero que caía del costado blaugrana finalmente a
la hora de controlar el marcador.
Bonita historia en el primero
periodo que se transformaría en pesadilla culé nada más comenzar la
segunda parte. Como protagonista el mismo de las últimas ocasiones,
Gerard Piqué.
Se las prometían felices el equipo de Pep Guardiola
al comienzo de la segunda parte cuando, tras el gol, el Barça iniciaba
un segundo periodo más que ofensivo, y con el objetivo de ampliar el
resultado.
Desgraciadamente
para él, sería de nuevo Gerard Piqué el que se situaría en el punto de
mira derribando a De las Cuevas, que se escapaba solo delante de la
frontal de la portería de Víctor Valdés.
Ciertamente, la falta no
fue demasiado clara, pero Velasco Carballo no dudó en mandar al de la
Bonanova al vestuario dejando así en inferioridad al equipo de Pep
Guardiola. Una falta peligrosa delante de la portería de Valdés, pero
que los asturianos no aprovecharían para igualar.
Si lo haría sin
embargo David Barral poco después. Recién llegado en sustitución de
Damián, el cañonero sportinguista no se lo pensaba y tras una
estrepitosa jugada de Mendy por la banda, el de San Fernando ponía el
empate en el luminoso a falta de toda una parte.
Al Barça le
tocaba sufrir, con el empate y con un jugador menos. Signos de lo
complicado que se ponía el partido para los de Guardiola, que no se
podían permitir perder más puntos en el campeonato doméstico.
Tras
el gol sportinguista, Guardiola planteaba ciertos cambios, que sin
saber si serían efectivos, dejaron un rastro más que solvente en el
campo. En ese aspecto, la entrada de Tello y el chileno Alexis Sánchez,
recién llegado de sus compromisos internacionales, dieron un nuevo aire
al juego ofensivo del Barça.
Aun así la mano del colegiado se
imponía ante lo tenso que se volvía el partido tras el gol de Barral.
Única arma seguramente para un Sporting que lo dio todo para puntuar en
el Camp Nou.
Hasta con seis tarjetas amarillas se descolgaba
Velasco Carballo en la segunda parte, entre culés y rojiblancos que
finalmente terminarían en un partido casi controlado por el árbitro. No
fue suficiente no obstante, para que el Barça impusiera su ley una
jornada más en su feudo. Con el tiempo a poco de cumplir en el minuto 79
y con más miedo que nunca en el cuerpo de los culés, era el inesperado
Keita el que se encargaba de colocar el balón en la escuadra de Juan
Pablo.
El malí, el que menos se preocupa por la renovación de
Pep, era el que por fin adelantaba al Barça y ponía un puntito más a
favor para que la decisión del de Santpedor fuera positiva. Con eso y
con la ayuda de un defensa rojiblanco.
Un gol muy importante, que
sin más dilación y tan solo en cinco minutos precedía al tercero del
Barça, por obra y gracia del egarense de oro. Xavi Hernández era el
culpable de coronar el tercero y dejar tranquila así un día más a la
parroquia blaugrana.
Un día más o un día menos para un Barça, que
se acuesta a siete puntos del Real Madrid a falta del duelo del
Bernabéu con el Espanyol de Pochettino.
Como siempre los grandes remontan al final y eso que el Barcelona jugaba con uno menos pero el partido fue mas complicado de lo que refleja el marcador.
que fue de menos a más y que al final conseguía sobreponerse al empate
de Barral con dos joyas de Keita y Xavi casi al término del partido.
La
alineación inicial lo decía todo. Con Mascherano en el puesto de
central sería Seydou Keita el que ocuparía la plaza Busquets. La
delantera con Cuenca, Pedro y Cesc en busca del gol tranquilizador. Por
lo visto Alexis llegaba en más cansado de la cuenta, de los compromisos
internacionales. El Sporting por su parte con todo. Todo pero sin
Barral, para dar paso Mandi, seguramente por tener un revulsivo
reservado según opciones.
Presiones anticipadas de los asturianos
que, a pesar del bien trazado control de balón culé, proponían un juego
atrevido en busca de un gol que destrozase la ambición culé. Aun así,
el Barça avisaba pronto, con un gol bien anulado que resolvía Pedro en
posición adelantada.
Un Barça espabilado que no quería
desperdiciar la ocasión de seguir la estela del Real Madrid y que
llegaba en bandada al área sportinguista, obligando a los asturianos a
defender como nunca lo habían hecho. Tanto defendían que incluso
provocaban un penalti claro sobre Dani Alves, ya rebasado el cuarto de
hora. Penalti que por otro lado, no pitaba Velasco Carballo.
Un
partido dominado por el Barça, pero que como en tantas otras veces,
sobretodo en los últimos tiempos, donde el Sporting sabía agenciarse
sobretodo a base de defensa y encierre extremo en su propia área. Los
culés no sacaban nada en claro a la media hora a pesar del claro
dominio.
Aun así, el freno propuesto por el Sporting terminaba
con las pilas. Llegando al término de la primera parte, en el minuto 41
el aviso de Iniesta a través de una falta desde la frontal, anticipaba
lo que sería el gol al minuto siguiente.
Tras la falta, una jugada
exquisita terminaría en el primer gol encajado por los asturianos. Toque
resabiado para que a falta de delanteros, fueran dos defensas los que
organizaran el primer tanto del FC Barcelona.
Keita habilita a
Adriano dentro del área para que este recule y la deje a placer para el
manchego de oro que no tiene piedad de Juan Pablo. Una primer parte
extraña y controvertida pero que caía del costado blaugrana finalmente a
la hora de controlar el marcador.
Bonita historia en el primero
periodo que se transformaría en pesadilla culé nada más comenzar la
segunda parte. Como protagonista el mismo de las últimas ocasiones,
Gerard Piqué.
Se las prometían felices el equipo de Pep Guardiola
al comienzo de la segunda parte cuando, tras el gol, el Barça iniciaba
un segundo periodo más que ofensivo, y con el objetivo de ampliar el
resultado.
Desgraciadamente
para él, sería de nuevo Gerard Piqué el que se situaría en el punto de
mira derribando a De las Cuevas, que se escapaba solo delante de la
frontal de la portería de Víctor Valdés.
Ciertamente, la falta no
fue demasiado clara, pero Velasco Carballo no dudó en mandar al de la
Bonanova al vestuario dejando así en inferioridad al equipo de Pep
Guardiola. Una falta peligrosa delante de la portería de Valdés, pero
que los asturianos no aprovecharían para igualar.
Si lo haría sin
embargo David Barral poco después. Recién llegado en sustitución de
Damián, el cañonero sportinguista no se lo pensaba y tras una
estrepitosa jugada de Mendy por la banda, el de San Fernando ponía el
empate en el luminoso a falta de toda una parte.
Al Barça le
tocaba sufrir, con el empate y con un jugador menos. Signos de lo
complicado que se ponía el partido para los de Guardiola, que no se
podían permitir perder más puntos en el campeonato doméstico.
Tras
el gol sportinguista, Guardiola planteaba ciertos cambios, que sin
saber si serían efectivos, dejaron un rastro más que solvente en el
campo. En ese aspecto, la entrada de Tello y el chileno Alexis Sánchez,
recién llegado de sus compromisos internacionales, dieron un nuevo aire
al juego ofensivo del Barça.
Aun así la mano del colegiado se
imponía ante lo tenso que se volvía el partido tras el gol de Barral.
Única arma seguramente para un Sporting que lo dio todo para puntuar en
el Camp Nou.
Hasta con seis tarjetas amarillas se descolgaba
Velasco Carballo en la segunda parte, entre culés y rojiblancos que
finalmente terminarían en un partido casi controlado por el árbitro. No
fue suficiente no obstante, para que el Barça impusiera su ley una
jornada más en su feudo. Con el tiempo a poco de cumplir en el minuto 79
y con más miedo que nunca en el cuerpo de los culés, era el inesperado
Keita el que se encargaba de colocar el balón en la escuadra de Juan
Pablo.
El malí, el que menos se preocupa por la renovación de
Pep, era el que por fin adelantaba al Barça y ponía un puntito más a
favor para que la decisión del de Santpedor fuera positiva. Con eso y
con la ayuda de un defensa rojiblanco.
Un gol muy importante, que
sin más dilación y tan solo en cinco minutos precedía al tercero del
Barça, por obra y gracia del egarense de oro. Xavi Hernández era el
culpable de coronar el tercero y dejar tranquila así un día más a la
parroquia blaugrana.
Un día más o un día menos para un Barça, que
se acuesta a siete puntos del Real Madrid a falta del duelo del
Bernabéu con el Espanyol de Pochettino.
Como siempre los grandes remontan al final y eso que el Barcelona jugaba con uno menos pero el partido fue mas complicado de lo que refleja el marcador.