Si el fútbol no tiene memoria, esta vez hará una excepción. Esta noche del Athletic la recordará siempre. La de la tunda definitiva al Manchester United (2-1), la eliminatoria de su vida, el regreso al pasado más glorioso de un equipo que llegó a creerse de verdad que le había perdido la pista a su leyenda y su grandeza. Pero que definitivamente ha vuelto. El despliegue sobrehumano de los jugadores, la comunión mágica con San Mamés, el milagro de Bielsa. El Athletic vuela en la Liga Europa. El león tiene hambre. Y no le para nadie. No el Manchester United.
Quería Ferguson la pelota, pero volvió a ser en exclusiva del Athletic. Por determinación, orden y sobreesfuerzo en la recuperación, ahogando al Manchester. Y por movilidad y seguridad en el toque y en la posesión. Porque sí, porque corrió y jugó por todos. Porque se tiene mucha fe y se empeñó, cosido a la ilusión de los aficionados, en no dejarse tocar la eliminatoria. Era una página especial de su historia, la más importante de sus tiempos recientes, y quería escribirla por sí mismo, sin el intrusismo de nadie.
Fue un partido espectacular, un ejemplo de voluntad y fútbol. De principio a fin. Agarrado por el Athletic en todos los aspectos. Muniain amagó con dibujar la primera sonrisa, pero su disparo, tras una maravillosa combinación colectiva, se tropezó con el poste. Y De Marcos, en el rechace posterior, se precipitó. Pero el Athletic buscaba el gol sí o sí, sin aceptar negociaciones. Y lo encontró en el 23, en otro lance precioso, pero mucho más simple. O más corto. El envío en largo de Amorebieta desde su propio campo a la espalda de Ferdinand (que casi pierde el cuello en su búsqueda sorprendida de la pelota) y la volea letal de primeras de Fernando Llorente. Un golazo que arrodilló al United (ya tenía que marcar tres goles para soñar) pero que acabó también con el delantero. Ya había entrado a la contienda entre algodones y su pierna izquierda dijo basta. Por si el estadio no tenía motivos suficientes para empujar e influir con su aliento, entró Toquero.
La segunda parte fue trepidante. El Manchester dio un obligado paso adelante, pero el Athletic no le permitió hacerse ilusiones. Y lo castigó a la contra, vaciándose, atacando con todo y a toda pastilla, ansiando la goleada, pasándole por encima. Marcó otro, del incombustible De Marcos y sus siete pulmones, pero pudo hacer diez. Y de todas las maneras, por la vía de la imaginación, con Iraola disfrazándose de Maradona, y por puro corazón, con Toquero y la vieja usanza. El Manchester quiso caer de pie, salvó el honor con un tanto postrero de Rooney, pero salió apalizado. El Athletic ya tiene su gesta.
Partidazo del Athletic Contra el Manchester United,Menudo Baño al ManU y Sin llover por el Botxo,este dia es Historia para Todos los Athleticzales,Mañana el Sorteo y el Athletic estará en el.