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El Real Madrid empató este miércoles en El Madrigal ante el Villarreal, en un tropiezo cuyos ecos amenazan con resonar durante varios días todavía. Y es que más allá de haberse dejado dos puntos por el camino, el quid está en cómo se los ha dejado. De nuevo por una imprudencia a balón parado, con un fallo de Casillas, con cinco expulsados de por medio, sin hablar ante los medios de comunicación, con Altintop sobre el campo como segundo cambio, y con un trivote que le salió rana al preparador portugués. Demasiadas variables para un equipo que llegaba sólido y tranquilo como pocos.
Y es al trivote Xabi-Khedira-Lass a donde muchos analistas apuntan el día de después como el primer factor que hizo que el Real Madrid se saliera del guión marcado para la victoria. Pues el Real Madrid venía jugando con el tradicional 4-2-3-1, y el cambio de dibujo no le sentó nada bien. El Villarreal de Lotina apostó por un férreo marcaje a Xabi Alonso, viéndose así Khedira y Lass impotentes para sacar el balón jugado. Lo que motivó que Mourinho cambiara los planes antes de la media hora de juego, dando entrada a Callejón por Lass para regresar al esquema habitual, con más jugadores aptos para tocar el balón por delante del mediocentro tolosarra.
No es la primera vez que el trivote de Mourinho deja cierto desazón entre los aficionados al fútbol. En un momento de esta temporada, José Mourinho intentó lavarle la cara, cambiando su “peyorativo” nombre por el de ‘triángulo de presión alta’. Sin embargo, todo sigue igual. Y lo que es más paradójico, las sensaciones que desprende este Real Madrid con el trivote son inversamente proporcionales a los resultados logrados. Pues de los trece partidos donde puso este dibujo en práctica desde el inicio, se llevó la victoria en nueve (70%), incluida la final de Copa del Rey que le valió el único título a Mourinho. Ahora, los tres sonados patinazos de este trivote han eclipsado cualquier conato de loa.
Uno fue ante el Barcelona en el Clásico de Copa de esta misma temporada. Y es que después de tener al cuadro blaugrana contra las cuerdas durante la Supercopa con el esquema tradicional, Mourinho decidió volver al dibujo elegido durante el carrusel de Clásicos de la temporada pasada. Y el resultado fue nefasto. Un bochornoso 1-2 con una defensa esperpéntica y con Pepe de mediocentro.
También en el Clásico de la ida de la Champions la temporada pasada. Donde el Real Madrid llegaba con los ánimos del título de Copa del Rey ante un Barcelona tocado, y sin embargo el trivote con Pepe de mediocentro condicionó la predisposición defensiva de los jugadores merengues. Lo que a la postre, unido a la expulsión del propio Pepe, le valió la derrota (0-2). Dos resbalones que, unido al de este miércoles en El Madrigal ante un equipo que luchaba por la permanencia, terminan por dejar en entredicho a este trivote que, objetivamente, no le ha dado tan mal resultado al Real Madrid.
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Y es al trivote Xabi-Khedira-Lass a donde muchos analistas apuntan el día de después como el primer factor que hizo que el Real Madrid se saliera del guión marcado para la victoria. Pues el Real Madrid venía jugando con el tradicional 4-2-3-1, y el cambio de dibujo no le sentó nada bien. El Villarreal de Lotina apostó por un férreo marcaje a Xabi Alonso, viéndose así Khedira y Lass impotentes para sacar el balón jugado. Lo que motivó que Mourinho cambiara los planes antes de la media hora de juego, dando entrada a Callejón por Lass para regresar al esquema habitual, con más jugadores aptos para tocar el balón por delante del mediocentro tolosarra.
No es la primera vez que el trivote de Mourinho deja cierto desazón entre los aficionados al fútbol. En un momento de esta temporada, José Mourinho intentó lavarle la cara, cambiando su “peyorativo” nombre por el de ‘triángulo de presión alta’. Sin embargo, todo sigue igual. Y lo que es más paradójico, las sensaciones que desprende este Real Madrid con el trivote son inversamente proporcionales a los resultados logrados. Pues de los trece partidos donde puso este dibujo en práctica desde el inicio, se llevó la victoria en nueve (70%), incluida la final de Copa del Rey que le valió el único título a Mourinho. Ahora, los tres sonados patinazos de este trivote han eclipsado cualquier conato de loa.
Uno fue ante el Barcelona en el Clásico de Copa de esta misma temporada. Y es que después de tener al cuadro blaugrana contra las cuerdas durante la Supercopa con el esquema tradicional, Mourinho decidió volver al dibujo elegido durante el carrusel de Clásicos de la temporada pasada. Y el resultado fue nefasto. Un bochornoso 1-2 con una defensa esperpéntica y con Pepe de mediocentro.
También en el Clásico de la ida de la Champions la temporada pasada. Donde el Real Madrid llegaba con los ánimos del título de Copa del Rey ante un Barcelona tocado, y sin embargo el trivote con Pepe de mediocentro condicionó la predisposición defensiva de los jugadores merengues. Lo que a la postre, unido a la expulsión del propio Pepe, le valió la derrota (0-2). Dos resbalones que, unido al de este miércoles en El Madrigal ante un equipo que luchaba por la permanencia, terminan por dejar en entredicho a este trivote que, objetivamente, no le ha dado tan mal resultado al Real Madrid.
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