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Cuando la afición pensaba que el
equipo reaccionaría y ganaría, éste les volvió a defraudar. Se preveía
que el conjunto Ché saldría enrabietado al Coliseum tras su derrota del
Miércoles frente al Zaragoza, pero como ocurriera en varias ocasiones
durante este 2012, el Valencia salió pensando en las musarañas.
Quedarse fuera de puestos Champions está solamente a tres puntos a la
espera de que Málaga y Levante jueguen sus respectivos compromisos y el
Valencia parece sumergido en una profunda crisis anímica.
El
conjunto valenciano tuvo, frente al Getafe, un primer cuarto de hora
decente, anotando Soldado un gol y teniendo un par de ocasiones más que
no se pudieron materializar. A partir de ese instante el Valencia
desapareció mentalmente, las bandas se convirtieron en autopistas para
sus rivales, ningún jugador lograba parar los contragolpes del equipo
local y con el balón en los pies no se lograba crear sensación de
peligro.
El equipo madrileño, como tantos otros conjuntos en este
tramo final de liga, no lo desaprovechó y se fue con 3-1 al ecuador del
partido. La segunda parte fue un querer y no poder por parte de un
cuadro valenciano que necesitaba de alguien que tirara del equipo, pero
nadie apareció y el equipo volvió a perder. Los 200 aficionados
valencianistas que acudieron al feudo getafense se fueron con el mismo
sabor de boca que los que acuden últimamente a Mestalla, amargo.
La
sensación que se respira es la de un equipo que no sabe a qué juega y
que se le va acumulando la presión debido a los resultados adversos.
Toda esta incertidumbre lleva a los jugadores a cometer graves errores
que cuestan partidos.
El conjunto de la ciudad del Turia acumula,
durante el año actual, únicamente tres victorias en doce partidos y ha
visto como la cómoda tercera plaza que tenía se le ha ido complicando
hasta el punto de poder llegar a jugarse el próximo fin de semana el
tercer puesto, incluso un puesto Champions, en el derbi valenciano
contra el Levante.
La afición estará esperando, dispuesta a
perdonar pero tampoco tendrá tapujos en sentenciar al equipo si
ocurriera otro desastre.
El Valencia está tocado anímicamente,
casi hundido, pero ya en otras ocasiones consiguió salir a flote a lomos
de su afición. Ahora que se encuentra en una coyuntura similar, el
equipo vuelve a pedir ayuda a la afición y ésta responderá. Todos juntos
tratarán de volver a levantarse.
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equipo reaccionaría y ganaría, éste les volvió a defraudar. Se preveía
que el conjunto Ché saldría enrabietado al Coliseum tras su derrota del
Miércoles frente al Zaragoza, pero como ocurriera en varias ocasiones
durante este 2012, el Valencia salió pensando en las musarañas.
Quedarse fuera de puestos Champions está solamente a tres puntos a la
espera de que Málaga y Levante jueguen sus respectivos compromisos y el
Valencia parece sumergido en una profunda crisis anímica.
El
conjunto valenciano tuvo, frente al Getafe, un primer cuarto de hora
decente, anotando Soldado un gol y teniendo un par de ocasiones más que
no se pudieron materializar. A partir de ese instante el Valencia
desapareció mentalmente, las bandas se convirtieron en autopistas para
sus rivales, ningún jugador lograba parar los contragolpes del equipo
local y con el balón en los pies no se lograba crear sensación de
peligro.
El equipo madrileño, como tantos otros conjuntos en este
tramo final de liga, no lo desaprovechó y se fue con 3-1 al ecuador del
partido. La segunda parte fue un querer y no poder por parte de un
cuadro valenciano que necesitaba de alguien que tirara del equipo, pero
nadie apareció y el equipo volvió a perder. Los 200 aficionados
valencianistas que acudieron al feudo getafense se fueron con el mismo
sabor de boca que los que acuden últimamente a Mestalla, amargo.
La
sensación que se respira es la de un equipo que no sabe a qué juega y
que se le va acumulando la presión debido a los resultados adversos.
Toda esta incertidumbre lleva a los jugadores a cometer graves errores
que cuestan partidos.
El conjunto de la ciudad del Turia acumula,
durante el año actual, únicamente tres victorias en doce partidos y ha
visto como la cómoda tercera plaza que tenía se le ha ido complicando
hasta el punto de poder llegar a jugarse el próximo fin de semana el
tercer puesto, incluso un puesto Champions, en el derbi valenciano
contra el Levante.
La afición estará esperando, dispuesta a
perdonar pero tampoco tendrá tapujos en sentenciar al equipo si
ocurriera otro desastre.
El Valencia está tocado anímicamente,
casi hundido, pero ya en otras ocasiones consiguió salir a flote a lomos
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equipo vuelve a pedir ayuda a la afición y ésta responderá. Todos juntos
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