Para los locales, que deben sumar los tres puntos para, como mínimo,
mantener la presión sobre los equipos que le preceden en la
clasificación, y para los visitantes, clasificados hace tres días para
la final de la Liga Europa, que disputarán el 9 de mayo en Bucarest ante
el Atlético, el duelo de mañana es importantísimo.
El conjunto aragonés arranca frente a los bilbaínos una semana
especialmente muy intensa, a la vez que atípica, ya que los tres
partidos que tiene que disputar tendrán como escenario el estadio de La
Romareda. El siguiente será ante el Levante para finalizar contra un
Rácing que esta jornada podría confirmar su descenso matemático.
El Zaragoza suspira por hacer un pleno de victorias ante sus
seguidores, que volverán a llenar el estadio, y hacerse con los nueve
puntos que están convencidos les permitirán llegar vivos a la última
jornada para mantenerse en Primera División.
Aunque el equipo aragonés depende matemáticamente de sus
rivales, principalmente de lo que haga el Villarreal, del que están a
seis puntos, e incluso podría verse implicado algún otro en caso de
verse atenazado por los nervios, Luis García ha expresado durante la
semana su convencimiento de que con un pleno de triunfos 'te salvas
seguro' porque uno u otro equipo caerá.
No obstante, la empresa se presenta difícil para los maños, ya
que sólo han conseguido en un par de ocasiones cuatro victorias
consecutivas en los últimos veinte años y siempre en unas condiciones
deportivas bastante mejores de las de esta temporada.
La obsesión de Manolo Jiménez, técnico del Zaragoza, durante la
semana ha sido tratar de encontrar la mejor fórmula para frenar el
excelente juego aéreo del Athletic, así como para corregir los problemas
que están teniendo a balón parado, principal camino que les ha
conducido a ser el equipo más goleado de la Liga española con una media
de casi dos tantos por encuentro.
Finalmente, el entrenador sevillano no ha podido recuperar a dos
de sus hombres más importantes en los diferentes esquemas que ha
utilizado, el serbio Iván Obradovic y el malagueño Carlos Aranda, que,
tras la prueba que han realizado en las dos últimas sesiones de la
semana, no están en condiciones para enfrentarse a los bilbaínos, aunque
el segundo podría llegar al partido del miércoles.
El Athletic llega eufórico
Enfrente estará el Athletic. Los ecos de su histórica gesta ante el
Sporting de Lisboa no sólo no se han apagado sino que crecen en una
afición que casi no da abasto para asimilar tantas alegrías y que no
para de hacer planes y números para preparar los próximos 'desembarcos' a
Bucarest y Madrid, escenarios de las finales de la Liga Europa y de la
Copa del Rey, respectivamente.
Pero mientras sus seguidores disfrutan de esos éxitos, Marcelo
Bielsa y sus hombres no renuncian a seguir escribiendo una de las
páginas más brillantes de su historia en una competición liguera en la
que mantienen todavía opciones reales de alcanzar una cuarta plaza que
les permitiría dar otro salto de calidad.
Los diez puntos sumados en las cuatro últimas jornadas han
permitido al Athletic remontar posiciones y colocarse sexto a cuatro
puntos del Málaga, una distancia que confía en seguir recortando con una
victoria frente al Real Zaragoza, a la espera del resultado de La
Rosaleda en el decisivo choque entre los locales y el Valencia.
De cara al once, el técnico argentino ha asegurado tras el
último entrenamiento que aún no tiene definido el equipo inicial, ni
siquiera el sustituto en el lateral izquierdo del sancionado Jon
Aurtenetxe, una posición que podría ocupar Óscar de Marcos, ausente,
también por acumulación de tarjetas, en el choque del pasado jueves.
Bielsa ha asegurado que la secuencia de tres partidos en seis
días -Sporting, Zaragoza y, el próximo miércoles, Real Madrid en San
Mamés- es 'muy ajustada' para el estado físico de los futbolistas y le
obliga, por tanto, a 'ser muy cuidadoso' y esperar al mismo día del
partido para elegir al equipo titular.
El Real Zaragoza recibe al Athletic Club con la necesidad de una
victoria para mantener viva la llama de la esperanza de eludir el
descenso ante un rival que retoma este domingo su carrera por alcanzar
un puesto en la Liga de Campeones, tras el éxtasis vivido el pasado
jueves en San Mamés.
mantener la presión sobre los equipos que le preceden en la
clasificación, y para los visitantes, clasificados hace tres días para
la final de la Liga Europa, que disputarán el 9 de mayo en Bucarest ante
el Atlético, el duelo de mañana es importantísimo.
El conjunto aragonés arranca frente a los bilbaínos una semana
especialmente muy intensa, a la vez que atípica, ya que los tres
partidos que tiene que disputar tendrán como escenario el estadio de La
Romareda. El siguiente será ante el Levante para finalizar contra un
Rácing que esta jornada podría confirmar su descenso matemático.
El Zaragoza suspira por hacer un pleno de victorias ante sus
seguidores, que volverán a llenar el estadio, y hacerse con los nueve
puntos que están convencidos les permitirán llegar vivos a la última
jornada para mantenerse en Primera División.
Aunque el equipo aragonés depende matemáticamente de sus
rivales, principalmente de lo que haga el Villarreal, del que están a
seis puntos, e incluso podría verse implicado algún otro en caso de
verse atenazado por los nervios, Luis García ha expresado durante la
semana su convencimiento de que con un pleno de triunfos 'te salvas
seguro' porque uno u otro equipo caerá.
No obstante, la empresa se presenta difícil para los maños, ya
que sólo han conseguido en un par de ocasiones cuatro victorias
consecutivas en los últimos veinte años y siempre en unas condiciones
deportivas bastante mejores de las de esta temporada.
La obsesión de Manolo Jiménez, técnico del Zaragoza, durante la
semana ha sido tratar de encontrar la mejor fórmula para frenar el
excelente juego aéreo del Athletic, así como para corregir los problemas
que están teniendo a balón parado, principal camino que les ha
conducido a ser el equipo más goleado de la Liga española con una media
de casi dos tantos por encuentro.
Finalmente, el entrenador sevillano no ha podido recuperar a dos
de sus hombres más importantes en los diferentes esquemas que ha
utilizado, el serbio Iván Obradovic y el malagueño Carlos Aranda, que,
tras la prueba que han realizado en las dos últimas sesiones de la
semana, no están en condiciones para enfrentarse a los bilbaínos, aunque
el segundo podría llegar al partido del miércoles.
El Athletic llega eufórico
Enfrente estará el Athletic. Los ecos de su histórica gesta ante el
Sporting de Lisboa no sólo no se han apagado sino que crecen en una
afición que casi no da abasto para asimilar tantas alegrías y que no
para de hacer planes y números para preparar los próximos 'desembarcos' a
Bucarest y Madrid, escenarios de las finales de la Liga Europa y de la
Copa del Rey, respectivamente.
Pero mientras sus seguidores disfrutan de esos éxitos, Marcelo
Bielsa y sus hombres no renuncian a seguir escribiendo una de las
páginas más brillantes de su historia en una competición liguera en la
que mantienen todavía opciones reales de alcanzar una cuarta plaza que
les permitiría dar otro salto de calidad.
Los diez puntos sumados en las cuatro últimas jornadas han
permitido al Athletic remontar posiciones y colocarse sexto a cuatro
puntos del Málaga, una distancia que confía en seguir recortando con una
victoria frente al Real Zaragoza, a la espera del resultado de La
Rosaleda en el decisivo choque entre los locales y el Valencia.
De cara al once, el técnico argentino ha asegurado tras el
último entrenamiento que aún no tiene definido el equipo inicial, ni
siquiera el sustituto en el lateral izquierdo del sancionado Jon
Aurtenetxe, una posición que podría ocupar Óscar de Marcos, ausente,
también por acumulación de tarjetas, en el choque del pasado jueves.
Bielsa ha asegurado que la secuencia de tres partidos en seis
días -Sporting, Zaragoza y, el próximo miércoles, Real Madrid en San
Mamés- es 'muy ajustada' para el estado físico de los futbolistas y le
obliga, por tanto, a 'ser muy cuidadoso' y esperar al mismo día del
partido para elegir al equipo titular.
El Real Zaragoza recibe al Athletic Club con la necesidad de una
victoria para mantener viva la llama de la esperanza de eludir el
descenso ante un rival que retoma este domingo su carrera por alcanzar
un puesto en la Liga de Campeones, tras el éxtasis vivido el pasado
jueves en San Mamés.