Ambos equipos salieron muy enchufados, sobre todo el Blusens, que
trató de hacerse con el control del partido desde el inicio, gracias a
la buena dirección de Rodríguez y al acierto de jugadores como Lasme o
Bulfoni, que pidió su protagonismo desde el exterior, si bien fue bien
replicado en esta faceta por el local Uriz.
Esa lucha sin cuartel, en el caso del Blancos de Rueda por
conservar su dignidad hasta el final de la temporada, se tradujo en un
marcador equilibrado, aunque la precipitación en algunos lanzamientos de
los locales permitió al Obradoiro terminar el primer cuarto con una
pequeña ventaja en el marcador (18-20).
Los gallegos apretaron aún más en defensa, lo que impidió a los
vallisoletanos jugar con comodidad y que, unido a la efectividad de
Bulfoni desde la línea de 6,75, trajo consigo el incremento paulatino de
la renta visitante, que llegó a los diez puntos (25-35), en el minuto
16.
Más solidez interior
Roberto González
solicitó un tiempo muerto y aprovechó para volver a sacar a la pista a
Nacho Martín, con el fin de dar mayor consistencia al juego interior,
potenciando la faceta reboteadora, y abrir espacios hacia el exterior,
lo que se consiguió con éxito, ya que los vallisoletanos endosaron un
parcial de 8-0, que apretó el resultado (35-37).
Dos puntos que se mantendrían hasta llegar al descanso (36-38) y
que dejaban abiertas las puertas a la esperanza para el cuadro
vallisoletano.
El Blancos de Rueda desplegó todas sus armas tras la reanudación
y, merced al buen trabajo colectivo, establecieron un nuevo parcial de
11-2 para tomar las riendas del partido (47-40). Pero el tiempo muerto
solicitado por Moncho Fernández despertó a Kendall y el Blusens recortó
distancias (48-47).
Mas el Blancos de Rueda supo hacer frente a la presión impuesta
por el conjunto gallego, con un Uriz muy centrado en la dirección del
juego y, gracias a una buena defensa, consiguió aguantar el empuje
visitante y mantener la ventaja al final del tercer cuarto (57-52).
Los fallos garrafales de Udrih, que había sustituido a Uriz,
fueron contrarrestados por el acierto de Isaac López y de Nacho Martín
desde el exterior, lo que permitió a los locales mantenerse por delante
en el electrónico (73-65), a falta de cuatro minutos para la conclusión.
El técnico visitante pidió un nuevo receso, que sirvió para
frenar el arrojo de los vallisoletanos (73-70), por lo que tuvo que ser
Roberto González el que solicitara otro tiempo muerto para devolver la
confianza a sus jugadores, como así sucedió, ya que el Blancos de Rueda
echó el resto y, con el buen trabajo de todo el equipo, logró la
victoria (81-75).
81- Blancos de Rueda (18+18+21+24): Uriz (13),
Udrih (9), Robinson (9), Martín (11), Borchardt (16) -cinco inicial-,
Hernández-Sonseca (2), Diego García (9), Songaila (3) y López (9).
75- Blusens Monbus (20+18+14+23): Rodríguez (5),
Bulfoni (15), Washington (4), Lasme (18), Kendall (17) -cinco inicial-,
Junyent (9), Ere (4), Corbacho (3), Hopkins (-) y Palacio (-).
Árbitros: Arteaga, Jiménez y Calatrava. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo segunda jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 3.100 espectadores.
Terra Deportes - EFE
El Blancos de Rueda sacó a relucir su orgullo para imponerse al Blusens
Monbus en un gran partido, que se decidió en un último cuarto en el que
los vallisoletanos jugaron con las ideas claras y muy organizados, a
pesar de que los gallegos nunca bajaron los brazos.
trató de hacerse con el control del partido desde el inicio, gracias a
la buena dirección de Rodríguez y al acierto de jugadores como Lasme o
Bulfoni, que pidió su protagonismo desde el exterior, si bien fue bien
replicado en esta faceta por el local Uriz.
Esa lucha sin cuartel, en el caso del Blancos de Rueda por
conservar su dignidad hasta el final de la temporada, se tradujo en un
marcador equilibrado, aunque la precipitación en algunos lanzamientos de
los locales permitió al Obradoiro terminar el primer cuarto con una
pequeña ventaja en el marcador (18-20).
Los gallegos apretaron aún más en defensa, lo que impidió a los
vallisoletanos jugar con comodidad y que, unido a la efectividad de
Bulfoni desde la línea de 6,75, trajo consigo el incremento paulatino de
la renta visitante, que llegó a los diez puntos (25-35), en el minuto
16.
Más solidez interior
Roberto González
solicitó un tiempo muerto y aprovechó para volver a sacar a la pista a
Nacho Martín, con el fin de dar mayor consistencia al juego interior,
potenciando la faceta reboteadora, y abrir espacios hacia el exterior,
lo que se consiguió con éxito, ya que los vallisoletanos endosaron un
parcial de 8-0, que apretó el resultado (35-37).
Dos puntos que se mantendrían hasta llegar al descanso (36-38) y
que dejaban abiertas las puertas a la esperanza para el cuadro
vallisoletano.
El Blancos de Rueda desplegó todas sus armas tras la reanudación
y, merced al buen trabajo colectivo, establecieron un nuevo parcial de
11-2 para tomar las riendas del partido (47-40). Pero el tiempo muerto
solicitado por Moncho Fernández despertó a Kendall y el Blusens recortó
distancias (48-47).
Mas el Blancos de Rueda supo hacer frente a la presión impuesta
por el conjunto gallego, con un Uriz muy centrado en la dirección del
juego y, gracias a una buena defensa, consiguió aguantar el empuje
visitante y mantener la ventaja al final del tercer cuarto (57-52).
Los fallos garrafales de Udrih, que había sustituido a Uriz,
fueron contrarrestados por el acierto de Isaac López y de Nacho Martín
desde el exterior, lo que permitió a los locales mantenerse por delante
en el electrónico (73-65), a falta de cuatro minutos para la conclusión.
El técnico visitante pidió un nuevo receso, que sirvió para
frenar el arrojo de los vallisoletanos (73-70), por lo que tuvo que ser
Roberto González el que solicitara otro tiempo muerto para devolver la
confianza a sus jugadores, como así sucedió, ya que el Blancos de Rueda
echó el resto y, con el buen trabajo de todo el equipo, logró la
victoria (81-75).
81- Blancos de Rueda (18+18+21+24): Uriz (13),
Udrih (9), Robinson (9), Martín (11), Borchardt (16) -cinco inicial-,
Hernández-Sonseca (2), Diego García (9), Songaila (3) y López (9).
75- Blusens Monbus (20+18+14+23): Rodríguez (5),
Bulfoni (15), Washington (4), Lasme (18), Kendall (17) -cinco inicial-,
Junyent (9), Ere (4), Corbacho (3), Hopkins (-) y Palacio (-).
Árbitros: Arteaga, Jiménez y Calatrava. No hubo eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo segunda jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 3.100 espectadores.
Terra Deportes - EFE
El Blancos de Rueda sacó a relucir su orgullo para imponerse al Blusens
Monbus en un gran partido, que se decidió en un último cuarto en el que
los vallisoletanos jugaron con las ideas claras y muy organizados, a
pesar de que los gallegos nunca bajaron los brazos.