Su ataque llega hasta el
punto de considerar "falso y fingido" el abrazo que protagonizaron
Florentino Pérez y el propio Raúl González Blanco. Para terminar, resume
todo lo ocurrido en dos palabras: "Política florentinoportuguesa".Ramón Calderón vuelve al ataque y lo hace en
el momento oportuno (al menos para su interés). Justo cuando más se
habla del homenaje del Schalke 04 a Raúl González Blanco, llega el ex
presidente del Real Madrid y dispara a la entidad blanca con una
contundencia importante.
En
su propia página web, Calderón dejó frases tan duras como la siguiente:
"Raúl es español, y han tenido que ser unos alemanes, a quienes se
tilda de emocionalmente fríos, los que le hayan demostrado con mucho
calor y sentimiento, el cariño, el reconocimiento y la admiración que
algún rencoroso, con la sensibilidad de una cucaracha le negó de forma
ruin, injusta y cicatera, sin caer en la cuenta de que los madridistas
de verdad nunca podrán olvidar a un jugador legendario que entregó su
vida al club desde que, con 17 años, saltó al campo de la Romareda para
conseguir, durante dieciséis temporadas, la friolera de 323 goles
convirtiéndose, así, en el máximo goleador de la historia del Real
Madrid y el que más partidos ha disputado (741) en 110 años".
En
dicho párrafo se muestra cómo Calderón ataca a algún miembro del Real
Madrid. "Rencoroso, con la sensibilidad de una cucaracha", lanzó, justo
antes de elogiar la trayectoria de Raúl y hacer un rápido repaso de sus
números como futbolista del equipo blanco.
Poco después, Calderón
recordó el día en el que Raúl se despidió de la familia merengue: "Su
adiós se celebró, en el más puro sentido de la palabra, a medio día, en
el palco del estadio y sin público y se saldó con un falso y fingido
abrazo del presidente en el que se adivinaba un pequeño pero agudo puñal
clavándose en la espalda del jugador. Pocos saben que el entrenador
quería mantenerlo en la plantilla y el jugador continuar una temporada
más. El aparcamiento del Santiago Bernabeu fue testigo mudo de las pocas
palabras del presidente a su representante con las que zanjó la
cuestión y abortó los deseos de ambos".
Este expresidente es un impresentable y haria bien callarse.
punto de considerar "falso y fingido" el abrazo que protagonizaron
Florentino Pérez y el propio Raúl González Blanco. Para terminar, resume
todo lo ocurrido en dos palabras: "Política florentinoportuguesa".Ramón Calderón vuelve al ataque y lo hace en
el momento oportuno (al menos para su interés). Justo cuando más se
habla del homenaje del Schalke 04 a Raúl González Blanco, llega el ex
presidente del Real Madrid y dispara a la entidad blanca con una
contundencia importante.
En
su propia página web, Calderón dejó frases tan duras como la siguiente:
"Raúl es español, y han tenido que ser unos alemanes, a quienes se
tilda de emocionalmente fríos, los que le hayan demostrado con mucho
calor y sentimiento, el cariño, el reconocimiento y la admiración que
algún rencoroso, con la sensibilidad de una cucaracha le negó de forma
ruin, injusta y cicatera, sin caer en la cuenta de que los madridistas
de verdad nunca podrán olvidar a un jugador legendario que entregó su
vida al club desde que, con 17 años, saltó al campo de la Romareda para
conseguir, durante dieciséis temporadas, la friolera de 323 goles
convirtiéndose, así, en el máximo goleador de la historia del Real
Madrid y el que más partidos ha disputado (741) en 110 años".
En
dicho párrafo se muestra cómo Calderón ataca a algún miembro del Real
Madrid. "Rencoroso, con la sensibilidad de una cucaracha", lanzó, justo
antes de elogiar la trayectoria de Raúl y hacer un rápido repaso de sus
números como futbolista del equipo blanco.
Poco después, Calderón
recordó el día en el que Raúl se despidió de la familia merengue: "Su
adiós se celebró, en el más puro sentido de la palabra, a medio día, en
el palco del estadio y sin público y se saldó con un falso y fingido
abrazo del presidente en el que se adivinaba un pequeño pero agudo puñal
clavándose en la espalda del jugador. Pocos saben que el entrenador
quería mantenerlo en la plantilla y el jugador continuar una temporada
más. El aparcamiento del Santiago Bernabeu fue testigo mudo de las pocas
palabras del presidente a su representante con las que zanjó la
cuestión y abortó los deseos de ambos".
Este expresidente es un impresentable y haria bien callarse.