Con 91 puntos termina el Barça esta Liga después de un partido sin
mucha historia y que decidió Keita con un cabezazo en el segundo palo.
El africano cerró con 2-2 uno de los choques sin nada en juego en la
última jornada, pero que había animado Rubén Castro con sus desparpajo y
atrevimiento ante la meta visitante.
Doblete de Rubén Castro
El ariete bético, el mejor de su equipo como de costumbre, marcó dos
tantos en apenas cuatro minutos y dejó tocado a un Barça que fue
tremendamente castigado a la contra. Piqué pudo dar buena buena cuenta
de ello. La espalda de la defensa culé fue superada de idéntica manera
en los dos goles.
En el primero, Castro batió a Valdés --que finalmente sí acabará como
'Zamora'-- con una enorme vaselina, mientras que en el segundo lo logró
con un certero disparo que entró ajustado a la cepa del poste. En este
momento, el Barça despertó por mediación del mejor jugador del mundo. Y
eso que Nono había dado frescura a los béticos.
Messi, ya con el tiempo casi cumplido, pegó un zapatazo lejano que se
estrelló en el poste; e Iniesta, menos incisivo que otras veces en los
pocos minutos que dispuso, también quiso meterse pronto en la dinámica.
Sin embargo, tuvo que ser Keita, tras un centro de Montoya, quien dejó
el 2-2 definitivo.
Un resultado que supone el último de Guardiola como técnico blaugrana en
Liga. Casualidades de la vida, el de Santpedor --que solo ha sabido
ganar en sus cuatro temporadas-- dice adiós con un empate y cierra un
ciclo magnífico que comenzó aquel verano de 2009, precisamente con una
derrota en Soria. Los románticos no suelen tener buen final aunque su
currículum sea impecable.
Un Barça muy relajado no pudo finalizar la 'etapa Guardiola' con una
victoria ante un Betis que puso algo más de intensidad. Un acertado
Rubén Castro neutralizó y remontó en el segundo tiempo el tempranero gol
de Busquets, pero una acción aislada de Keita rubricó en el tramo final
el definitivo 2-2.
mucha historia y que decidió Keita con un cabezazo en el segundo palo.
El africano cerró con 2-2 uno de los choques sin nada en juego en la
última jornada, pero que había animado Rubén Castro con sus desparpajo y
atrevimiento ante la meta visitante.
Doblete de Rubén Castro
El ariete bético, el mejor de su equipo como de costumbre, marcó dos
tantos en apenas cuatro minutos y dejó tocado a un Barça que fue
tremendamente castigado a la contra. Piqué pudo dar buena buena cuenta
de ello. La espalda de la defensa culé fue superada de idéntica manera
en los dos goles.
En el primero, Castro batió a Valdés --que finalmente sí acabará como
'Zamora'-- con una enorme vaselina, mientras que en el segundo lo logró
con un certero disparo que entró ajustado a la cepa del poste. En este
momento, el Barça despertó por mediación del mejor jugador del mundo. Y
eso que Nono había dado frescura a los béticos.
Messi, ya con el tiempo casi cumplido, pegó un zapatazo lejano que se
estrelló en el poste; e Iniesta, menos incisivo que otras veces en los
pocos minutos que dispuso, también quiso meterse pronto en la dinámica.
Sin embargo, tuvo que ser Keita, tras un centro de Montoya, quien dejó
el 2-2 definitivo.
Un resultado que supone el último de Guardiola como técnico blaugrana en
Liga. Casualidades de la vida, el de Santpedor --que solo ha sabido
ganar en sus cuatro temporadas-- dice adiós con un empate y cierra un
ciclo magnífico que comenzó aquel verano de 2009, precisamente con una
derrota en Soria. Los románticos no suelen tener buen final aunque su
currículum sea impecable.
Un Barça muy relajado no pudo finalizar la 'etapa Guardiola' con una
victoria ante un Betis que puso algo más de intensidad. Un acertado
Rubén Castro neutralizó y remontó en el segundo tiempo el tempranero gol
de Busquets, pero una acción aislada de Keita rubricó en el tramo final
el definitivo 2-2.