Tras el último entrenamiento de Osasuna de la temporada, Javier
Calleja otorgó una rueda de prensa para despedirse del que ha sido su
club durante las últimas tres temporadas. Han sido tres años difíciles,
pero se queda con buenos recuerdos como "el cariño de mis compañeros,
los momentos buenos que hemos vivido juntos, y con que se han cumplido
los objetivos del grupo”.
Ese gran cariño ha quedado patente en la
propia rueda de prensa, apoyada por sus compañeros que le pusieron el
broche final con una gran ovación. Por eso Calleja admite que "cuando
juegas contra Osasuna le tienes una manía increíble, pero cuando estás
dentro le coges un gran cariño. Me siento orgulloso de pertenecer al
Club".
Bien es cierto que el centrocampista madrileño no está del
todo contento en lo que se refiere exclusivamente a su rendimiento
deportivo. “He jugado poco y el rendimiento no ha sido el esperado y ese
es el mal sabor de boca que me llevo. El mayor culpable soy yo. Jugaba a
ratos y, en lugar de revelarme, me conformé”.
Por último,
preguntado sobre su futuro, ha afirmado tener las puertas abiertas:
“Quiero seguir dando guerra, siempre que salga algo interesante. Si no
es así, entonces cuelgo las botas”.
Sus compañeros, presentes en la rueda de prensa, le despidieron con una emotiva ovación, todo un detalle