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Un miembro de seguridad del estadio de Wroclaw acabó en el suelo
tras recibir una paliza por parte de los aficionados más radicales al
finalizar el partido entre Rusia y la República Checa, en el partido que
cerraba la primera jornada del Grupo A.
Las fuerzas de seguridad
intentaron contener a los aficionados, pero la aglomeración fue
demasiada. Un miembro de seguridad acabó en el suelo y varios más
resultaron víctimas de patadas y puñetazos. Según apunta La Gazzetta,
los altercados se iniciaron por la rivalidad entre los rusos y los
ucranianos, que apoyaban al equipo checo.
Las autoridades están en marcha con la búsqueda de los agresores,
seguramente tarea fácil pues varios videoaficionados recogieron dichas
agresiones en el interior del complejo deportivo.
Los incidentes se produjeron tras el segundo partido del Grupo A entre Rusia y la República Checa