Greipel gana tras caer Cavendish en la llegada y Cancellara sigue líder
Foto: EFE en español
Carlos de Torres
El alemán Andre Greipel (Lotto Belisol) esquivó una caída
masiva en los últimos instantes que afectó al británico Mark Cavendish
(Sky) y logró estrenarse en la cuarta etapa del Tour de Francia,
disputada entre Abbeville y Rouen, de 214 kilómetros, en la que un día
más el suizo Fabian Cancellara (Radioshack) mantuvo el maillot amarillo.
Greipel,
de 29 años y medallista de bronce en el Mundial en ruta, se vio
beneficiado al salir airoso de una montonera que dejó fuera de combate a
Cavendish a 2,7 kilómetros de meta, y también por el trabajo del Lotto,
que le llevó en silla de plata hasta la recta de meta, donde ni Peter
Sagan le pudo alcanzar. Alzó los brazos con un tiempo de 5h.18.32 por
delante del italiano Alessandro Petacchi (Lampre) y del danés Tom
Veelers (Argos Shimano).
"Una victoria ante Cavendish es más
agradable. Las caídas forman parte de las carreras. El lunes ya vimos
que estaba a su altura, y ahora deseo que no tenga problemas y que
podamos vernos las caras muy pronto", dijo Greipel, contento y
desafiante.
Cavendish llegó a ritmo de paseo, lleno de rasguños y
cara de pocos chistes. Era la imagen del campeón mundial, que perdió una
ocasión clara para empatar a Sagan en su duelo particular. Otros
esprinters, como Eisel, el argentino Haedo, Hunter o Hutarovich, también
quedaron atrapados en la trampa.
Los favoritos salieron indemnes y
entraron en el mismo grupo con el mismo tiempo del vencedor, en una
jornada tranquila hasta el citado accidente, que se cerró a una media de
40,4 kms/hora. De esta forma, Cancellara cumplió su objetivo de retener
el liderato, y cada vez se acerca más a la idea de retener el maillot
amarillo hasta el sábado, cuando empieza la montaña. "Espartaco"
aventaja en 7 segundos a Bradley Wiggins (Sky) y Sylvain Chavanel.
Etapa
que sirvió de transito de Pas de Calais a Normandía, con el inevitable
recuerdo del legendario Jacques Anquetil, el primer ciclista del club de
los 5 Tours de Francia. El "Maestro Jacques" recibió el homenaje del
Tour, que depositó una corona de flores en su tumba de Quimquempoix.
Además se casó uno de sus hijos, que eligió la fecha aprovechando el
paso de la "Grande boucle".
Apenas se dio el banderazo de salida
en Abbeville saltó Yukiya Arashiro (Europcar), el primer japonés en
terminar un Tour, junto a Fumiyupi Beppu, en 2009, precursor de la
escapada del día. Enseguida se apuntaron dos franceses, David Moncoutié
(Cofidis), de 37 años, cuatro veces rey de la montaña de la Vuelta y el
joven Anthony Delaplace (Saur).
Por delante un recorrido llano que
incluía cuatro cotas de cuarta, en paralelo a los espectaculares
acantilados de yeso de la costa del norte de Normandía, antes de iniciar
los últimos 75 kilómetros en Fecamp, ya hacia el interior, camino de
Rouen. En ese cambio de orientación el cuarteto en fuga contaba con una
ventaja de 6.25 minutos. Para entonces el Radioshack del líder ya había
tomado el relevo del BMC de Evans y el Lotto de Greipel en la cabeza del
grupo.
La caza se consumó a 8 kilómetros de la llegada,
coincidiendo con un ataque del belga Gilbert, a la que respondieron
Chavanel y Poel, que trataron sin éxito el despegue. Con el pelotón
agrupado se produjo a menos de 3 kilómetros de meta la caída que atrapó a
Cavendish y dejó cortado, aunque sin consecuencias, al candidato número
uno al triunfo final, el británico Bradley Wigdins.
Con el
maillot arco iris sentado en el asfalto, el Lotto se encontró con una
situación de lujo para llevar a Greipel hasta su decimocuarta victoria
de la temporada y la número 86 desde su debut profesional en 2005.
Cuatro
compañeros se encargaron de poner el tren adecuado para Greipel, "El
gorila", uno de los "recordman" de la temporada en número de victorias,
ahora superado por Sagan, que se salvó de la montonera por los pelos.
El
ciclista de Rostock, paisano de Jan Ullrich, apretó los dientes y no
dio opción a sus rivales ante una ocasión de oro. Celebró su segunda
victoria en el Tour en Rouen, la "ciudad de los cien campanarios"
dividida por el Sena, donde fue quemada Juana de Arco después de la
invasión inglesa que recuperó la ciudad para su Corona. En esta ocasión
no hubo acciones tan drásticas, pero Cavendish terminó de bastante mal
humor, algo quemado.
Mañana se disputa la quinta etapa entre Rouen
y Saint Quentin, de 196,5 kilómetros, una jornada sin dificultades
óptima para ser aprovechada por los llegadores.
Carlos de Torres
Otra sprint a ver si llega la montaña y hay algo mas que caidas
Última edición por bonafe el Jue 5 Jul - 6:55, editado 1 vez