Estados Unidos fue más que España en el Sant Jordi. Durante 13 minutos
la Selección tuteó y superó a su poderoso rival, por momentos con
claridad, pero el ciclón americano se apoderó pronto del partido para
acabar ganando con mucha holgura.
Como partido amistoso, las conclusiones son relativas. Quedó claro que
España puede hacer daño y superar a Estados Unidos en ataque y en
defensa; lo hizo en un arranque perfecto. Quedó claro que los americanos
van tan sobrados de talento y de físico que en cinco minutos pueden
cambiar un partido. Y que si encima les concedes 15, te meten de 20.
Quedó claro lo que nadie debería dudar: que Estados Unidos es superior y
favorita, pero que esto es baloncesto y España está capacitada para
sorprenderles.
fluido y la defensa sin fisuras que exhibió en el primer cuarto. Y,
sobre todo, si Estados Unidos podrá repetir este gigantesco nivel de
acierto cuando llegue el momento de la verdad. Que vale, son muy buenos,
pero no van a meter tantos tiros cada día. Por ejemplo, contra
Argentina no lo hicieron.
España hizo daño mientras controló el ritmo defensivo y obligó a Estados Unidos a jugar a otra cosa,
sin encontrar a sus estrellas. Fue eficaz mientras eludió las pérdidas y
contraataques rivales, y, sobre todo, cuando logró ‘alimentar’
correctamente a sus pívots. Pau Gasol (10 puntos) y Serge Ibaka
(16, todos en la primera mitad), como será el caso de Marc Gasol cuando
se recupere, pueden ser demoledores bajo tableros... pero el problema
es hacerles llegar el balón entre un sinfín de manos tocando cada
pelota.
Y España se desangró cuando empezó a perder balones intimidada por la
presión defensiva americana. Cuando las defensas mixtas dejaron de ser
efectivas y Melo Anthony (27 puntos) metió cinco triples en 10 minutos. O cuando LeBron James (25 puntos y 8 asistencias), en el segundo y en el último cuarto, y Kevin Durant (13 puntos y 8 rebotes), en el tercero, se adueñaron de lo que sucedía en el parqué.
España salió al parqué con hambre de victoria y un altísimo nivel de acierto. Solo el triple inicial de Paul
intercedió en el monólogo de los hombres de Scariolo, desbordantes con
un parcial 10-0. Tras buscar un triple en sus tres primeros ataques,
España cargó el balón al interior y encontró un referente en Serge
Ibaka: canasta a canasta, mates o tiros de cuatro metros, se alió con un
soberbio Calderón (6 asistencias en el primer cuarto, aunque acabó con ocho) para comandar esa salida de película: 10-3, 22-13 más tarde.
La selección de Estados Unidos estaba confundida. En ataque no encontraba a Durant, LeBron o Kobe,
inéditos durante muchos minutos, y las zonas mixtas planteadas por
Scariolo causaban estragos. En defensa, no encontraba el nivel adecuado:
demasiado ‘handchecking’ (toque con las manos) y prematura acumulación
de faltas de Chandler. Incluso los pasos estaban esta vez en su contra: tres infracciones en los primeros 10 minutos.
Vamos, un arranque de cabecera en cualquier manual de “Cómo batir a
Estados Unidos”. Pero con los americanos ya se sabe, tienen tantos
recursos y potencial que acaba encontrando la manera de hacer daño. Y en
Barcelona ese daño se llamaba Carmelo Anthony, y era letal. Lo suyo fue
una exhibición también de manual: canastas lejanas y puntos uno tras
otro, rescatando a los suyos con 10 puntos en el primer cuarto, salvado
con 25-21 adverso.
Anthony aparece, Estados Unidos aprieta y se dispara
Las rotaciones mermaron entonces a España y ‘Melo’ no solo no frenó,
incluso creció. Otros 13 puntos suyos, 23 al descanso, cambiaron el
dueño del partido: parcial 8-23 y Estados Unidos disparado (+11, 33-44).
LeBron, Durant y Kobe ya empezaban a sentirse cómodos (12 puntos y
siete asistencias entre los tres en el 2º cuarto) y era la Selección
Española la que había entrado en barrena: cuatro pérdidas en cinco
ataques permitían a los estadounidenses volar en el contraataque. Solo
Ibaka, con 14 puntos al descanso, y los primeros tantos de Rudy y Felipe mitigaban la sangría: 40-48.
Y de repente, +21
Las posibilidades de victoria de España pasaban por recuperar el control
defensivo y de ritmo. De frenar a Estados Unidos, vaya. Pero no pudo
con Kevin Durant, sueltísimo con 10 puntos en tres minutos. Los
americanos anotaron en siete de sus nueve primeros ataques del cuarto y
la ventaja se disparó hasta los 15 puntos (47-62), pero aun faltaba el
‘momento Westbrook’: 7 puntos seguidos, incluido un mate espectacular, ponían el partido en +21 para los americanos (48-69).
España tardó un rato en encontrarse, y lo hizo desde la defensa con una
zona 2-3 que por momentos hizo pensar en la remontada. Hasta a 12 se
colocaron los de Scariolo (59-71), antes de que un inoportuno palmeo de
Anthony cerrase el tercer periodo con 60-74.
Scariolo decidió entonces dar confianza a su segunda unidad, jugando la primera mitad del último cuarto con Sada, Llull, San Emeterio, Claver
y Felipe Reyes. Tuvieron momentos de brillantez, pero el partido era
americano y LeBron lo sellaba con un mate en contraataque: 67-84 a seis
minutos del final.
De hecho, el crack de Miami Heat metió 12 puntos casi seguidos, con dos
triples que elevaban su exhibición al un altísimo nivel: 25 puntos, 8
asistencias, 3 rebotes y 5 robos. El partido, en un momento, estaba de
nuevo +20: 74-94.
Ya con el partido totalmente resuelto, Estados Unidos incluso probó una
zona y, con dos triples de Harden, llegó a los 100. El resultado,
78-100.
¿Y los famosos pasos? No trajeron un gran debate esta vez. No perdiendo
por 20. En todo caso, se pitaron cuatro, tres en el primer cuarto y uno
en el segundo.
ACB.com
Fueron superiores ahora queda la duda si españa se guardo algo para proximo partido.
la Selección tuteó y superó a su poderoso rival, por momentos con
claridad, pero el ciclón americano se apoderó pronto del partido para
acabar ganando con mucha holgura.
Como partido amistoso, las conclusiones son relativas. Quedó claro que
España puede hacer daño y superar a Estados Unidos en ataque y en
defensa; lo hizo en un arranque perfecto. Quedó claro que los americanos
van tan sobrados de talento y de físico que en cinco minutos pueden
cambiar un partido. Y que si encima les concedes 15, te meten de 20.
Quedó claro lo que nadie debería dudar: que Estados Unidos es superior y
favorita, pero que esto es baloncesto y España está capacitada para
sorprenderles.
España no pudo con Estados Unidos en Barcelona (Foto FEB / Alberto Nevado)
Queda en el aire, en cambio, si España será capaz de extender su juego fluido y la defensa sin fisuras que exhibió en el primer cuarto. Y,
sobre todo, si Estados Unidos podrá repetir este gigantesco nivel de
acierto cuando llegue el momento de la verdad. Que vale, son muy buenos,
pero no van a meter tantos tiros cada día. Por ejemplo, contra
Argentina no lo hicieron.
España hizo daño mientras controló el ritmo defensivo y obligó a Estados Unidos a jugar a otra cosa,
sin encontrar a sus estrellas. Fue eficaz mientras eludió las pérdidas y
contraataques rivales, y, sobre todo, cuando logró ‘alimentar’
correctamente a sus pívots. Pau Gasol (10 puntos) y Serge Ibaka
(16, todos en la primera mitad), como será el caso de Marc Gasol cuando
se recupere, pueden ser demoledores bajo tableros... pero el problema
es hacerles llegar el balón entre un sinfín de manos tocando cada
pelota.
Y España se desangró cuando empezó a perder balones intimidada por la
presión defensiva americana. Cuando las defensas mixtas dejaron de ser
efectivas y Melo Anthony (27 puntos) metió cinco triples en 10 minutos. O cuando LeBron James (25 puntos y 8 asistencias), en el segundo y en el último cuarto, y Kevin Durant (13 puntos y 8 rebotes), en el tercero, se adueñaron de lo que sucedía en el parqué.
Exhibición de LeBron James con 25 puntos, 8 rebotes y 5 robos (Foto EFE)
Un inicio pletóricoEspaña salió al parqué con hambre de victoria y un altísimo nivel de acierto. Solo el triple inicial de Paul
intercedió en el monólogo de los hombres de Scariolo, desbordantes con
un parcial 10-0. Tras buscar un triple en sus tres primeros ataques,
España cargó el balón al interior y encontró un referente en Serge
Ibaka: canasta a canasta, mates o tiros de cuatro metros, se alió con un
soberbio Calderón (6 asistencias en el primer cuarto, aunque acabó con ocho) para comandar esa salida de película: 10-3, 22-13 más tarde.
La selección de Estados Unidos estaba confundida. En ataque no encontraba a Durant, LeBron o Kobe,
inéditos durante muchos minutos, y las zonas mixtas planteadas por
Scariolo causaban estragos. En defensa, no encontraba el nivel adecuado:
demasiado ‘handchecking’ (toque con las manos) y prematura acumulación
de faltas de Chandler. Incluso los pasos estaban esta vez en su contra: tres infracciones en los primeros 10 minutos.
Vamos, un arranque de cabecera en cualquier manual de “Cómo batir a
Estados Unidos”. Pero con los americanos ya se sabe, tienen tantos
recursos y potencial que acaba encontrando la manera de hacer daño. Y en
Barcelona ese daño se llamaba Carmelo Anthony, y era letal. Lo suyo fue
una exhibición también de manual: canastas lejanas y puntos uno tras
otro, rescatando a los suyos con 10 puntos en el primer cuarto, salvado
con 25-21 adverso.
Poderoso mate de Serge Ibaka (Foto FEB / Alberto Nevado)
Anthony aparece, Estados Unidos aprieta y se dispara
Las rotaciones mermaron entonces a España y ‘Melo’ no solo no frenó,
incluso creció. Otros 13 puntos suyos, 23 al descanso, cambiaron el
dueño del partido: parcial 8-23 y Estados Unidos disparado (+11, 33-44).
LeBron, Durant y Kobe ya empezaban a sentirse cómodos (12 puntos y
siete asistencias entre los tres en el 2º cuarto) y era la Selección
Española la que había entrado en barrena: cuatro pérdidas en cinco
ataques permitían a los estadounidenses volar en el contraataque. Solo
Ibaka, con 14 puntos al descanso, y los primeros tantos de Rudy y Felipe mitigaban la sangría: 40-48.
Y de repente, +21
Las posibilidades de victoria de España pasaban por recuperar el control
defensivo y de ritmo. De frenar a Estados Unidos, vaya. Pero no pudo
con Kevin Durant, sueltísimo con 10 puntos en tres minutos. Los
americanos anotaron en siete de sus nueve primeros ataques del cuarto y
la ventaja se disparó hasta los 15 puntos (47-62), pero aun faltaba el
‘momento Westbrook’: 7 puntos seguidos, incluido un mate espectacular, ponían el partido en +21 para los americanos (48-69).
España tardó un rato en encontrarse, y lo hizo desde la defensa con una
zona 2-3 que por momentos hizo pensar en la remontada. Hasta a 12 se
colocaron los de Scariolo (59-71), antes de que un inoportuno palmeo de
Anthony cerrase el tercer periodo con 60-74.
Scariolo decidió entonces dar confianza a su segunda unidad, jugando la primera mitad del último cuarto con Sada, Llull, San Emeterio, Claver
y Felipe Reyes. Tuvieron momentos de brillantez, pero el partido era
americano y LeBron lo sellaba con un mate en contraataque: 67-84 a seis
minutos del final.
De hecho, el crack de Miami Heat metió 12 puntos casi seguidos, con dos
triples que elevaban su exhibición al un altísimo nivel: 25 puntos, 8
asistencias, 3 rebotes y 5 robos. El partido, en un momento, estaba de
nuevo +20: 74-94.
Ya con el partido totalmente resuelto, Estados Unidos incluso probó una
zona y, con dos triples de Harden, llegó a los 100. El resultado,
78-100.
¿Y los famosos pasos? No trajeron un gran debate esta vez. No perdiendo
por 20. En todo caso, se pitaron cuatro, tres en el primer cuarto y uno
en el segundo.
ACB.com
Fueron superiores ahora queda la duda si españa se guardo algo para proximo partido.