Usain Bolt porta el récord mundial de los 100 metros, conseguido en Beijing 2008. (Getty)
Yohan Blake
recuerda vivamente lo que ocurrió hace cuatro años en Beijing, el
escenario donde el mundo entero quedó alucinado con las hazañas
sobrehumanas y la arrebatadora personalidad de Usain Bolt.
La asombrosa final de los 100 metros en la que Bolt
se puso a celebrar la victoria antes de cruzar la meta en el Nido de
Pájaros y de todas formas lograba imponer un récord mundial de 9.69
segundos fue la imagen icónica de esos Juegos Olímpicos.
"En 2008, ví los Juegos en mi casa. Me acababa
de graduar de la secundaria. Hice una prueba para el equipo de Jamaica y
no pude porque era demasiado joven", dijo Blake. "Pero mírenme ahora,
cuatro años después".
Blake tiene 22 años y es a quien se le apunta
para destronar a su compañero de entrenamientos y buen amigo, luego de
vencerle sucesivamente en los 100 y 200 el mes pasado en el Preolímpico
de Jamaica.
"Lo que recuerdo de los pasados juegos, era que
siempre quise estar en esto. Es el sueño de todos", dijo Blake. "Se me
pone la carne de gallina con sólo estar. Estoy muy entusiasmado con
mostrarle a todo el mundo lo que puedo hacer".
Ya dentro de muy poco Blake podrá saciar su
impaciencia por entrar en acción a la pista del Estadio Olímpico erigido
en el este de Londres.
El programa del atletismo se pone en marcha el
viernes. Los 100 metros --la prueba reina-- comenzarán el sábado con las
eliminatorias, mientras que las semifinales y la gran final se
dirimirán la noche del domingo.
La jornada del viernes adjudicará los dos
primeros títulos: los 10.000 metros femeninos y lanzamiento de bala
masculino. También arranca la fase eliminatoria de los 400 vallas
masculinos, donde todo Puerto Rico cifra sus ilusiones de que Javier
Culson les dará su primer oro olímpico.
Pero la atención se concentra en Bolt y Blake,
los dos espectaculares velocistas jamaiquinos que comparten el mismo
gurú, en Glen Mills.
Hasta hace un año, la expectativa era que Bolt
no tendría problemas en repetir en Londres sus gestas de Beijing, donde
se convirtió en el primer velocista en quebrar tres récords mundiales en
unos mismos juegos. Cuatro noches después de ganar los 100, Bolt
eclipsó la plusmarca que Michael Johnson ostentó durante 12 años en los
200 y luego puso la cereza en el pastel con el relevo 4x100.
Los papeles se han invertido. Blake irrumpió de
lleno con su victoria en los 100 en el Mundial de Daegu el año pasado,
en el que Bolt fue descalificado por una salida en falso. Bolt se
consoló con un triunfo en los 200 y un nuevo récord mundial en el relevo
corto.
Blake también cuenta con el tiempo más rápido
esta temporada en los 100 con 9.75 y, pocas semanas después del Mundial,
fijó el segundo mejor registro de la historia en los 200 con 19.26, a
sólo siete centésimas de la plusmarca de Bolt.
Los triunfos de Blake en el Preolímpico se
caracterizaron por un llamativo patrón: siempre remontó con aceleradas
que dejaron a Bolt atrás en los últimos 40 metros.
Para Maurice Greene, el campeón olímpico de los 100 en Sydney 100, la sorpresa sería que Blake pierda en Londres.
"No me malinterpreten, Bolt puede hacer algo
fenomenal. Es capaz de hacerlo y lo ha hecho antes", analizó Greene.
"Pero lo cierto es no está ni cerca del nivel que tenía en 2008 en
China. No es el mismo, lleva dos años con muchos problemas técnicos".
También están sus problemas físicos, como
reconoció al llegar a Londres, al explicar que en el Preolímpico se vio
afetcado por una dolencia en la espalda.
Pese a sus recientes penurias, vale advertir que Bolt cuenta con tres de los cinco tiempos más rápidos del año.
Hacia afuera trata de mostrarse con serenidad ante el reto de Blake.
"No deja de ser un llamado de alerta el perder.
En mi caso, me ayudó a abrir los ojos y replantearme algunas cosas",
dijo al llegar a Londres.
Ambos insisten que su amistad no se verá afectada por la rivalidad.
"Siempre estamos bromeando entre nosotros",
afirmó Blake, quien le debe el apodo de "La Bestia" a Bolt por su
frenética entrega a los entrenamientos. "El día de la carrera estamos
serios, cada uno concentrado en el suyo. Pierda o gane, seguiremos como
amigos".
Nuevamente, Jamaica y Estados Unidos se
disputarán la supremacía en la velocidad pura. Hace cuatro años, los
caribeños impusieron su autoridad, ya que Shelly-Ann Fraser-Pryce y
Veronica Campbell-Brown se llevaron los oros en los sprints.
Campbell-Brown llega en busca de su tercer
título consecutivo en los 200, pero desde el viernes luchará en los 100
junto a Fraser-Pryce y las estadounidenses Carmelita Jeter y Allyson
Felix.
Algunos dirán que los estadounidenses Tyson Gay
y Justin Gatlin, el campeón olímpico de Atenas 2004, se contentaránm
con las migajas del bronce ante Bolt y Blake.
"Es primordial para Estados Unidos volver a la cima en la velocidad", dijo Gay.
Mientras jamaicanos y estadounidenses se sacan
chispas en los sprints, Kenia y Etiopía animan las carreras de fondo. El
primer duelo será el viernes en los 10.000 femeninos, en el que la
etíope Tirunesh Dibaba buscará convertirse en la primera mujer que
revalida el título al enfrentarse a la campeona mundial Vivian
Cheruiyot, de Kenia
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Ahora toca al rey de las olimpiadas el atletismo