Utilicemos como ejemplo aquello que mejor conocemos, la Selección
Española. La grandeza que conlleva sustentar el fútbol europeo y mundial
tras tres fase finales elevándose a lo más alto, genera presión,
exigencia, necesidad y críticas, pero igualmente multiplica las
inversiones de resto en torno a la campeona de Europa y del Mundo. Desde
los éxitos acumulados estos seis últimos años, España ha multiplicado
sus partidos amistosos en el extranjero, ha viajado a cualquier punto
del planeta y se han acumulado las peticiones que no se han podido
llevar a cabo. Y todo, por petición expresa de quien lleva los galones,
una Federación que entiende que el bonito pastel que tiene entre manos
es delicioso no solo para los aficionados españoles, sino para los de
todo el mundo, por lo que intenta aproximarlo allí donde los inversores
se muestran más animados.
El último de estos ‘experimentos’ que a la Roja apenas le han servido
para salir goleada o perder credibilidad ante la desidia por afrontar
estos duelos, será esta semana en San Juan, Puerto Rico, evidenciando
que otra vez, la fecha FIFA internacional no tiene valores realmente
deportivos. Y en esa línea donde antiguamente se movieron (y se mueven)
por su historia y jugadores selecciones como Brasil-Argentina
(habituales en ‘bolos’ inoportunos en países árabes o asiáticos),
parecen ahora unirse otras potencias como Alemania, Inglaterra, Italia,
Francia o Portugal.
En todas ellas existen jugadores de talla mundial pero, de igual
manera, aparecen cada vez más detractores y críticos que enjuician este
tipo de decisiones. Y es que organizar en pleno verano una expedición al
otro lado del planeta sin que aún haya comenzado la temporada de manera
oficial en la mayoría de campeonatos potentes de Europa, no sólo
debilita la forma física de los protagonistas, sino que descuida por
completo la salud de un deporte rey que sigue mostrando en días así su
cara más comercial y mercantil.
La defensa a la organización de este tipo de partidos es complicada
pues, por ejemplo España, ha tenido que viajar ocho horas de avión (un
vuelo tremendamente largo), apenas tienen dos días de preparación
conjunta (lo que evidencia que no es una cita importante) y un regreso
nuevamente largo apenas 48 horas antes de que arranque la Liga este
próximo fin de semana. Siendo objetivos, la recompensa sólo la obtendrán
aquellos que pueden elegir el calendario del ‘juguete millonario’ que
poseen, y que en este caso concreto, se embolsarán alrededor de dos
millones de euros. Y es que, sumando patrocinadores, giras, contratos
especiales y giras amistosas en el extranjero, la RFEF aglutinó unos 40
millones de ingresos en el último año (25 millones de euros llegan desde
el Mundial 2010 y otros 25 más desde la Eurocopa 2012).
A cambio, los aficionados, todos esos que pagarán esta semana su
entrada para disfrutar del fútbol de su equipo en el regreso de la
Primera División, sólo obtendrán estrellas agotadas y falta de energías
para empezar a luchar por sus objetivos ligueros. Incluso, analizando
más a fondo, los propios hinchas que quieran disfrutar del potencial de
la selección, tampoco podrán hacerlo pues resulta complicado pensar que
un jugador que empieza su actividad de clubes horas más tarde, pueda
buscar máximo rendimiento o forzar en situaciones que pueden poner en
peligro su integridad.
Esas reivindicaciones han llegado esta semana desde cualquier punto
del fútbol mundial. La jornada de esta semana incluye partidos de
muchísimo nivel como Inglaterra-Italia, Alemania-Argentina o
Francia-Uruguay, selecciones que aglutinan jugadores de primerísimo
nivel que ven cortada su progresión de pretemporada para encontrarse con
sus compañeros internacionales apenas semanas después de haber
participado en la Eurocopa y sin metas competitivas por afronta a corto
plazo. Y es que el fútbol inglés arranca esta misma semana, el italiano y
el alemán han tenido que retrasarlo una semana y el francés incluso ya
empezó este pasado fin de semana su actividad. Demasiados problemas como
para que nadie alzara la voz pues cuando la lógica se destruye, los
‘experimentos’ quedan retratados y una fecha FIFA en pleno mes de
agosto, jamás pudo ser obra de un verdadero amante del fútbol.
Y con razon estas no son fechas para amistosos de selecciones
Española. La grandeza que conlleva sustentar el fútbol europeo y mundial
tras tres fase finales elevándose a lo más alto, genera presión,
exigencia, necesidad y críticas, pero igualmente multiplica las
inversiones de resto en torno a la campeona de Europa y del Mundo. Desde
los éxitos acumulados estos seis últimos años, España ha multiplicado
sus partidos amistosos en el extranjero, ha viajado a cualquier punto
del planeta y se han acumulado las peticiones que no se han podido
llevar a cabo. Y todo, por petición expresa de quien lleva los galones,
una Federación que entiende que el bonito pastel que tiene entre manos
es delicioso no solo para los aficionados españoles, sino para los de
todo el mundo, por lo que intenta aproximarlo allí donde los inversores
se muestran más animados.
El último de estos ‘experimentos’ que a la Roja apenas le han servido
para salir goleada o perder credibilidad ante la desidia por afrontar
estos duelos, será esta semana en San Juan, Puerto Rico, evidenciando
que otra vez, la fecha FIFA internacional no tiene valores realmente
deportivos. Y en esa línea donde antiguamente se movieron (y se mueven)
por su historia y jugadores selecciones como Brasil-Argentina
(habituales en ‘bolos’ inoportunos en países árabes o asiáticos),
parecen ahora unirse otras potencias como Alemania, Inglaterra, Italia,
Francia o Portugal.
En todas ellas existen jugadores de talla mundial pero, de igual
manera, aparecen cada vez más detractores y críticos que enjuician este
tipo de decisiones. Y es que organizar en pleno verano una expedición al
otro lado del planeta sin que aún haya comenzado la temporada de manera
oficial en la mayoría de campeonatos potentes de Europa, no sólo
debilita la forma física de los protagonistas, sino que descuida por
completo la salud de un deporte rey que sigue mostrando en días así su
cara más comercial y mercantil.
LAS FEDERACIONES APROVECHAN EN EXCESO EL 'JUGUETE' |
La defensa a la organización de este tipo de partidos es complicada
pues, por ejemplo España, ha tenido que viajar ocho horas de avión (un
vuelo tremendamente largo), apenas tienen dos días de preparación
conjunta (lo que evidencia que no es una cita importante) y un regreso
nuevamente largo apenas 48 horas antes de que arranque la Liga este
próximo fin de semana. Siendo objetivos, la recompensa sólo la obtendrán
aquellos que pueden elegir el calendario del ‘juguete millonario’ que
poseen, y que en este caso concreto, se embolsarán alrededor de dos
millones de euros. Y es que, sumando patrocinadores, giras, contratos
especiales y giras amistosas en el extranjero, la RFEF aglutinó unos 40
millones de ingresos en el último año (25 millones de euros llegan desde
el Mundial 2010 y otros 25 más desde la Eurocopa 2012).
A cambio, los aficionados, todos esos que pagarán esta semana su
entrada para disfrutar del fútbol de su equipo en el regreso de la
Primera División, sólo obtendrán estrellas agotadas y falta de energías
para empezar a luchar por sus objetivos ligueros. Incluso, analizando
más a fondo, los propios hinchas que quieran disfrutar del potencial de
la selección, tampoco podrán hacerlo pues resulta complicado pensar que
un jugador que empieza su actividad de clubes horas más tarde, pueda
buscar máximo rendimiento o forzar en situaciones que pueden poner en
peligro su integridad.
Esas reivindicaciones han llegado esta semana desde cualquier punto
del fútbol mundial. La jornada de esta semana incluye partidos de
muchísimo nivel como Inglaterra-Italia, Alemania-Argentina o
Francia-Uruguay, selecciones que aglutinan jugadores de primerísimo
nivel que ven cortada su progresión de pretemporada para encontrarse con
sus compañeros internacionales apenas semanas después de haber
participado en la Eurocopa y sin metas competitivas por afronta a corto
plazo. Y es que el fútbol inglés arranca esta misma semana, el italiano y
el alemán han tenido que retrasarlo una semana y el francés incluso ya
empezó este pasado fin de semana su actividad. Demasiados problemas como
para que nadie alzara la voz pues cuando la lógica se destruye, los
‘experimentos’ quedan retratados y una fecha FIFA en pleno mes de
agosto, jamás pudo ser obra de un verdadero amante del fútbol.
LOS AFICIONADOS QUEDAN AISLADOS Y PERJUDICADOS |
Y con razon estas no son fechas para amistosos de selecciones