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Argentina consiguió una importante victoria ante Alemania por el
marcador de 0-3. Más allá de lo intrascendente que puede ser sacar un
triunfo en un partido de carácter amistoso, las formas en la que lo
consiguió el equipo de Alejandro Sabella invitan al optimismo del
aficionado argentino. La albiceleste dominó el compromiso ante un gran
rival, tuvo muy buenas ocasiones y desplegó ese fútbol que tanto se
espera pero que a veces nunca llega. Hoy, el tango sí se hizo presente.
El
equipo de Joachim Löw fue muy superior en los primeros minutos de
partido. Müller y Marco Reus estuvieron muy incisivos, logrando poner en
aprietos a la defensa argentina. La posesión era de los alemanes y eso
anuló al potencial ofensivo de los de Sabella; Messi, Higuaín y Di María
brillaron por su ausencia en el inicio del compromiso. Klose y Özil
tuvieron buenas oportunidades para poner el 1-0.
Sin embargo, Fernando Gago y Javier Mascherano fueron ganando
protagonismo en la cancha. Eso permitió al equipo sudamericano el ir
adelantando líneas y disfrutar del peligro que podían generar sus
grandes jugadores en ataque. Cuando mejor estaba Argentina, llegó la
jugada que cambió el partido: El penal de Ron-Rober Zieler a Sosa, lo
que dejó a Alemania con uno menos cuando el cronómetro marcaba la
primera media hora de juego.
Pese a que Lionel Messi no pudo
anotar ante la buena respuesta de Ter Stegen, la superioridad numérica
permitió a Argentina dominar el partido a placer. De a poco los hombres
de Löw fueron retrocediendo sus líneas y los argentinos pudieron
realizar su juego con mucha tranquilidad. Todo era cuestión de que
llegara el primer tanto de Argentina, el cual cayó tras un autogol de
Khedira en el descuento de la primera parte.
La segunda parte
sería un trámite para los de Sabella. El ingreso de Agüero le aportó
mucha dinámica y sorpresa al ataque de la albiceleste, ya que el Kun se
combinó de mil maravillas con Higuaín y, especialmente, con Lionel
Messi. Tacos, cañitos y jugadas de primera. Argentina bailó a un equipo
de Alemania que poco pudo hacer.
Lionel Messi tendría su revancha, ya que pudo anotar el segundo de
Argentina tras una exquisita jugada protagonizada por el tridente
ofensivo de Sabella. Messi, Agüero e Higuaín. Delantera temible que
podría llevar al técnico argentino a dejar a Sosa en el banquillo para
las eliminatorias y apostar de inicio con esta delantera mortal. El
tercero lo puso Di María con un misil desde larga distancia. La goleada
era justa y reflejaba lo que sucedió en cancha.
Más allá que la
expulsión de Ron-Rober Zieler facilitó el trabajo para Argentina, es
imposible negar que la superioridad del conjunto sudamericano ya se
notaba antes de la jugada del penal. El partido sirvió para evaluar el
funcionamiento de distintas sociedades dentro del campo, como el
tridente ofensivo (Messi-Agüero-Higuaín) o la pareja de mediocentros que
estuvo de 10 puntos (Gago-Mascherano). El gol de Höwedes fue anecdótico
y no mancha la actuación de una Argentina que llega con las ideas
claras para la doble tanda de eliminatorias.
Vaya resultado no es facil ganar a Alemania en su pais y menos por 1-3.