Martin Rose
Un nuevo examen se presentaba ante la selección portuguesa. Tras el
buen papel de Cristiano, Nani y compañía en la Eurocopa, la sensación es
que el combinado luso está llegando a un nivel muy alto. Ya no se trata
sólo del portento físico y creativo de Ronaldo y eso lo agradece todo
el equipo. Enfrente esperaba la débil selección panameña que plantó cara
durante media hora.
Eso fue lo que tardó Nelson Oliveira en perforar la portería de
Penedo. El delantero recién llegado al Deportivo de la Coruña compartía
titularidad con Cristiano en el ataque portugués y no desaprovechó su
oportunidad. Lo que si desaprovechó más tarde fue una ocasión idónea
para firmar un doblete, cuando mandó el balón a las nubes teniendo todo
por delante para marcar.
Portugal siguió empujando ante su
público y empequeñeciendo a la selección panameña. La grada pedía más
goles, y llegaban las ocasiones pero no se convertían en tantos.
Tras
el descanso, el partido siguió por el mismo camino, Portugal volcada a
por el segundo, y Panamá resistiendo como podía... hasta que apareció el
de siempre. Cristiano se colocó el balón y lanzó un disparo inapelable
que se convirtió en el segundo de los suyos. A partir de ahí, el siete
se inspiró, intentó un remate de tijereta y lideró a su equipo, que
comenzó a mostrar un gran juego colectivo.
Ya en el minuto 63,
tras la marcha de Ronaldo, Panamá tuvo un par de oportunidades para
recortar distancias y Portugal para endosar una goleada a su rival. Pero
finalmente, reinó el conformismo y la grada sólo vió dos tantos.
A portugal le falta ganar algo para creerse que son grandes, y si no lo logran con CR7 no lo lograran nunca.