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La primera parte fue dominada a ratos por los azurri, más ordenador
tácticamente que los rosaneros. A pesar de ello, el Palermo se las
arregló para causar peligro en dos ocasiones con contras muy rápidas.
Cavani fue el primero en avisar con un disparo al palo y después llegó
el gol de Hamsik, que fulminó la portería rival con un derechazo.
El segundo tiempo comenzó con Sannino tratando de mover ficha y
reformular la línea del medio campo sacando a Rios por Donati. Por su
parte, Mazzarri retiró del campo a Isigne por dolencias musculares y
sacó a Dzemaili, dejando solo al 'Matador' en la línea de ataque.
Justo
en el momento en el que parecía que el Palermo apretaba con más fuerza,
llegó el doblete de los azurri con goles de Maggio y Cavani, que
cerraron el encuentro a pocos minutos del final.
Buen comienzo para el Nápoles después de que los hombres de Mazzarri golearan a un Palermo fuerte pero sin ideas en el ataque