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La Premier League volvía a Anfield con esperanzas renovadas tras el
parón de las selecciones. La necesidad del Liverpool de obtener más
puntos y seguir sumando para volver a su lugar natural se enfrentaban a
un Reading que necesita de cualquier punto posible para evitar el
descenso este año.
Nada más comenzar el partido veríamos como Glen Johnson por la banda
izquierda, siendo lateral derecho, traería dolores de cabeza a los
defensores del Reading con grandes internadas hacia el área rival.
Mientras los locales buscaban el control del partido, el Reading
esperaba su oportunidad a la contra, aprovechando las constantes subidas
de los hombres de Rodgers.
El Liverpool seguía generando mucho
peligro gracias a los dos jóvenes que Rodgers ha puesto en escena, Suso y
Sterling. Rápidos, ágiles y continuamente peligrosos, con llegada a
puerta, intentando buscar también a Luis Suárez, así se podría resumir
el constante ataque del Liverpool. Más desapercibidos estaban pasando
jugadores como Sahin o Gerrard por el momento, mientras que Luis Suárez
parecía estar desconectado por completo del partido, quién sabe si
seguía preocupado por la situación de su selección.
Pero la magia
desembarcó en Anfield, una preciosa combinación del Liverpool que
enviaría Suárez a Sterling para que el joven de 17 años estampara el
balón en el fondo de la portería.
Comenzaba la segunda parte sin
ningún cambio significativo en el partido. Mismo dominador y mismas
ocasiones para los locales, acercándose aun más al segundo gol, el cual
lo evitaba en varias ocasiones el portero visitante. Además, Rodgers
sustituiría a Sahin por un Shelvey que regresaba de una sanción de 3
partidos, cambiando así a un cerebro por un hombre con más llegada.
Seguía
buscando el Liverpool un gol que se resistía, con un dominio completo
del partido que sólo se vió interrumpido por un disparo de Pogrebnyak
que despejaría Jones, que jugaba en sustitución del lesionado el otro
día Pepe Reina, a corner. Mientras tanto en el Liverpool, Suárez seguía
sin estar acertado de cara a portería, con disparos que se iban fuera de
forma constante. Rodgers además decidió, según iban pasando los
minutos, optar por una actitud más defensiva al sustituir a Suso y
Sterling por Jordan Henderson y Jose Enrique.
Finalmente el
Reading intentó con alguna ocasión al final buscar un empate que no se
fraguó. Su única arma ofensiva en todo el partido, jugar a la contra, no
fue suficiente para parar el dominió del Liverpool. Los locales siguen
con su preocupante falta de gol.
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