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El Arsenal de Santi Cazorla y compañía afrontaba una dura prueba
en Champions League, y es que recibía al rival más duro del grupo, el
Schalke 04, que además llegaba con la moral crecida tras derrotar al
poderoso Borussia Dortmund a domicilio.
Llegaba el equipo de Arsene Wenger tras tropezar en la Premier League
ante el Norwich, pero con una gran racha en Europa con dos victorias
convincentes en dos encuentros. Los ‘gunners’ tenían la posibilidad de
distanciarse del segundo clasificado en 5 puntos y dejar casi sellado el
pase a octavos.
El partido empezó con un claro dominio del Arsenal, que a pesar de
tener el control de la pelota no conseguía inquietar a Unnerstall,
portero del Schalke. Los alemanes aprovecharon la poca intensidad de los
locales para hacerse con el partido según pasaban los minutos, y todo
el peligro de los alemanes llegaron por la banda derecha, en la que
Farfán y Uchida aprovecharon la debilidad defensiva de André Santos.
También Afellay, con algunos destellos, creó bastante peligro para la
defensa del Arsenal en la primera mitad.
El equipo de Wenger tenía un problema, y es que todo su fútbol lo
generaba Cazorla, y en cuanto el asturiano no aparecía, el Arsenal
sufría. De hecho, no se vio a Unnerstall parar un balón en toda la
primera mitad, y es que tanto Gervinho como Podolski se mostraron muy
grises.
El partido fue de mal en peor para los de Wenger, y es que en la
segunda mitad, no sólo siguió sin inquietar al guardameta del Schalke,
sino que se empezaron a ver síntomas de frustración en los jugadores
‘gunners’. Las pérdidas de balón en el centro del campo eran continuas, y
la claridad ofensiva brillaba por su ausencia.
Con este panorama, era cuestión de tiempo que llegara el primer palo
para el Arsenal, y llegó en el minuto 75, cuando Huntelaar aprovecho un
enorme agujero entre los centrales para cazar un balón en el punto de
penalti y batir a Mannone con un derechazo que enmudeció al Emirates
Stadium.
La estocada final la puso Afellay en el minuto 86. Tras un
contraataque perfecto llevado por Farfán, el jugador holandés empujó el
balón a la red de Mannone y certificó la terrible noche del equipo de
Wenger, que fue silbado por su afición al término del encuentro.
Con este resultado, el Schalke se coloca líder del grupo B con 7
puntos, uno más que el Arsenal, que ve cómo peligra el primer puesto de
su grupo, y quién sabe si también la clasificación a octavos de final de
la Champions League.
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