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Betis y Granada se enfrentaban en el partido adelantado de la undécima jornada de la Liga BBVA.
Las
cosas se le pusieron pronto de cara a los visitantes. A los 8 minutos,
Gabriel Torje adelantó al club nazarí tras un error en el rechaze de
Adrián. A partir de ahí, el Betis desapareció del partido y Torje, El
Arabi y Angulo jugaron a su gusto cerca del área verdiblanca y a punto
estuvieron de ampliar distancias.
El Betis estaba desdibujado y se encomendaba a saques de esquinas y
faltas lejanas colgadas al área. Además, la solidez defensiva pareció
desaparecer y Paulao estuvo francamente desafortunado.
Tras el
descanso, el Granada dio un paso atrás pero nunca perdió la cara al
partido y Torje y El Arabia siguieron asustando a la afeción bética. Un
remate de Nelson al palo a punto estuvo de significar el empate para los
locales.
Cuando todo parecía perdido, apareció el de siempre, el
canario Rubén Castro, para enganchar una volea que botó para superar a
Toño. Con el gol, el Betis tomó el mando del partido y aumentó la
presión sobre el área granadina. Sin embargo, cuando el Betis dominaba,
Mikel Rico aprovechó un balón en el área para fusilar a Adrián.
El
Betis siguió intentándolo pero con poco éxito y el Granada supo manejar
el reloj a su favor. Con esta victoria, el Granada abandona
momentáneamente la zona de descenso.
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cosas se le pusieron pronto de cara a los visitantes. A los 8 minutos,
Gabriel Torje adelantó al club nazarí tras un error en el rechaze de
Adrián. A partir de ahí, el Betis desapareció del partido y Torje, El
Arabi y Angulo jugaron a su gusto cerca del área verdiblanca y a punto
estuvieron de ampliar distancias.
El Betis estaba desdibujado y se encomendaba a saques de esquinas y
faltas lejanas colgadas al área. Además, la solidez defensiva pareció
desaparecer y Paulao estuvo francamente desafortunado.
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descanso, el Granada dio un paso atrás pero nunca perdió la cara al
partido y Torje y El Arabia siguieron asustando a la afeción bética. Un
remate de Nelson al palo a punto estuvo de significar el empate para los
locales.
Cuando todo parecía perdido, apareció el de siempre, el
canario Rubén Castro, para enganchar una volea que botó para superar a
Toño. Con el gol, el Betis tomó el mando del partido y aumentó la
presión sobre el área granadina. Sin embargo, cuando el Betis dominaba,
Mikel Rico aprovechó un balón en el área para fusilar a Adrián.
El
Betis siguió intentándolo pero con poco éxito y el Granada supo manejar
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