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El estadio Los Cármenes terminó decepcionado después de la pobre exhibición del Granada, el cual cayó derrotado por marcador de 5-1 frente a un Betis certero en el momento justo y que supo controlar muy bien los tiempos cuando se vio dominado.
Los locales iniciaron de buena manera, puso en aprietos la valla de Adrián, lograron presionar y arrinconar al aparato defensivo verdiblanco, sin embargo, no lograron capitalizar el dominio de esos diez minutos intensos. Poco a poco el Betis ayudado de la lluvia que condicionó el juego controló el juego realizado por el Granada, y para el minuto 20 ya estaban en control de las acciones. Rubén Castro fue el factor que no tuvo el graná, y al minuto 29 los visitantes silenciaban Los Cármenes por primera vez en el encuentro.
Fue un vendaval verdiblanco, la intensidad aumentó en cuestión de segundos y el segundo no tardó nada en hacerse presente; Un gran pase de Vadillo para que Pabón rematara al palo y Castro empujara, poniendo su segundo gol de la noche al 31, haciendo un doblete en tan sólo dos minutos. Ahí no se detuvo la imposición de los de Pepe Mel, de nueva cuenta, un par de minutos después vieron la meta del pobre arquero Toño, que poco podía hacer ante la nula ayuda defensiva de su equipo, al contrario, tenía que fijarse hasta en ellos, ya que Iñigo López tuvo la mala fortuna de empujar el balón a su propia puerta después de que el esférico se estrelló en el larguero. Con los tres goles tan seguidos, el Betis consiguió igualar una marca que databa de 1967, cuando los verdiblancos derrotaron a Las Palmas por marcador de 4-0.
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