Karim Benzema - Real Madrid
Después de la breve interrupción para los partidos internacionales,
la Liga regresa a nuestras vidas, y en el caso del Real Madrid, se
aviene un partidazo ante el Athletic de Bilbao. Dos de los equipos
legendarios de España y, junto con el Barcelona, los únicos tres que han
disputado todas y cada una de las ediciones del campeonato español. Un
partido de los que están marcados en rojo en el calendario desde que se
efectúa el sorteo de las jornadas de Liga, prácticamente.
Mismamente, el año pasado en San Mamés se consumó el título de Liga
merengue, mientras que en enero, en el Santiago Bernabéu, se puso de
manifiesto el circunstancial divorcio de la afición merengue con su
vanagloriado entrenador José Mourinho. Son partidos que no dejan
indiferente a nadie en el mundo del fútbol. Aunque eso sí, para este
sábado el Athletic llegará un poco mermado.
Y es que tanto Óscar
De Marcos como Ander Herrera están sancionados, y esta misma semana ha
recaído de su lesión Iñigo Pérez, que se postulaba como uno de los
recambios en la medular rojiblanca. Una situación coyuntural que se suma
al irregular arranque de los leones en esta campaña. Y es que si bien
la temporada pasada se convirtió por méritos propios en una de las
sensaciones en España y en Europa, alcanzando dos finales con un fútbol
primoroso, parece que este curso no termina de entonarse tras todo el
ruido provocado en verano con la marcha de Javi Martínez y la no
renovación de Fernando Llorente.
Así
las cosas, y pese a las dos últimas victorias en Liga, llega al
Santiago Bernabéu con las lógicas dudas que acarrea su clasificación
(12º) y las sensaciones de que la fascinación que ejercía sobre el
césped la temporada pasada es ya pretérita. Y además, en el lado
contrario de la balanza está un Real Madrid que salió reforzado de la
batalla del Ciutat de Valencia del pasado domingo. Con una victoria que
le mantiene enganchado a la Liga, y con varios de sus efectivos
recuperados de sus lesiones.
Son los casos de Sami Khedira y de
Karim Benzema, que llevan entrenándose con normalidad junto al resto del
grupo toda la semana y que parece que podrán ser de la partida. Dos
regresos que harían la vida mucho más fácil a José Mourinho, que desde
el anterior parón liguero se ha visto obligado a recomponer su
alineación domingo tras domingo. Cristiano Ronaldo y Mesut Ozil serán
duda hasta el último momento, eso sí.
Sea como fuere, y juegue
quien juegue, el objetivo merengue es claro: la victoria. José Mourinho
lo lleva diciendo varios partidos, el Real Madrid no puede regalar más
puntos si quiere seguir peleando por el liderato, y en el imaginario del
madridismo no cabe otra cosa que no sea la victoria. Como por otra
parte viene sucediendo durante las últimas siete temporadas en los
duelos ante el Athletic en el coliseo blanco.
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