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“Manita” sevillista en el derbi sevillano. Los locales bailaron
como quisieron al Betis en la primera mitad, y en el descanso ya habían
sentenciado con un 4-0. La goleada permite a los sevillistas recuperar
la corona del fútbol de la capital hispalense, aunque los verdiblancos
siguen por delante en la clasificación.
Ambos técnicos introdujeron de inicio novedades en sus onces. Míchel
apostó por José Antonio Reyes en la izquierda, y por Fazio en el centro
de la zaga a pesar que Botía ya estaba recuperado. Ni se imaginaba
Míchel la repercusión que tendrían estos dos jugadores en el derbi. Por
su parte, Mel también introdujo novedades en sus bandas, dio la
camiseta de titular a Alejandro Pozuelo. En la medular volvió Rubén
Pérez en lugar de Salva Sevilla para buscar un poco más de fortaleza por
el centro, además del regreso también de Mario a la zaga por el
lesionado Perquis.
El Sevilla salió como un huracán a jugar, y literalmente se comió a
su rival. A los 24 segundos ya se adelantaban los blnquirojos con la
inestimable ayuda del cancerbero bético Adrián, que se equivocó en el
pase y se la regaló a Reyes que marcó a placer el 1-0. La ventaja
espoleó aún más a los locales que iban con el alma a cada balón. Sin
tiempo para la reacción del eterno rival el Sevilla volvía a golpear.
Esta vez el 2-0 llegó con un balón colgado desde una falta lateral de
Rakitic que Fazio cabeceó a las mallas en el segundo palo, rozaba el
fuera de juego el central en el momento del remate.
Brutal intensidad de los locales que en el minuto 4 ya ganaban por
dos goles. Y pudo ser peor para el Betis si Negredo, tan solo dos
minutos después, llega a acertar cuando la envió fuera con todo a favor
habiéndose marchado incluso de Adrián. A partir, de ahí los verdiblancos
intentaron despertar y controlar la posesión de balón. Al Sevilla le
venía bien ese guión de esperar, y salir a la contra para buscar otro
zarpazo.
El Betis seguía intentando dominar pero de forma estéril, y casi el
único que lo intentaba era Rubén Castro. Las ocasiones seguían siendo
nervionenses que pudo hacer el tercero con otro cabezazo de Fazio, y con
un centro de Navas rematado por Reyes que sacó Adrián en un alarde de
reflejos. Mel no quiso perder más minutos y reaccionó en busca de la
remontada. En el 28, el madrileño sacó del terreno a Cañas, su medio más
defensivo, e introdujo a otro delantero como Jonathan Pereira.
Pero sin tiempo para que el cambio heliopolitano surtiera efecto, el
Sevilla golpeó de nuevo. Navas se marcó por la derecha y combinó con
Cicinho que centró al área, allí cabeceó Negredo al larguero y el rebote
lo envió Reyes a las redes.
Diez minutos después cuando ya se rozaba el descanso, el Sevilla
redondeaba la espectacular primera parte con el cuarto gol, obra de
nuevo de Fazio que cabeceó desde el punto de penalti, un centro del
estelar Reyes. Con el 4-0 se llegaría el descanso. En los vestuarios los
técnicos tendrían trabajo, Míchel evitar que el Sevilla saliera
relajado a pesar de la momentánea goleada, y Mel cambiar la desastrosa
imagen de los verdiblancos.
El entrenador bético inicio la segunda parte con un cambio, y retiró
del terreno de juego a Mario, quizás recayendo de sus problemas físicos,
y sacó a Amaya. El Betis empezó con más control en la segunda parte,
pero el Sevilla creaba más peligro a la contra. En el 60 la cosa se le
torció aún más a los verdiblancos con la expulsión de Rubén Pérez por
doble amarilla tras una mano en la frontal del área. En el Sevilla se
produjo el primer relevo, se marchó ovacionado el bigoleador Reyes y
entró Perotti.
Con este clima los nervionenses estaban cada vez más relajados, y eso
lo aprovechó Rubén Castro para recortar distancias rematando solo en el
segundo palo un centro de Juan Carlos. A falta de 25 minutos intentaba
aferrarse a las pocas esperanzas que tenía, y metió a Salva Sevilla por
Juan Carlos buscando frescura en el ataque. Con el 4-1 Míchel hizo un
nuevo cambio y sacó a Maduro por Javi Hervás, uno de los jugadores con
menos minutos en la temporada.
Los locales tenían cada vez menos tensión y solo esperaban el final
del encuentro, lo que propició que el Betis tomara por completo el
control de la bola, aunque los blanquirojos no renunciaban a alguna
contra conducida por Navas. En una de esas, y ya en el descuento
Rakitic clavó el quinto para establecer el definitivo 5-1.
Así, se llegaría al final del encuentro con los dos equipos rendidos a
la evidencia del abultado marcador. Victoria merecidísima del Sevilla
que en muchos momentos fue el único que jugó sobre el césped del Sánchez
Pizjuán. Tres puntos clave para los locales que se reenganchan a la
zona europea de la tabla, y que servirán también en lo anímico, y de
paso para ratificar en el cargo al técnico Míchel. El Betis fue un
equipo sin alma hoy, y tras la goleada en el derbi sevillano sale de los
puestos de Liga de Campeones.
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