Victor Rodriguez - Real Zaragoza
En el partido disputado en el Estadio de Los Cármenes, en la ciudad
de Granada, el equipo local y el Real Zaragoza se enfrentaban en la
vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey, tras haberse impuesto el
cuadro maño en la ida por 1-0 en el partido disputado en La Romareda.
Como
a muchos equipos de mitad de la tabla, y especialmente cuando los
resultados en Liga no son óptimos (los dos equipos vienen de perder su
último partido en la competición doméstica), la Copa del Rey se antoja
como una competición que puede dotar de ilusiones tanto a los jugadores
(incluso a los menos habituales) como a los aficionados.
Empezó el partido con la misma polémica con la que continuó. En los
primeros minutos, Helder Postiga se tuvo que retirar del terreno de
juego para ser atendido por su sangre tras recibir un golpe en la frente
en una jugada en la que el luso pudo haber sido objeto de penalti.
Iriney
con los pases largos y Torje desde la derecha llevaban el mayor peligro
de los andaluces, que consiguieron empatar la eliminatoria en el minuto
27 por medio de Ighalo, al cual la fortuna decidió echar una mano, ya
que Loovens golpeó en el balón que el nigeriano había disparado, dejando
totalmente descolocado al portero visitante, hoy Leo Franco, en
detrimento de Roberto.
A falta de 45 minutos, Zaragoza y Granada
veían cómo se encaminaba su partido a la prórroga, algo que evitó José
Mari con una magistral volea que daba alas a los zaragocistas. Pero no
todo el partido iba a ser color de rosas: un 'piscinazo' en el área
granadina de Helder Postiga propició que el árbitro le mostrase, por
querer engañarle, su segunda amarilla, lo que dejaba al cuadro aragonés
con diez jugadores.
Por si faltaba tensión en el encuentro, un
gol de Mainz a la salida de un córner a falta de 24 minutos para el
pitido final ponía las cosas en Los Cármenes con la tensión que todo
partido de Copa debería de tener. Para colmo, Leo Franco se erigía héroe
del partido tras un par de intervenciones salvadoras, con mucho mérito
al haber sido suplente durante toda la temporada.
Con todo el
Granada volcado en ataque buscando el gol que diera el pase a la
siguiente ronda, el Zaragoza dispuso, en las botas de Sapunaru y
Montañés, de dos ocasiones clamorosas: el primero cabeceó fuera estando
sólo dentro del área y el extremo dio al palo.
Sin tiempo para
más (salvo una amarilla para Leo Franco por perder precisamente eso,
tiempo) y un paradón del portero suplente tras haberla sacado Loovens
bajo palos, se consumó la defensa numantina del equipo maño y la
imposibilidad del Granada de marcar otro gol contra diez jugadores.
Helder Postiga puede respirar tranquilo, sus triquiñuelas no pesarían en
el resultado del encuentro y el equipo hizo bueno el 1-0 de la ida.
Así,
el Zaragoza se enfrentará al Levante en octavos de final. El equipo
granota se impuso al Melilla por un resultado global de 4-2: perdió 1-0
en territorio africano pero un contundente 4-1 en el Ciudad de Valencia
sentenció la eliminatoria.
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