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El Etihad Stadium recibía a uno de los grandes equipos de la
Premier League. Tras una buena trayectoria este 2012, arrancaban sextos
los Toffees con posibilidad de acabar en Champions League tras el
estrepitoso traspiés de los de Rafa Benítez horas antes.
Roberto Mancini optaba este fin de semana por dejar a Sergio Agüero
en el banquillo, confiando en que la racha que Dzeko tenía desde el
banquillo se reflejara saliendo también desde el principio. También se
observo que quiso marcar al hombre al mejor jugador del Everton,
Marouane Fellaini. El ex del Barcelona, Yayá Touré tuvo como principal
misión anular al excelente jugador belga, consiguiéndolo en la mayor
parte del encuentro. Esto supuso que el marfileño no tuviera la
profundidad necesaria para armar jugadas y todo el peso recaía sobre un
Silva que no acaba de encontrarse cómodo en los primeros compases del
encuentro, pasando desapercibido durante toda la primera parte.
El centro del campo visitante dominó todo el primer tiempo, con un
Leon Osman y un ex United, Darron Gibson soberbios, controlando sin
piedad esa zona del campo. Nasri, Barry y Silva eran unos invitados de
excepción ante el dominio de la medular Toffee. Y fue en el minuto 33
cuando Joe Hart no pudo evitar el gol de Fellaini. Tras un buen centro
al segundo palo, el belga remató a bocajarro un balón que Hart consiguió
despejar en primera instancia, sin embargo el rechace le cayó al mismo
Fellaini que con el muslo introdujo el balón en la portería. Tenía razón
Roberto Mancini al dedicarle un marcaje especial a cargo de Touré, ya
que en el único momento de despiste local, consiguió liársela a los
Citizens.
El joven jugador del Everton, Marouane Fellaini con ocho goles sin
duda será uno de los animadores del mercado de invierno, al menos en lo
que rumores se refiere. Son muchos los que piensan que ya desde hace
tiempo tiene la calidad suficiente para dar el salto a un equipo de los
llamados Big Four, de la Premier League.
Como contrasprestación el mismo jugador que había dado la ventaja al
Everton realizó un penalti controvertido que Carlos Tévez transformó sin
problemas. Había tirado casi todos sus penaltis a la izquierda del
portero, y hacia ese lado se tiró Tim Howard. Esta vez el apache cambió
de opinión, quién sabe si al ver ya en acción al portero, y lo lanzó por
el centro de la portería.
La charla de Roberto Mancini en el descanso a sus pupilos tuvo que
ser de las que marcan a un jugador puesto que el equipo que saltó al
terreno de juego no tenía nada que ver con lo visto hasta el momento.
Mucho más participativos, entrando por bandas y, atención, hasta un
Samir Nasri que parecía ser el que fue algún día. El Everton no podía
hacer nada más que replegarse y rezar todos las oraciones conocidas. Los
Citizens se disfrazaron de torbellino y no pararon en una segunda parte
de claro color celeste.
No obstante y como nos tiene acostumbrados los de Mancini los últimos
minutos son los más interesantes. Capaces de tirar todo por la borda,
esta vez Joe Hart tuvo una actuación estelar y evitó el segundo gol
visitante. Capaces también de marcar más goles a partir del minuto
noventa que en el resto del partido, no pudieron dar la estacada final.
Empate al final de los noventa minutos más que justo, que deja a
ambos con la sensación de poder haber hecho más pero no del todo tristes
por el punto conseguido. El equipo de Mancini sigue invicto una semana
más aunque dejó escapar una oportunidad de oro para ponerse líder de la
Premier.
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