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La última jornada del grupo parecía un premio preparado para
españoles y alemanes que con el billete para dieciseisavos en el
bolsillo decidían, con este choque, el orden de la tabla dentro de un
ambiente festivo, favorecido por los casi 2000 hinchas germanos en las
gradas, y con la sensación de ambos conjuntos de acudir con los deberes
hechos.
La primera gran intervención fue realizada por Zieler, tercer
portero de la 'Mannschaft', a los 12' cuando abortó un disparo de Míchel
que culminaba un buen contraataque iniciado por el propio jugador y
secundado por Ángel. Esta rápida acción había roto el tono cansino y
despreocupado de dos equipos que se dejaban llevar. Precisamente, otro
cambio de ritmo propició el gol visitante. Un extraordinario pase del
luso Sergio Pinto hacia la espalda de la defensa azulgrana encontraba a
Stindl cuyo servicio regresaba como un boomerang a sus pies para
alojarse finalmente en la meta valenciana.
Los centrales granotas
comenzaban a vivir un calvario con los balones entrelíneas. Lars Stidl
dinamitaba el muro levantinista con otra asistencia para el marfileño Ya
Konan, que confirmaba la falta de entendimiento de la zaga azulgrana al
infiltrarse en la defensa para encarar a Navas y superarle con una
deliciosa vaselina. 26 minutos y 'los rojos' vencían por dos goles. Una
ventaja que pudo aumentar cuando en el 30' el senegalés Diouf reventaba
el larguero con un testarazo. El Levante ansiaba el descanso con la
misma necesidad de un boxeador noqueado en busca de su rincón.
La
campana del segundo acto mostró a los granotas más despiertos con la
complicada misión de voltear por completo el marcador, ya que el empate
dejaba a los españoles con el segundo puesto. Una tarea que retomaba el
sentido cuando en sólo 3 minutos Ángel cazaba un balón llovido para
golpear la meta rival. Se abría un periodo donde los azulgranas tenían
en su mano poder meterse en el encuentro.
A través de la batuta
de Míchel, el más regular de los valencianistas, los pupilos de JIM se
agarraron al choque con firmeza, con la determinación que había faltado
en los primeros 45 minutos. El Levante dominaba con solvencia a los
alemanes. Las tornas habían variado. La entrada al campo de Barkero y
Juanlu daban más motivos para confiar en la remontada. Pero el empate se
resistía y los minutos pasaban.
En un arreón de orgullo y de
madurez, cuando todo estaba decidido, el enésimo balón aéreo de Barkero
no detectado por Zieler era golpeado por Iborra a las mallas. Un
meritorio tanto que alarga a 10 los encuentros en los que el Hannover no
ha perdido en la Europa League. Una competición donde el Atlético de
Madrid ha sido el último equipo en ganar a los alemanes y que el recién
estrenado EuroLevante ha tratado de tú a tú.
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