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Conte dijo en el día previo a enfrentarse al Cagliari que daría
espacio en su once a aquellos jugadores que, estando disponibles para
este encuentro, hubieran tenido menos minutos a lo largo de la
temporada. Probablemente no se imaginaba que durante estos octavos de
final de la Coppa Italia tendría que recurrir a varios titulares para
cubrir los huecos que le iban dejando todos los lesionados que han ido
cayendo en el primer tiempo del partido.
La victoria sobre el Cagliari parecía hecha desde que se produjo el
emparejamiento en el sorteo. Por muchos suplentes que pusiera Conte en
el campo, esta no es la competición principal para los sardos. Pulga,
sabedor de ello, reservó a prácticamente todos los titulares (solo Ekdal
jugó) pensando más en el domingo cuando visitarán el Tardini para jugar
contra el Parma, un club más de su liga, aunque las aspiraciones gialloblu sean algo más ambiciosas.
De esta manera, la capacidad de hacer daño a la Juventus era bastante
escasa y a pesar de que durante varias fases de la segunda parte
aprovecharon el bajón físico de la Juve (probablemente pensado a posta
para evitar más lesiones) para quitarles el balón, en ningún momento dio
la sensación de que el resultado fuera a peligrar para los bianconeri. Tan solo Pinilla a quince del final puso nervioso a los tifosi
de la Juve después de fallar una ocasión bastante clara. La mejoría del
Cagliari se debió principalmente a la entrada en el campo de Daniele
Dessena que, junto a Pablo Ceppelini, fue el motor de su equipo en el
mediocampo.
Antes del inicio, la Juve ya se había llevado el primer disgusto de
la noche cuando en el calentamiento Emanuele Giaccherini sintió dolores
musculares y tuvo que dejar su sitio a Arturo Vidal, que en principio no
estaba previsto que jugara ni un minuto. Y esto se había pensado así
precisamente por el miedo a que ocurriera lo que finalmente pasó. El
chileno se llevó la mano a la rodilla que se lastimó en Palermo al
cuarto de hora de partido y no pudo continuar. Otro titular como Kwadwo
Asamoah tuvo que entrar en su puesto, de interior, sitio que no había
ocupado todavía desde que llegó a Turín, pero que conocía de su etapa en
el Udinese.
Sin Vidal en el campo y con Asamoah cambiado de su posición más
habitual, tenía que ser Sebastian Giovinco el que moviera a su equipo.
Eso sí, la mayoría de las oportunidades que creaba la formica atómica
eran conducciones suyas que acababa él mismo sin contar con la
colaboración de sus compañeros. En todo caso era Nicklas Bendtner. El
danés necesitaba aprovechar estos minutos de titular para demostrar si
tiene hueco entre los delanteros más usados por Conte, y lo estaba
haciendo bien, participando en el juego y creando ocasiones, hasta que
se rompió. La entrada de Matri limitó la acción del delantero centro a
la búsqueda de situaciones de remate, más que tratar de bajar y
colaborar. No encontró el gol Matri.
Tras una victoria pírrica con el mínimo esfuerzo, la Juventus se
lleva su pase a los cuartos de final de la Coppa como premio, pero
también una plaga de lesiones que Conte tendrá que manejar en las
próximas semanas. En la siguiente ronda se encontrará con el ganador del
Milan-Reggina, es decir, un clásico o un partido relativamente
sencillo. La respuesta, mañana.
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