El Barcelona de Tito Vilanova no tiene nada que envidiar al de Pep Guardiola. El juego, su trayectoria y los números así lo avalan. El equipo va primero en la clasificación con un arranque de temporada que nadie había logrado en la historia de la Liga. A falta de tres partidos para que acabara la primera vuelta ya era matemáticamente campeón de invierno. Uno de los motivos es la mejora en algunas facetas del juego como el acierto en los disparos desde fuera del área.
El Barcelona de Pep no se había caracterizado por ser muy efectivo en este capítulo. De hecho, era un recurso que utilizaban en pocas ocasiones. Sin embargo, con Tito esto ha cambiado. Especialmente después de la derrota en el campo del Celtic de Glasgow. Desde entonces, los azulgranas han buscado mucho más el disparo desde lejos.
Mucho se ha hablado de la necesidad de encontrar un plan B cuando el equipo azulgrana se encuentra con equipos que se cierran atrás descaradamente. El juego del Barcelona parece atascarse y no se llega con claridad a portería. Una de las soluciones parecía ser el fichaje de un delantero alto que pudiera rematar balones aéreos centrados desde la banda pero la solución encontrada por Vilanova ha sido buscar el peligro directo desde fuera del área con fuertes disparos. Y es que el equipo culé tiene buenos chutadores en la segunda línea.
En esta temporada ya han marcado 12 goles de esta manera. Si siguen con esta progresión pueden acercarse a los 30 goles al final de la temporada. Una cifra que dobla los registros de las cuatro campañas con Pep al frente.
Y no sólo es el número de goles, sino el porcentaje de acierto que tienen. El Barcelona prácticamente ha doblado también su efectividad pasando del 7,1% del mejor año de Guardiola, al actual 12,5% con Tito en el banquillo.
El nuevo técnico es plenamente consciente de que tiene que ir introduciendo mejoras al juego del Barcelona, ya que los rivales cada vez conocen más su estilo y características y debe sorprender sobre todo ante rivales que aspiran únicamente a no perder.
El ejemplo más claro se produjo esta temporada ante el Mallorca (2-4), el pasado 11 de noviembre. Los cuatro goles del equipo azulgrana fueron anotados desde fuera del área. Messi en dos ocasiones, Xavi de falta y Tello batieron al meta isleño.
Curiosamente esta reacción se produjo cuatro días después de que el Barcelona perdiera en Celtic Park en un encuentro en el que los escoceses se encerraron atrás
era uno de los peros en la etapa de pep y ya el año pasado empezaron a no entrar siempre con el balon hasta la red
El Barcelona de Pep no se había caracterizado por ser muy efectivo en este capítulo. De hecho, era un recurso que utilizaban en pocas ocasiones. Sin embargo, con Tito esto ha cambiado. Especialmente después de la derrota en el campo del Celtic de Glasgow. Desde entonces, los azulgranas han buscado mucho más el disparo desde lejos.
Mucho se ha hablado de la necesidad de encontrar un plan B cuando el equipo azulgrana se encuentra con equipos que se cierran atrás descaradamente. El juego del Barcelona parece atascarse y no se llega con claridad a portería. Una de las soluciones parecía ser el fichaje de un delantero alto que pudiera rematar balones aéreos centrados desde la banda pero la solución encontrada por Vilanova ha sido buscar el peligro directo desde fuera del área con fuertes disparos. Y es que el equipo culé tiene buenos chutadores en la segunda línea.
En esta temporada ya han marcado 12 goles de esta manera. Si siguen con esta progresión pueden acercarse a los 30 goles al final de la temporada. Una cifra que dobla los registros de las cuatro campañas con Pep al frente.
Y no sólo es el número de goles, sino el porcentaje de acierto que tienen. El Barcelona prácticamente ha doblado también su efectividad pasando del 7,1% del mejor año de Guardiola, al actual 12,5% con Tito en el banquillo.
El nuevo técnico es plenamente consciente de que tiene que ir introduciendo mejoras al juego del Barcelona, ya que los rivales cada vez conocen más su estilo y características y debe sorprender sobre todo ante rivales que aspiran únicamente a no perder.
El ejemplo más claro se produjo esta temporada ante el Mallorca (2-4), el pasado 11 de noviembre. Los cuatro goles del equipo azulgrana fueron anotados desde fuera del área. Messi en dos ocasiones, Xavi de falta y Tello batieron al meta isleño.
Curiosamente esta reacción se produjo cuatro días después de que el Barcelona perdiera en Celtic Park en un encuentro en el que los escoceses se encerraron atrás
era uno de los peros en la etapa de pep y ya el año pasado empezaron a no entrar siempre con el balon hasta la red