Pepe no está viviendo precisamente su temporada más fácil. Frente al Valencia, el portugués vivió otro capítulo desagradable. Se las tuvo tiesas con Albelda, Soldado y Joaquín, con rajada incluida del primero de ellos tras el partido. Precisamente en una discusión entre el mediocentro del Valencia y el central madridista, ambos vieron una tarjeta amarilla. Más tarde, Pepe corrió hacia Soldado, con quien mantuvo disputas verbales durante el encuentro, para celebrar el primer gol del Madrid. Con Joaquín, la riña llegó tras una falta del valencianista.
No es la primera vez que Pepe tiene problemas con el rival, aunque esta temporada se le ve más nervioso de lo normal. Quizá el tema de su renovación esté pesando en el portugués, que además ha tenido algunos errores impropios de un central de su categoría, seguramente uno de los cinco mejores del mundo. Mourinho incluso le ha sustituido en dos ocasiones, aunque fue en dos partidos en los que el Madrid tenía que arriesgar para sacar un mejor resultado. En cualquier caso, a quien retiró fue a Pepe y no a Carvalho. Sucedió en Alicante frente al Hércules y en San Siro frente al Milan. Precisamente en ambos choques Pepe estuvo desafortunado en los goles de Trezeguet e Inzaghi. Mourinho le defendió en rueda de prensa, pero le mandó un mensaje sobre el césped.
Pepe, al que no se discute su categoría como central, ha tenido momentos duros en el Real Madrid, especialmente dos. El primero de ellos fue su acción con Casquero y Albín en un partido frente al Getafe, en la recta final de la temporada 2008-2009. El portugués pateó en el suelo al de Talavera después de cometer un penalti y dio un puñetazo al uruguayo. Aquello le costó al portugués diez partidos de sanción y una reputación no demasiado buena entre sus compañeros de profesión. La temporada pasada Pepe vivió otro pésimo momento. En Mestalla, tras un inicio de Liga en el que estaba mostrando un gran nivel, se lesionó de gravedad y no volvió a jugar hasta el Mundial, al que llegó forzando.
Esta campaña, Pepe ha mostrado luces y sombras. Ha tenido momentos brillantes en el que ha demostrado sus grandes condiciones mezclados con algunos despistes y disputas con los contrarios. Al fondo, su renovación. Su agente no quiere empezar a negociar por menos de una cantidad que al Madrid le parece desorbitada. No parece un caso sencillo. Por un lado están las prestaciones futbolísticas del jugador. Por otro, sus despistes y sus pretensiones económicas. Sea ese el motivo o sea otro, Pepe parece estar desestabilizado.
No es la primera vez que Pepe tiene problemas con el rival, aunque esta temporada se le ve más nervioso de lo normal. Quizá el tema de su renovación esté pesando en el portugués, que además ha tenido algunos errores impropios de un central de su categoría, seguramente uno de los cinco mejores del mundo. Mourinho incluso le ha sustituido en dos ocasiones, aunque fue en dos partidos en los que el Madrid tenía que arriesgar para sacar un mejor resultado. En cualquier caso, a quien retiró fue a Pepe y no a Carvalho. Sucedió en Alicante frente al Hércules y en San Siro frente al Milan. Precisamente en ambos choques Pepe estuvo desafortunado en los goles de Trezeguet e Inzaghi. Mourinho le defendió en rueda de prensa, pero le mandó un mensaje sobre el césped.
Pepe, al que no se discute su categoría como central, ha tenido momentos duros en el Real Madrid, especialmente dos. El primero de ellos fue su acción con Casquero y Albín en un partido frente al Getafe, en la recta final de la temporada 2008-2009. El portugués pateó en el suelo al de Talavera después de cometer un penalti y dio un puñetazo al uruguayo. Aquello le costó al portugués diez partidos de sanción y una reputación no demasiado buena entre sus compañeros de profesión. La temporada pasada Pepe vivió otro pésimo momento. En Mestalla, tras un inicio de Liga en el que estaba mostrando un gran nivel, se lesionó de gravedad y no volvió a jugar hasta el Mundial, al que llegó forzando.
Esta campaña, Pepe ha mostrado luces y sombras. Ha tenido momentos brillantes en el que ha demostrado sus grandes condiciones mezclados con algunos despistes y disputas con los contrarios. Al fondo, su renovación. Su agente no quiere empezar a negociar por menos de una cantidad que al Madrid le parece desorbitada. No parece un caso sencillo. Por un lado están las prestaciones futbolísticas del jugador. Por otro, sus despistes y sus pretensiones económicas. Sea ese el motivo o sea otro, Pepe parece estar desestabilizado.